Capítulo 63

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La joven de los ojos apagados

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Labios pintados de un violeta letal, profundos ojos cafés y unas curvas en las que podrías morir, no quedaba mucho de la joven que conocí siete años atrás.

—Thomas, por fin apareces—su cabello era tan castaño y largo, caía en cascada libre hasta rosar el inicio de su cintura en mechones dorados, con la piel más blanca que jamás haya visto—.

Estefanía...

el pasado me había venido a buscar,

el karma busco al culpable 

y el único que quedaba en la habitación era yo.

—Estefanía—dije perplejo, no la había visto en años, se había vuelto un fantasma desde el momento en que mi padre murió y ahora estaba en mi estudio con uno de los libros en las manos y una sonrisa en los labios—¿Qué haces aquí?—.

Ahora de verdad quería vomitar.

—Vine a verte...supe lo que paso con Keyslee y Julián, lo siento mucho, se que ellos eran lo más cercano que tenías desde la muerte de tus padres y tus hermanos—dejó el libro en la mesa y camino hacía a mí, llevaba un suéter largo en color rojo que pasaba por vestido y llegaba arriba de las rodillas, denotando sus bien formados muslos—.

Mi cuerpo no me obedecía, ni siquiera mi rostro, me quede de pie en la entrada del estudio intentando recordar como respirar.

No había ido al funeral de mis padres, no había vuelto en años y ahora se presentaba.

—No éramos tan cercanos...dime la verdad—le dije intentando controlar mis nervios, no le creía absolutamente nada—No me gustan los problemas Ruiz—.

No me gustaban los problemas,

 como a todos, 

sin embargo _____ West era un problema que podría soportar de allí a diez vidas.

Hay problemas que te consumen

y hay otros que te muestran la vida,

____ West era ambos.

—No has cambiado nada...—dijo suave, tomando la iniciativa para acercarse a mi en silencio, las luces no habían sido encendidas, conforme más se acercaba más nervioso me sentía—tan seco como cuando fuimos novios—me alcanzó, tirando de mi mano hacía adelante, para adentrarnos en el estudio—.

Destrúyeme: La Caída Del Imperio Holland [Tom Holland y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora