One-shots (Peter Parker /Tom Holland)

48

Título: Arañas borrachas y despechos a las 2am.
Peter Parker y lectora.
Advertencia: Sé que por cuestiones químicas y anatómicas, Peter no se puede emborrachar, pero supongamos que sí, porque me divertí demasiado imaginando y escribiendo esto.

-Pete, por favor ya basta.-Decía Harry Osborn, intentando arrancarle el vaso de alcohol a su amigo, quien ya llevaba su décima cuarta cerveza en la noche.

-No.-Replica el castaño como niño chiquito, abrazando el vaso como si fuera un peluche. El pelinegro notó cómo sus ojos volvían a ponerse vidriosos, y eso lo exasperó más.-Ella era mi mejor amiga, Osborn. Y me dejó.... Me dejó, por un rubio oxigenado. El mismo rubio del funeral de Tony.-Lloriqueaba, dándole un trago largo a su cerveza.

Harry ya no sabía que hacer con su amigo. Hace ya un mes que estaba deprimido a morir porque, según entendía por lo poco o casi nada que Peter le había explicado, una chica (que ni idea de quién se trataba) lo había dejado cual perro en la calle, y se había ido con un rubio, mejor dicho, había vuelto con un rubio.

Lo que más confundía al pobre pelinegro de ojos verdes, era que sabía que Peter no había salido con nadie desde que terminó con M.J hace dos años. Y que ambos habían quedado como amigos. Por lo que creyó que aquella depresión suya era una manifestación algo tardía de mal de amor por la pelirroja, quien hacía poco comenzó a salir con Storm. Hasta que desechó esa idea después de ver que Mary Jane estaba igual de preocupada que él por el castaño. Y que el nombre de la chica no era ni parecido al de la pelinaranja, 

Así que, después de casi arrastrarlo fuera de su cama, y hacer que se pusiera presentable para salir. Lo llevó al club privado que solían frecuentar desde que salieron de vacaciones de la universidad.

Más tarde se dio cuenta de la terrible idea que fue hacerlo, pues Peter se lanzó a llorar de nuevo, y para colmo, se emborrachó.

-Ya me lo has dicho más de cien veces en lo que va de noche, Parker.-Bufa algo fastidiado revisando su teléfono y tecleando algo. Pensando que sería buena idea llamar un taxi para ir a su casa, pues ni loco se atrevía a dejarlo en el departamento de May, y menos en el estado tan deplorable en el que se encontraba.-Bien, escucha, disfruta de esa cerveza, porque en cinco minu....-Se giró nuevamente a ver a su amigo, quien se suponía debía estar a su lado en la barra de aquel club Pero no lo encontró.-Mierda, ¿a dónde te me fuiste?-Exclama poniéndose de pies, comenzando a caminar lejos de allí, buscando al borracho castaño por todas partes.

-Mierda, mierda, mierda...-Decía este una y otra vez desesperado, después de darle más de tres vueltas a todo el lugar, incluso le llamó a su celular y él lo mandaba al buzón.

Al borde de un colapso nervioso llamó a la pelirroja.

-Vete a joder a alguien más, Harry. Son las dos de la mañana, la gente duerm...-Se escuchó la voz ronca y adormilada de Watson por la otra línea. Pero Osborn la interrumpió.

-M.J, perdí a Peter.-Dice este preocupado, pasándose las manos frenéticamente por la cabeza, alborotándose aún más la mata de cabello azabache que tiene.-¡May me va a matar!-Chilla este.

-Maldito animal de monte, ¡¿cómo que se te perdió?!- Inquiere histérica la pelirroja, notablemente más despabilada que antes.

-Peter es cómo un ninja, me voltee cinco segundos para llamar a un taxi y él se desaparece...-Responde igual de histérico que su amiga, volviendo a darse una vuelta por el club. Sin resultado alguno. Harry escucha como por la otra línea, M.J se aleja del celular unos segundos y después regresa. Momento que él aprovecha para preguntarle al barman por su amigo, quién le niega con la cabeza, antes de seguir atendiendo a más personas.