Capítulo 3

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Nisiquiera era capaz de dar crédito a lo ocurrido, mucho menos era capaz de imaginar lo que pasaría a partir de ese entonces, Tom me había dejado inmóvil, siendo apenas capaz de apoyarme sobre el bordillo de la destendida cama. 

En mis labios permanecía parte de la esencia de  Tom combinado con los rastros de mi sangre, no esperaba menos, Tom es todo, es la sangre que caliente en mis venas, es la ceniza en mi cabello y mi guardián de los sueños...mi monstruo favorito, el cual tenía que olvidar, aun que su nombre estuviera con tinta indeleble en los párpados de mis ojos.

Apenas cerrarlos...él estaba allí, para bien o para mal. 

-___- me llamo Fere a susurros desde la puerta, donde primero asomó la cabeza y despues se metio con cierto miedo, despues de todo era la habitacion de Tom y Fere nunca le perdió el miedo- me has dado un susto de muerte, te llevo buscando desde hace más de veinte minutos- me recrimino alzando la voz lo suficientemente para hacerme ver que estaba enfadada conmigo- ¡¿No me vas a contestar?!- preguntó aun en la puerta cruzándose de brazos-. 

No tenía voz para responderle, mis manos y mi garganta temblaban y estaba segura que apenas hablara se me rompería la voz, por lo que como todo una cobarde, opte por mirarla, con el nacimiento de mis ojos ya húmedo. 

-Ay mierda ¿Qué paso?- se relajó al instante, cerrando la puerta de la habitacion apoyando una mano en la perilla y otra en la madera oscura antes de acercarse a mí con preocupación- ¿Qué tienes? ¿Qué pasó? ¿Tom te hizo algo?-. 

-Tom...- pronuncie sin fuerzas con las mejillas enrojecidas por la vergüenza, nunca me había gustado que me vieran llorar, y menos me había gustado que me vieran llorar por amor- le pedí que se alejara de mi...para siempre- Fere se había sentado en el suelo delante mío tomando mis manos de entre mi regazo, mirar al suelo no era más una opción para eludir su mirada-. 

-¿Y que te dijo?- respondió esperanzada de que de alguna manera Tom dejará su actitud fría y calculadora para arriesgarlo todo por amor-.

-Dijo que sí, que todo solo ha sido parte de una mal sueño- era incapaz de ver con claridad el rostro de la pelinegra con todas las lágrimas amotinandose en mis ojos esperando en que la primera fuera lo suficientemente valiente como para caer, dándole confianza a las demás para caer tambien-. 

-Ay mi ___ ¿porque le pediste que se alejara si te duele tanto?- comencé a llorar con ganas de la impotencia a lo que la pelinegra presuro una de sus manos a mi mejilla limpiando las lágrimas sin mucho éxito antes de que las nuevas bajarán-.

-Porque nunca voy a tener al Tom del que me enamore, aquel que llora y se proclama humano necesitando de mi, nunca voy a poder tener a ese Tom suave, quebradizo y único que me llamaba en sueños y me besaba con el alma, el va a seguir tras su escudo porque así aprendió a protegerse con él, se mantuvo a salvo y yo no soy capaz de reemplazarlo- respondí atropelladamente,  inclinandome lo suficiente, recargando mis codos sobre mis muslos para no ver los ojos a través del cristal de Fere-.

Conocía a Fere, sabía que lo que me seguía era un buen regaño, un "tú te lo buscaste" un "vamos a seguir adelante" o incluso su "todo va a mejorar" sin embargo las palabras que le precedieron hicieron más en mi de lo que creí.

-No seas tan dura con él...- dijo con extrema suavidad tomándome del mentón para levantar mi rostro hasta que pudiera ver el suyo- ¿Cómo es que te atreves a juzgar su escudo cuando tu has llevado uno igual o más grande que el suyo durante todo este tiempo?-. 

-Mi escudo no implica matar, vender o dañar personas ajenas- respondí a la defensiva-. 

-¿Segura? - preguntó con suspicacia, mirando al techo unos segundos relamiéndose los labios- en primer lugar, te dañas a ti misma y en segundo lugar- aseguró confiada para despues hacer una pausa mirándome directo a los ojos con seriedad- ...debiste ver lo mucho que nos dañaste cuando  intentaste suicidarte y por poco lo logras, dañaste a Thomas y a Matilde, torturaste a Rubén, Miguel y a Hazza,  y mataste a Tom- nuevamente me había quedado sin palabras, despues de todo nunca había tenido a nadie que se preocupase por mí o tratara de salvarme, nadie más allá de Fere y ahora, de alguna manera sentía que contaba  con una familia- ahora, es momento de seguir adelante, ___ tienes que levantarte, la guerra aún no termina-. 

Destrúyeme: La Caída Del Imperio Holland [Tom Holland y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora