Narra: Camil.
Abro mis ojos con cuidado. Una Yisel preocupada se encuentra aún costado de mi cama en la clínica. Intento sentarme, pero mi hermana me lo impide.
---¿Que me sucedió?---pregunto curiosa.
---Ayer por la noche te demayaste---me dice con dulcura.
---¿Y papá?.
--- No te preocupes por el. No está al tanto de nada de lo que esta pasando, salió aún viaje de negocios ayer por la noche. Quizás llegue mañana o pasado---me explica---cariño. Ya estoy preocupada por todo lo que esta sucediendo.
---Anoche hable con Tyler.
---¿Yy?--- me pregunta curiosa y acomodandose en la pequeña cama de la clínica.
---Dijo que ya era hora de soltar a Lola---le mencionó---Por cierto---yo me acomodo un poco---¿Quien me trajo aquí?---pregunto curiosa de su respuesta.
---Emmm....--- Ella suelta una pequeñita sonrisa, yo solo la miro extrañada---pues veras---ella se hace aún lado. Y puedo ver aún Oliver dormido en la silla de la habitación---estuvo aquí toda la noche. No se quiso ir, estaba muy nervioso. Vemos como un Oliver se mueve un poco en la silla, no puedo evitar no soltar una pequeña sonrisa al verlo de esa manera tan tierna. El abre sus ojos, y al percatarse de que ya estoy despierta se levanta de su lugar---bueno---mi hermana se levanta completamente de la cama---yo ya me voy para que puedan hablar---Yisel nos da una sonrisa, y sin mas se marcha dejandome a solas con Oliver.
--- Hola---pronuncio sonriente.
---¿Estas bien?. ¿Cómo te sientes?---me pregunta preocupado.
--- Ya me siento mejor---trato de tranquilizarlo un poco. Es tan tierno verlo de esa manera con migo.
---Que bueno escuchar eso ángel---el se sienta a mi lado.
---¿Que hora es?---pregunto curiosa. Oliver mira su celular y sin darle importancia dice las siguientes palabras.
---Ocho y cuarenta y ocho---me dice como si nada.
---¿Que haces aquí?. Debes ir al trabajo.
---Ángel. No te preocupes.
---¿Pero cómo no me puedo preocupar?. Te van a hechar---le recuerdo.
---Dije que llegaría un poco tarde.
--- No deseo causarte problemas.
--- Tu jamas me causarias problemas---su mirada me tranquiliza, y en sus labios se forma una pequeña pero sexi sonrisa---ahora lo que importa es que tu estés bien.
---Creí que tu trabajo era lo que mas importaba---pronuncio con tranquilidad.
--- Eso era ante.
---¿Antes de que?.
---Antes de que llegarás tu---el toma mi rostro en sus manos---si algo te llegará a pasar, no se qué aria ángel---me dice con una muy tierna sonrisa.
--- No sabías que era tan especial para ti. Pensé que no te interesaba querer a nadie.
---Pues, digamos que hay veces que uno no sabe lo que en realidad desea.
---¿Te puedo hacer una pregunta?. ¿Tu sabes?. Ya que somos mas unidos como amigos---pronuncio con una sonrisa.
---Dime.
---¿Por qué tu hermana me odia?.
--- No te odia. Es sólo que me conoce mejor de lo que yo quisiera, el Oliver que mi abuela te contó ya casi no existe. Desde que murieron mis padre mi mundo se fue de cabeza, digamos que seme olvido el sentido de vivir la vida. Hasta quee...
---¿Hasta qué?---pregunto curiosa.
---Hasta que te conocí a ti---Mi corazón comenzó a latir con gran velocidad---Ángel. Eres lo mejor que me ha pasado desde hace tanto tiempo, vez la vida como nadie. Y debo admitir que eso me fascina.
---¿Que pasó con el tipo duro?.
---Umm... quizás ya es momento de que el viejo Oliver vuelva a la vida.
---Que bueno escuchar eso.
--- Es sólo un quizás. No te hagas tantas ilusiones---yo suelto una pequeña carcajada.
--- Eso me basta y me sobre---le digo con una gran sonrisa.
Narra: Yisel.
Debo aceptar que cuando Camil me contó sobre Oliver no me gustó mucho la idea que digamos. Hasta que tuve una seria conversación con Sam de unas cinco horas, hay fue donde pude comprender todo.
No puedo protegerla de todo, ya es hora de que Camil tomes sus propias decisiones y tome verdaderamente las riendas de su vida. Vivir en una burbuja no es nada bueno, ya era hora de que mi pequeña hermanita viviera en la realidad.
Pero eso no quita el hecho de que me da miedo. Si mi padre se enterara enloqueceria, no aceptaría para nada el hecho de que Camil este conviviendo con un periodis. Es más que un hecho que para los medios es ella la presa más grande.
Todos desean saber cosas de ella. Ya que absolutamente nadie sabía que ella existía, pero los medios suelen ser crueles con sus preguntas. Esas personas se vuelven gente sin corazón, son capaces de hacer lo que sea con tal de tener la primicia.
Y es eso justamente lo que me aterra. Que ella sufra, Camil ya a sufrido demasiado como para que ahora se meta en un mundo de cuervos, que sólo quieren picarla y lastimarla con sus preguntas atroces.
Siento como Sam posa su mano en mis caderas y posa su barbilla en mi hombro.
---Jamas la avia visto de esa manera. Tan feliz---pronuncio con una sonrisa.
---¿Ya le dijiste a tu padre lo que sucedió?.
--- No. Si el supiera, ya estaría aquí con nosotras---le digo con una muy pequeña sonrisa.
---Hay algo que me ocultas. ¿No es así?--- yo suelto un gran suspiro. Me doy la vuelta y poso mis manos en su cuello.
--- No es mi secreto.
---¿Es de ella?. ¿No es así?.
---Así es. Y por esa razón, es ella la que debe decirlo. Fuiste tu el que me dijo que debería dejarla vivir---le recuerdo.
---Así es---el me da un casto beso en el cuello. Yo le doy una sonrisa---aunque debo admitir que siento miedo. Siento más bien pavor, de lo que pueda suceder.
--- Ya no hay por que temer. Camil tiene a su lado a personas que la aman, y si una persona desea hacerle daño. Se las verá con todos nosotros.
---¿Sabes?--- el acaricia mi rostro con dulzura y delicadeza---te amo---yo tomo su rostro en mis manos, y dejo varios besos en su rostro.
--- Yo te amo más amor mío.
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Mi Ángel [Terminada].
AléatoireCamil es una hermosa joven de veintidós años. Su padre es un poderoso senador, Camil encuentra el amor en los brazos de Oliver Vega, un joven periodista de veintisiete años.