Mi Ángel [Terminada].

Capítulo diez: Linda Vega

Narra: Oliver.

---Ya llegue---le digo a mi hermana con una sonrisa.

---¿Como te fue?--- me pregunta con una sonrisa.

Se que me quiere. Y como me quiere y la conozco incluso yo diría que más que a mi mismo, le preocupa mucho que valla a meter la pata y diga algo inapropiado y Camil Thompson se enfade de tal magnitud con migo que le digas a su padre que despida a él imbécil de Carlos.

Su esposo. Devo decir que ese sujeto no me cae nada bien.

Y lo cierto es que me gustaría mucho sufrir por que no tiene empleo. Pero se que eso seria terrible, y no lo digo por él ya que ese tarado me da igual. Lo digo por mi hermana y sobrinos.

---Esa niña es complicada---digo pasando una manzana rosa de una mano a la otra.

Ella solo toma una plato. Que por lo visto contiene su desayuno.

Ella toma asiento en frente de mi.

---Define complicada---me dice tomando un sorbo del café que tanto ama.

---¿En serio quieres saber todo?--- digo tomando el tenedor y robandole una deliciosa banana de su plato, deimediato reservo un pequeño golpecito el mi mano---o solamente hoy estas tan aburrida que prefieres escuchar incluso que ropa interior uso. Con tal de no sentir el terrible silencio que hay en esta casa ya que los niños están en el parque con el mediocre que elegiste como el padre de tus hijos---le soy lo más directo posible.

Linda sabe muy bien que Carlos y yo no somos para nada compatibles. Ni siquiera me logré ver un cuarto vacío con él solamente de compañía.

---Lo de tu ropa interior. Por supuesto que quiero saberlo todo---me dice con un lijero toque de sarcasmo---estamos hablando de Camil Thompson. La hija del jefe de mi esposo---me recuerda lo obvio---si haces o dices algo indebido le podría costar el trabajo a Carlos.

Y mientras que ella solo hablaba, yo solo me percataba a escucharla y a robarme frutas de su desayuno.

No podría decir que es un don el que tengo de escuchar a las mujeres. Por que lo cierto es que me asusta no escuchar a mi hermana.

Ya que después te comienza hacer preguntas de lo que te estabas diciendo. Y si no les respondes, te lanza unas de sus miradas asesinas que sólo preferirías estar tres metros bajo tierra con tal de no ver esa escalofríante mirada.

---Esa no seria una mala idea---yo dejo el tenedor a un lado---hacer que despidan a tu esposito seria muy sastifactorio la verdad---le digo con una sonrisa, pero a ella no le da gracia ya que me lanza una de sus famosas miradas asesinas---pero por suerte te tiene a ti y a mis increíbles sobrinos. Así que no te preocupes---trato de relajarla, y puedo decir que lo estoy logrando---nunca aria algo que te pudiese perjudicar a ti y a mid sobrinos---le doy sincero.

Le soy sincero como lo soy con ella y con todas las personas que me conocen.

---¿Entonces?---ella como un poco de su fruta---¿Como te fue con Camil?. Apuesto que de maravilla, la conozco desde hace años y se que es una niña muy dulce e incapaz de dañar a alguien---me dice muy segura de sus palabras.

---Creo que la sobre valoras mucho. Dudo mucho que una persona tan frívola sienta amor por alguien más que no sea ella misma---le digo el concepto que tengo de ella.

---¿Por qué hablad así de ella?. Ni siquiera la conoces bien como para juzgarla---la defiende.

Mi hermana hubiese sido una gran abogada, jamás estudio esa carrera. Pero lo digo ya que si la hubiese estudiado, amaría mucho su trabajo.

Desde que tengo memoria. Linda siempre defendía a las personas, y núnca juzgaba a nadie por su manera de ser. Nuestra madre solía decir que era una cualidad.

Pero lo cierto es que yo pienso que es solo un defecto más que tiene. Como todos los tenemos, nadie es perfecto.

Y jamás nadie lo será, eso es más que un hecho.

--- No la defiendas como si la conocieras de toda la vida---le digo robandole de su comida.

---Por lo menos la conozco mucho mejor que tú. Y porqué yo la conozco más te digo que ella no es para nada a la Camil que acabas de describir---ella lleva su boca de pura fruta---ademas---no puede hablar correctamente. Ya que toda su boca se encuentra toda llena de fruta---¿Qué te hace pensar de tan manera de ella?--- la defiende una vez más.

Y conociendo a Linda. No la parará de defender hasta que le de pruebas consisas de lo que digo.

--- Es hija de un senador. Su madre era una de las mejores familias---le explico como están las cosas.

O por lo menos le comento lo que yo supongo que ella ya sabe, ya que Carlos tiene años trabajando con él senador Roller Thompson.

--- No creas que por tener dinero es una niña arrogante inhumana. En contrario---ella hace una pausa y luego solo continúa con su relato---es una niña dulce y muy tierna. Cualquiera en su sano juicio la amaría, así que no debes de estar juzgando a personas puro porque sus padres son importantes. Camil a pasado por muchas cosas, como para que tú vengas hablar de tal manera de ella.

---Lamento decirte que no siento ni la más mínima lastima por ella---me sinceriso.

--- Es muy Bueno escuchar eso---Linda se levanta de su lugar. Toma el plato ahora vacío y el vaso donde se encontraba tomando café, y solo los hecha a el lava platos---esa niña a pasado por tantas cosas coma para que ahora tu sientas también lástima por ella.

---Los sentimientos no son mi fuerte---le recuerdo.

Yo me cruzo de brazos y le doy una sonrisa.

---Ahora que comentas lo de los sentimientos. Estaba pensando que tal vez arias una linda pareja con Camil Thompson---me dice con una sonrisa.

Yo solo estalló de risa. No me pude contener mi risa a escuchar las suposiciones tan ridículas de mi hermana.

---¿Acaso sete a safado un tornillo?. ¿O ya de plano te estas volviendo loca por vivir con Carlos?---le digo con burla.

--- No te rías. Lo que te digo es muy es en serio---me dice con seriedad.

---¿Camil Thompson y yo?---le digo con una sonrisa.

---Así es. Ella es muy linda y me agrada, la verdad es que no me disgustaria para nada que ella fuera i cuñada---me dice con una sonrisa.

---Pues entonces estarás esperando. Ya que Camil Thompson no me interesa como mujer, ni hoy ni en un millón de años---le digo con una sonrisa.

---Quizás te guste y simplemente te cuesta aceptarlo.

Y esa es Linda Vega. Y sus ridículas suposiciones.

---En eso estas muy. Pero muy equivoca hermanita, por que si algo se es que entre Camil Thompson y yo no hay ni abra núnca algo---le aclaro la situación.

---Pues recuerda lo que decía papá. Núnca digas núnca.

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