✗VÍNCULOS DE SANGRE✗ © [SVD #2]

Capítulo 56 ✗ Hermoso atardecer

“En el momento que te encontré en
el mundo, solo dije que sería larga
y oscuramente nuestra historia”

+ A Y L I N +
Ha pasado una semana. Después de todo lo que a pasado, existe un poco de calma, tranquilidad aunque la preocupación aún sigue.

No sabemos nada de la Corte. Desde ese día ninguno a aparecido en el Castillo, ni mucho menos su mensajero. Eso me inquieta. Me angustia demasiado. Cada día que pasa pienso que ellos vendrán en cualquier momento. Tan solo pensar en exponer la vida de mi hija, me asusta. Sea lo que sea que están tramando, es peor cada día mientras esperamos su respuesta. El momento en que nos ataquen.

Con respecto a Victoria, ellos no saben nada de ella y aunque aquí tengan a su hermano, ella no a venido a rescatarlo.

Y por último, ese vampiro.

Desde ese día, las pesadillas y esos recuerdos se esfumaron. Dejé de escuchar su voz en mi cabeza. Estoy tranquila.

Es una tranquilidad que a la vez me preocupa.

Dejé de tomar esas pastillas, esos té que después descubrí que esa vampiresa llamada Lezy los hacía. Sea lo que sean los ingredientes que utilizó, me ayudaron mucho.

Trato de no pensar en eso. Tener la compañía de mi hija me ayuda. La compañía de dos vampiresas, justo como en este momento.

—¿Botas o zapatillas? —espeta Mía mientras nos muestra cada zapato.

—Botas. —le responde Ashley. Ella se encuentra sentada en la orilla de la cama.

—¿Debería llevarme el cabello suelto?

—Mía, tranquilizate. Solo vas ir a cazar.

Observo a cada vampiresa. Estoy sentada en la cama, recargada en la cabecera. A un lado de mi, está Ana Liz con Darki entre sus manos. Ambas prestamos atención a esas dos vampiresas.

—Quiero verme bien siempre que estoy con Drake.

Sonrío al escucharla.

Ashley gruñe y con velocidad llega hasta ella.

—Lleva el cabello suelto ¿no es así? —nos pregunta.

Ambas asentimos.

—¿Es una clase de cita? —le pregunta Ana Liz.

Ashley vuelve a tomar asiento en la cama.

Mía deja caer los zapatillas y esas botas.

—No lo es, es más bien algo tradicional entre nosotros. Cada cierto tiempo, salimos a cazar juntos y Dean viene con nosotros. Queremos que aprenda a controlarse. —observa a cada una— pero no los matamos. Sólo bebemos su sangre, los dejamos con vida solamente les borramos la memoria.

—Lo entiendo Mía, no es necesario que me expliques. —me guardo mi propia opinión aunque esté en desacuerdo con lo que hacen.

—Vaya, no es tan malo. —inquiere Ana sarcástica.

Giro a verla. Recibe mi mala mirada, ella se encoge de hombros y posa la vista en Darki.