Capítulo 10

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-Estarás bien, lo prometo- le susurre a pesar de que nunca fui fan de las promesas- descansa un poco...-.

Valiente aquel que ama sin ser amado...

 -Por esta noche y las que me queden...mientras yo respire...mi niña...no tendrás nada de qué preocuparte- le susurre en la coronilla -mi ángel- pero ella ya se habia quedado dormida sobre mi hombro tras haber nadado toda la vida en busca de un hogar, encontrando hoteles solamente-. 

Amor es dejar ir a la otra persona, es verla apuñalarte

Abandonarte 

 verla volar lejos

y seguir enamorado de sus alas

-Dime amor ¿cómo me alejo de ti si te encuentro en el viento?- mis labios eran culpables por atacar su coronilla y su frente que detrás de cada susurro depositaban un beso, su frente, sus nudillos, acariciando su cabello por todas las veces que le falle sin saberlo-. 

amor es sentir en el vacío profundo

los pasos de quien te encontró.

Pleno Diciembre cuando la navidad arde más que el frío me muevo hasta que le puedo acostar su cabeza sobre mi regazo enredando mis dedos desde el principio de su cabello hasta el final, enredando y electrizandolo.

Amar es respirar en pulmones ajenos

la felicidad del otro

-¿Thomas?- lo llamo desde mi sitio al escuchar su voz afuera del estudio a la espera de ver su silueta cruzando la sala, sin embargo nunca llega- ¿Thomas?- pregunte de nueva cuenta, donde el sonido de los pies descalzos alejándose llamó mi atención completamente-. 

Sabía perfectamente quién era. 

-Quédate aquí- le susurro a la __ dormida sobre el sillón de cuero negro, levantando su cabeza para salir de allí, antes de salir cojeando hasta el abrigo que antes usaba para ponerlo encima de su cuerpo, con mi pierna herida llevarla a dormir a la cama no era una opción viable, más aún porque no sería capaz de soltarla despues- ¡Hey!- exclamó apenas salgo a la estancia, terriblemente patético con una muleta bajo el brazo y el cabello desordenado-. 

Como si se tratase de un fantasma todo está perfectamente en su sitio, sea quien sea se habia escondido muy bien. 

Pero no lo suficiente para esconderse de alguien que se había escondido toda su vida y que por ende conocía a la perfección todos los escondites posibles.  

-He perdido la cabeza, juraría que había escuchado a alguien...- pronunció en voz alta, caminando hasta la puertecilla blanquecina de debajo de las escaleras intentando hacer el menor ruido posible- ¡Matilde!- grito sorprendiendole al abrir la puerta de golpe, descubriendola-. 

Tiene un lío castaño en la cabeza además de que lleva las mismas ropas delgadas, sucias y desgarradas del día en que ___ la encontró, esta sentada al lado del detergente y las escobas pequeñas,  abrazando sus rodillas con la base de sus pies descalzos sobre la pared blanquecina. 

-¿Cómo sabía que estaba aquí?- cuestiono desganada con la mejilla recargada sobre la rodilla-.

-Tenía un par de amigos que solían esconderse aquí con frecuencia-. 

-¿___ esta bien? - pregunto la castaña desanimada con fuerza-. 

-¿Hay algún motivo por el que no deba estarlo?- comente inclinandome hasta colocarme de cuclilla con mi pierna sana mientras la otra la mantenía lo más firme posible-Matilde ¿pasó algo?- susurré fingiendo que no lo sabía a lo que la niña tras perder la mirada en el suelo decidió finalmente ocultar con pesar la cabeza entre sus brazos y rodillas-. 

Matilde era otra de las personas a las que ___ le salvó la vida además de Thomas y a mi, era suficientemente inteligente para saber que sus acciones habían sido totalmente injustas y que no debió haberse portado mal con ___ y ahora se sentía irremediablemente culpable. 

-¿Porque traes esa ropa puesta? ¿No tienes frío? - pregunte a lo que Matilde que estaba con la mirada en el suelo asintió con los hombros restándole importancia- ___ esta bien- susurre antes de sentarse por completo sobre el suelo, recargando mi muleta en la pared- se ha quedado dormida-.

-Yo no pertenezco aquí, no pertenezco a ningún lado, solo soy una niña huérfana de la calle - susurro cabizbaja-. 

-¿Es realmente importante para ti pertenecer en algún sitio?- mi pregunta captó la atención de la niña por completo, que giró la cabeza para mirarme con los ojos cristalinos-. 

Era como ver llorar a Samantha...y yo nunca la vi llorar. 

-Cuando tenía tu edad...me sentía tan solo y tan perdido que me preguntaba si acaso tenía sentido mi existencia en el mundo, aislandome de los demás, mintiéndome a mí mismo...en vez de encontrarme me perdí,  despues conocí a una chica enjaulada enamorada de la libertad, con el cabello castaño, delgada, pálida y sin fuerzas...ella...tenía menos motivos para pelear que yo, estaba tan perdida que olvido su nombre y la llamaron "Bestia", ella no tenía nada- a la fecha sigue sin tenerlo- sin embargo se aferró y siguió adelante por lo único que tenía-. 

-¿Que cosa?- pregunto la niña expectante-. 

-Ella misma...la vida es muy engañosa Mati, puedes crecer con ese vacío en tu estómago y puedes pasar toda tu vida buscando un hogar...pero cuando pasa el tiempo te das cuenta que tu eres tu sitio y tu hogar, donde otros, si así lo decides, descansaran su cabeza-. 

-Espero algún día hacerlo-susurro cabizbaja pellizcando el borde de su sudadera-. 

-Lo harás...pero Mati ¿Eres consciente de que lo que hiciste no estuvo bien? ni para ___ ni para Keyslee, no puedes soltar ese tipo de cosas con tanta seguridad, porque no la hay garantías en ello, antes se tienen que realizar pruebas, no puedes ser así de grosera con __, porque ella daría todo por ti y Thomas, lo sabes ¿no?-.

-Si...yo tambien la quiero mucho y no me gusta verla triste y acerca de ello...hay algo que quiero decirte?- susurró penosa la castaña aspirando fuertemente con la nariz-. 

-¿Qué es?- pregunté pero ella no respondió- ¿quieres chocolate caliente?-.

Los ojos de la niña se iluminaron como plato, bajando sus rodillas antes de girarse para verme.

-¿Es comida?- preguntó emocionada-.

Tanto tiempo sola, olvido de dónde venía, quién era y el sabor de los alimentos calientes. 

-Si, lo es- susurre y la niña se puso de cuclillas pensativa entre su culpa y sus ganas por comer-mira vamos a la cocina, me cuentas con calma y te calientas un poco-.

-Sip- dijo como último asintiendo con la cabeza esperando con paciencia hasta que me pusiera de pie y dejará de estorbar en el camino- ¿__ es tu hogar?- soltó de golpe caminando delante de mí-. 

-Ammm...ella- nunca supe con claridad lo que se sentía tener un hogar, pero sin duda ella era lo más cercano, ella era hogar, vida y muerte juntos-. 

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Muchas gracias por leer, con esto empezamos oficialmente el maratón por navidad 1/4   

Ojala sea de su agrado.❤❤❤❤❤❤

Muchas gracias por todo ❤❤💀✨

¡Las quiero! 🖤

¡Las quiero! 🖤

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Destrúyeme: La Caída Del Imperio Holland [Tom Holland y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora