Capítulo 33 ✗ Vamps¹

427 52 22
                                    

"Lo que otros ven como grotesco y horrible, nosotros lo vemos como bello y artístico"

   A Y L I N
—¡Bienvenidas a su nuevo hogar! —exclama Esteban con demasiado entusiasmo apenas entramos a su dichoso escondite, él sin borrar esa sonrisa de su rostro siendo un poco visibles sus colmillos.

Sin recibir respuesta de nosotras, solo una mirada fugaz es suficiente para adentrarnos con nuestras maletas. Ante el tiempo, la presión de ambos vampiros, solo logramos  empacar lo más rápido, lo más indispensable.

Observo la casa, la misma casa que he estado antes a peticion de mi hija en venir aquí aquélla vez, bastante sencilla, no muy espaciosa. Siendo tan pronto los recuerdos invadirme. Por una parte me alivia ser este escondite.

Aseguro que para ellos no les pasa desapercibida mí molestia al estar aquí, el desagrado por el cambio de casa. Nunca estuve de acuerdo más fui obligada por un vampiro en específico. Al contrario de mi hija que se nota feliz, tan curiosa en la forma que observa alrededor.

—Quita esa cara pequeña, no es para tanto. Es un tanto parecida a tú antigua casa. De cualquier forma, estando allá o acá, no te librarás de nosotros.

Me limito a guardar silencio ante las palabras de Esteban.

Es el único con el que hemos intercambiado varias palabras durante el resto del camino. Él sin importarle guardar silencio. Siendo mi camioneta invadida por ellos, siendo lo bastante incómodo al verme obligada al darle las llaves a Esteban, situarme atrás con mi hija, ella quedando en el centro de mi y Darren.

—Por mi no hay problema. Ya hemos estado aquí mamá. No me importaría quedarme y más si es con ellos. —espeta mi hija captando mi atención.

—No tienen opción. Así sea obligadas, se van a quedar aquí.

Suspiro y dejo de ver a Esteban enfocando mi vista en Darren al escucharlo. Él situado a una cierta distancia de nosotras, cruzado de brazos.

—¿Por cuánto tiempo estaremos aquí?

—El tiempo que sea necesario Ayline, al menos hasta que dejen de estar en peligro.

Resoplo.

—No es tan malo pequeña, estarás con nosotros. Aquí, ambas están a salvo. —interviene Esteban.

Dirijo mi vista en él.

—Incluso ustedes son peligrosos para nosotros, no dejan de ser vampiros.

—Pero es preferible que estés con nosotros que bajo la vigilancia de las creaciones de Victoria mi pequeña.

Me limito a no responderle aunque tenga razón.

—Mamá, debemos quedarnos aquí. No es seguro regresar a nuestra casa, además está destruida y con sangre por todos lados.

No me recuerdes lo ocurrido hija.

Suspiro y asiento.

—No está a discusión, ambas se quedan. —Darren da un paso adelante, la vista puesta en nosotras—. Esteban, llévalas a una habitación.

—Por supuesto, siganme hermosas.

Esteban nos arrebata nuestras maletas y lo vemos marcharse en dirección a las escaleras.

Dejo de ver a Darren y desvío la vista en mi hija.

—Vamos. —tomo su mano y ella se deja guiar por mi yendo detrás del rubio.

Apenas entramos a esa habitación y Ana Liz es la primera en correr y sentarse en la cama, sin soltar a ese cuervo entre sus manos.

—No está mal.

✗VÍNCULOS DE SANGRE✗ © [SVD #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora