✗VÍNCULOS DE SANGRE✗ © [SVD #2]

Capítulo 26 ✗ Extraña conexión

  A Y L I N
Decidida avanzo hasta la habitación donde se encuentra mi hija. Desde lo ocurrido con Carlos no he estado con ella, cada vez sintiendo que la pierdo. Lo más valioso para mi. Desde que hablé con ella, no lo he vuelto a intentar y realmente estoy preocupada por ella.

Estos días he estado ocupada en estar con Carlos, por suerte lo han dado de alta en el hospital. Olvidando aquello, no querer hablar con él sobre el divorcio, de lo ocurrido. Sintiendo la molestia de ambos. Sam, mi amiga de años sigue molesta conmigo, la siento alejada, muy apenas me dirige las palabra.

Es una afectación entre nosotros desde que ellos regresaron y lo peor es que separados, no me siento tan valiente para enfrentarlos.

Mi hija, siendo lo único cerca obligatorio que me queda.

Llego a la puerta, toco dos veces y al no tener contestación de su parte. Tomo la perilla, por suerte sin seguro hasta lograr abrirla y empujar la puerta asomándome por la abertura.

—¿Se puede hija?

La veo sentada en su cama, con una almohada en su regazo, sobre ella ese cuervo valioso para ella mientras lo acaricia.

—Pasa madre.

Sonrio y me adentro a la habitación cerrando la puerta detrás de mi. Me acerco hasta ella quedando de pie frente a la cama.

—¿Cómo estás? ¿Hay algo que quieras contarme? Hablar…

—Mamá, ahora soy yo la que no quiere hablar. —responde sin verme.

—Ana Liz. —tomo asiento en la cama—. Sé que no he estado contigo desde lo de Carlos, te pido una disculpa y espero entiendas que…

—Mamá ya no importa. —posa la vista en mi —de verdad.

—Te conozco hija. No quiero que estés enojada conmigo.

Intento tomar su mano, sin embargo. Ella la aleja bruscamente. No insisto viendo como acaricia ese cuervo. En este momento lo prefiere a él que a mí.

—No estoy enojada contigo mamá. —hace una pausa—. Estoy decepcionada. Ya estoy harta que me ocultes cosas y me mientas. Quieres protegerme, lo entiendo pero merezco saber toda la verdad, esa verdad que me vincula a mi padre. Todo este tiempo has querido sobreprotegerme, por vivir con pánico por ellos. Lo entiendo todo, tu forma de ser conmigo pero ahora no quieras prohibirme estar cerca de ellos.

—Son peligrosos hija, solo quiero evitarte el daño, que corras peligro por mis errores.

—¡Soy un error!

—No, por supuesto que no. —digo apresurada —eres lo más valioso que tengo.

Me da una última mirada y baja la vista en el cuervo.

—Dime algo mamá, ¿te arrepientes de haberme tenido?

Niego varias veces.

—No, me arrepiento de haber conocido a Darren, a todos ellos. Su mundo. Pero de tenerte a ti, no —suspiro—. Yo solo quiero que esto no te afecte.

—Creo que ya es demasiado tarde mamá.

Ambas guardamos silencio.

—Hija de lo que te dije en el hospital…

—Es una mentira. —me interrumpe—. Lo sé, lo comprobé. De nuevo me mentiste, me lo dijo ese rubio, no le creí, te pregunté y sentí que no era cierto y de cierta forma, al hablar con Darren, tuve certeza que él me dijo la verdad, aunque me terminó corriendo y despreciando. —hace una pausa—. Pensé que serias sincera conmigo, me equivoqué mamá. Ese que tanto odias, me confirmó la verdad.