Capítulo 35 ✗ Expuesta al peligro (#1 parte)

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ANA LIZ
-Fue más fácil de lo que pensé. -le digo al rubio apenas entramos al dicho antro. Este repleto de muchas personas bailando, bebiendo y besándose en varias esquinas. Ignoro eso y sigo observando alrededor perpleja. La fuerte musica se escucha y intento alcanzar al rubio que se escabulle con facilidad entre las personas. -este lugar es increíble- digo lo suficiente alto- mi madre, nunca me hubiera dejado venir a un lugar así. Creí que no me iban a dejar entrar.

Entonces, él se detiene, choco con su espalda y me detengo enseguida.

-Criatura. -se da la vuelta- vienes conmigo, te dije que no sería problema entrar. -habla alto, lo suficiente para que lo escuche.

-Si me dí cuenta ¿Qué clase de truco usaste? -espeto con el ceño fruncido.

Apenas llegamos, nos negaron la entrada. Más apenas el rubio habló con el guardia, él cambió de parecer.

-No es un truco, es más bien un don. Todos nosotros podemos hipnotizar a cualquier mortal para lograr lo que queremos. Suelo usarlo muy seguido. -responde encogiéndose de hombros.

-Eso es genial. Si duda, sería increíble ser como ustedes.

-No lo es criatura. Tú no puedes condenarte a ser como nosotros. No es nada genial.

-Son inmortales.

Él se cruza de brazos.

-¿Y de qué sirve serlo si llevás una vída aburrida? Sin tu alma, creeme, es un maldito infierno. -me observa fijamente- además, siempre tenemos que estar ocultos de los humanos. No podemos estar en estos tipos de lugares, demasiado tentación con su sangre. -él observa alrededor- la música es demasiada fuerte. Me irrita -regresa la vista en mi- es aburrido ser como nosotros y será mejor que te olvides de esa idea.

Dicho esto y lo veo darse la vuelta.

Permanezco quieta en mi lugar mientras lo veo alejarse.

Me obligo a reaccionar y camino a pasos rápidos. Empujo a varias personas mientras trato de alcanzarlo. Es rápido, ágil que lo perdí de vista.

-Rubio. Esteban. -volteo a ambos lados- ¡Maldita seas rubio!

Enseguida siento un jalón que me obliga a salir del bullicio de personas bailando.

-No te me pierdas criatura.

Desvio la vista al ver al rubio cerca de mí. Su fría mano alrededor de mi muñeca.

-Vamos, es hora de iniciar la diversión.

Me jala y obligo a mis pies a seguirlo hasta llegar a la barra. Me suelta y él toma asiento en una banca. Lo imito y con desconfianza, tomo asiento a su lado.

-¿Algo de beber?

-¿Vas a beber? -le cuestiono y apoyo mis brazos en la barra- No creo que aquí sirvan sangre.

-No la necesito en este momento. -espeta él sin dejar de sonreír- no cuando puedo encontrarla en cualquier mortal de aquí.

Lo miro fijamente.

-Tienes razón. -poso la vista al frente- no suelo beber mucho.

-Al menos dime que lo has intentado.

-A escondidas de mí madre. -confieso y giro a verlo.

Esteban sonríe ampliamente.

-En ese caso, te pediré algo fuerte y tranquila, aquí no está tu madre. De esto no se enterará y de mi parte, tienes mi silencio y mi grata compañía.

Asiento y lo veo hablar con un mesero.

De acuerdo, esto es raro. Estar aquí con un vampiro. Jamás lo imaginé.

✗VÍNCULOS DE SANGRE✗ © [SVD #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora