✗VÍNCULOS DE SANGRE✗ © [SVD #2]

Capítulo 52 ✗ Salvadoras

  ++ ANA  LIZ++
Abro los ojos poco a poco hasta que distingo donde me encuentro y en el transcurso, los recuerdos me invaden para recordar porque llegué a esta habitación.

Me empiezo a incorporar en la cama hasta quedar sentada y desvío la vista. Veo a mi madre acostada a un lado mío, dormida.

Sonrío al verla y regreso la vista al frente.

Hace mucho que no dormía muy bien. Estoy relajada, tranquila. Es raro que haya dormido muy bien en esta habitación, estando en este Castillo. Dormí como hace mucho no lo hacía.

»Adiós pesadillas«

Suelto un bostezo.

Parece que no es suficiente sin embargo, me cansé de seguir durmiendo.

Observo la habitación. Ambas puertas están cerradas. No me permite ver el exterior, sin tener la certeza si ya amaneció.

Me dedico a buscar a Darki, enarco una ceja al no verlo en mi cama, a mi lado. La preocupación me invade y rápido reviso debajo de las sábanas. Salgo de la cama y la rodeo hasta llegar junto a mi madre. Con cautela la descubro un poco y encuentro a Darki dormido cerca de su mano.

—Eso es traición Darki —murmuro en voz baja.

Y aunque quiera molestarme, no puedo hacerlo. Es raro verlo cerca de mi madre.

Suspiro y vuelvo a cubrirla. La observo con detenimiento.

Es mi madre y la quiero mucho, es todo para mí aunque la mayoría del tiempo sea una hija rebelde. Apesar de todo lo que a hecho para protegerme, la quiero. La veo como una amiga y la única compañía humana que tengo en este lugar.

Hago una mueca triste.

»No quiero separarme de ella«

—Te amo mamá. —susurro y beso su mejilla. Rápido me alejo y me enderezco. Un recuerdo de mi infancia me invade.

—Adoras tanto a tú hija.

—Ella es lo más valioso para mí Sam.

Corro hasta ella y la abrazo. Mi madre me carga y me llena de besos sin importarle que me queje.

—No es justo, se ven adorables —escucho decir a mi tía Sam— ¡Te la voy a robar! ¡Me llevaré a esa niña! —grita entre broma.

Mi madre me baja al suelo. Riendo me escondo detrás de ella.

—¡Corre mami! ¡No dejes que me atrapé!

Ella toma mi mano mientras ambas salimos corriendo de la cocina. Mi tía Sam nos sigue sin yo dejar de reír.

Reacciono y el recuerdo se esfuma.

»Extraño a mi tía Sam. Ella también era una madre para mí«

Me cruzo de brazos y suspiro.

En ese entonces tenía siete años y solía ser un juego que mi tía Sam usaba conmigo. Me gustaba que me atrapará y siempre ser rescatada por mí madre.

—Seguimos corriendo mamá, está vez huimos de vampiros.

No obstante, escucho la puerta ser abierta. Me doy la vuelta un poco asustada sin embargo me tranquilizo al verlo a él.

—Hola Owen. —le sonrío— querías verme.

Él me observa desde el marco de la puerta.

—Fui obligado a vigilarlas. No me importa que les pasé.