58

1.1K 56 3
                                    

Título: The webhead is mine
Peter Parker y lectora
Advertencia: 🤫

Una vez más, tenía al pobre hombre acorralado.

—Por favor, no lo hagas—suplicaba—. T-te pagaré, lo juró.

Reí ante eso. La luz de la luna llena sobre nosotros le confería a la escena el tetricismo perfecto a todo esto.

—Vamos, Jerry. Sabes como es esto. Dijiste lo mismo la última vez.

Lo vi tragar fuerte ante mi inexistente esfuerzo por ser piadosa. Pero, no podía culparme. Yo lo había advertido desde la primera vez que empezamos a hacer negocios juntos.

—Te pagaré el triple, lo prometo.

Rode los ojos, aburrida de aquel patético numerito que se repetía siempre con cada uno de mis deudos.

Todos creen que por jurar algo se enmiendan las cosas. Y no es así.

No conmigo.

—¿Quién crees que soy, Jerry? ¿Black Cat? —el interpelado tembló aún más, al ver el humo morado que comenzaba a salir de mis manos —¿algo que quieras decir antes de morir?

Mi esfera de ácido de cianuro está a escasos centímetros de su cara, hasta que un enorme brazo metálico lo tomó por el cuello y lo arrojó varios metros lejos de mí, hacia la orilla del muelle.

Exhale con fuerza antes de girarme a ver al dueño de tal parafernalia.

—¿Acaso nadie te dijo que no juegues con tus víctimas?

—¿Ahora qué demonios quieres Octavius? —increpé, cruzandome de brazos y viendo fijamente al gordito con brazos metálicos.

El susodicho sonrió ladinamente con malicia antes de proseguir.

—Mis sensores detectaron cierta... Inestabilidad cuántica cerca de Midtown. Las cámaras indican que los dos objetivos restantes ingresaron en la trampa.

Mi sorpresa se hizo notar inmediatamente. Finalmente, después de tanto tiempo, tendría la oportunidad de vengarme de la maldita araña.

—¿En serio? —ronroneé en completo deleite.

—Puedo dar fé de eso, querida —complementa el desagradable hombre amarillo que recién se había unido a la charla.

—Gusto saber que sigues con vida, Max.

—______. —saludó él.

—Bien, ¿vendrás? —pregunta Otto.

Lo mire como si la respuesta fuera demasiado obvia.

—Terminaré con mis... —a lo lejos, se oía al miserable de Jerry gritando por auxilio —asuntos pendientes.

El gordito rodó los ojos con cierta impaciencia, mientras que el Rey de las Chispas se río por lo bajo.

En menos de un parpadeo, me alejé de ellos, aterrizando de lleno justo frente a mi presa.

Leeds corrió como pudo de mi, pues antes de la llegada del octópodo quizás le quebré uno a dos huesos de la pierna izquierda.

—¿Vas a algún lado, querido Jerry? ¿Quieres que te de un aventón?

Mi voz aterciopelada lo aterrorizo aun más, sobretodo porque de pronto tenía mis manos encima.

—No... No... ¡No!— gritaba, intentando escaparse.

Entonces, sus quejidos fueron callados por mis manos quebrando su cuello.

One-shots (Peter Parker /Tom Holland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora