Capítulo cincuenta y dos: Despedida de soltera

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Narra: Camil.

Esto era una locura. Las chicas tuvieron la "fabulosa" idea de traer a Zuri ha un bar donde hay estripers por todos lados. Mañana ya es el día probablemente, el más importante por ahora.

Me hacía tan feliz verla tan llena de brillo, ella era fabuloso y merecía lo mejor de este mundo. Broily da un muy buen chico, se que dará lo mejor de el para hacerla feliz.

---Mi vida---ella se sienta a mi lado y besa mi mejilla---¿Alguna vez te dije lo sexi que te ves con ese color?---yo sonrió al escuchar dichas palabras. Se puede notar a distancia lo ebria que estas.

--- No me digas eso. Que me enamoro---ella suelta una gran carcajada. Para así darme otro beso en la mejilla y marcharse adonde se encontraba los estripers. Era asombroso ver a mi hermana al rededor de tantos hombres musculosos, además de apuesto y semis desnudos.

---Hola---yo alzo mi mirada. Encontrándome con un hombre musculosos, con ojos celestes y cabello castaño. Su rostro parecía como si lo hubiesen esculpido los mismo dioses, era realmente atractivo.

---Hola. ¿Nos conocemos?---pregunto curiosa. El toma asiento en frente de mi.

---Temo que aún no he tenido el gusto---su sonrisa era hermosa.

---Bueno. Ahora lo tienes---avia algo en el que me transmitía confianza y paz.

---¿Gustas algo de tomar?---el le hace señas a él mesero. Y antes de que pudiera hablar.

--- Lo lamento. No puedo---me disculpo con el.

---¿Por qué no?.

---Es que no puedo beber alcohol. Digamos que ahora mismo no estoy en mi mejor tiempo de salud---no deseaba sentirme triste. No quería recordar lo que sucedería, mañana. O pasado, o incluso hoy. No deseaba pensar más en mi muerte, ya no más.

---¿Y quien ha dicho que deberemos alcohol?---el dedica toda su atención al mesero---dos jugos de frutilla por favor.

---Como usted diga señor---el mesero nos regala una sonrisa para así marcharse. No tardo más de cinco minutos cuando llegó con dos jugos de frutilla, el le da uno al desconocido y luego una a mi.

---Gracias---digo con una sonrisa.

---Gracias---el mesero se marcha, yo le doy un sorbo a la bebida. Era tan deliciosa, mucho mejor que el alcohól.

--- No pude evitar no notar que no dejas de observarme---digo curiosa. Cualquiera pensaría que era un acosador por mirarme de esa manera, pero no es asi. Su mirada trasmite seguridad, si. Es muy incómoda, debido ah que lo acabo de conocer.

---Lamento mucho si te hice sentir incómoda---se disculpa.

---Descuida. No pasa nada. ¿Que hace un hombre tan correcto en un lugar como este?---pregunto intrigada por saber su respuesta. No parecía hombre que encajara en este mundo, bueno. Quizas yo tampoco lograba encajar en este lugar, pero realmente me sentía curiosa por saber su respuesta.

---Un viejo amigo me ha concedido de venir. ¿Y tu?. ¿Que hace una mujer tan correcta en un lugar como este?---yo suelto una pequeña risita.

---Debo admitir que no soy la clase de mujer que le gusta estar en lugares como este. Pero en resumen, es la despedida de soltera de una amiga---le confieso. Mi celular se hace sonar, indicandome que me ha llegado un mensaje---lo lamento---yo miro de quien se trata---Debo contestar. Es mi novio---me sentía culpable de interrumpir nuestra conversión. Así que sólo me levanto de mi lugar.

---Descuida---el se levanta de su lugar---contesta tranquila.

---Gracias---yo le doy una última sonrisa para así caminar hacia los lugares de los baños. La música estaba en alto volumen, necesitaba encontrar un lugar tranquilo donde pudiera oir a Oliver.

*Llamada entrante*

---¿Andonde estas?---me pregunta tranquilo.

---En un bar con las chicas---pregunto curiosa---no deberías estar llamándome. Es más, deberías estar divirtiéndote con tus amigos---le recuerdo.

---Es que no lo resisti---no comprendi ha lo que me trato de decir.

---¿Ha que te refieres?. ¿Qué no pudiste resistir?---pregunto confusa.

---Al no estar sin ti---yo miro a mi alrededor. Buscándolo con mi mirada.

---¿Como?. ¿Estas aquí?---pregunto emocionada.

---¿Puedes salir?.

--- Si. Ya voy, espera---yo salgo del bar. Y deimediato pude ver aún muy atractivo y sexi hombre, de cabello negro. Ojos marrones, cuerpo musculosa y perfecta fisionomía. Se encontraba cruzado de brazos en una pared de ladrillo, no pude evitar no sonreír. Se encontraba aquí, y eso me así muy feliz. Yo sólo finalizó la llamada.

*Llamada finalizada*

Para así guardar mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón y caminar asía el. El me toma por las caderas y me pega a su centro, yo le doy una amplia sonrisa para así rodear su cuello con mis brazos.

---¿Se puede saber que es lo que haces Aquí?---pregunto pícara. Nunca antes abia desiado más a una persona, como lo deseaba ah el ahora mismo.

--- Ya te lo dije---el guarda un mechón de cabello detrás de mi oreja. Me mira con dulzura y me da una sonrisa ladina---no resisti estar sin ti.

................

Mis gemidos se concentraron en toda la habitación. Mi cuerpo se encontraba exhausto al ver experimentando una vez más esa gloriosa sensación, el me da una última pero potente embestida. Yo arañó su ancha y pálida espalda al sentir como mi deseo se sasiaba por completo y llegaba al orgasmo.

En toma mi rostro y me da un muy fuerte beso. Me sentía tan plena, tan llena. Tan eufórica.

Y sólo rogaba por que ese beso nunca terminará, deseaba poder quedarme de esta forma por simples con Oliver. Sólo con el.

Ya que ha sido el. El único capaz de lograr que sintiera todo esto que siento por dentro, está necesidad de poder besarla. Arañarlo, manosiarlo. Apretar sus nalgas, acariciarlo. Y amarlo hasta que mi corazón deje de latir, el bajo mis manos anta sus nalgas y las aprieto con fuerza.

El sonríe con aún su boca pegada a la mia, introduce su lengua en mi boca. Para así hacerme perder el uso de la razón.

Cada momento alado de Oliver era único y totalmente mágico. Y lo único que podía hacer, era disfrutar esos momentos el mayor tiempo posible.

Mi Ángel [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora