Narra: Camil.
---Estuviste callado todo el viaje. ¿Sucede algo?.
---Ya no nos podemos ver más---me dice con frialdad.
No comprendía su actitud.
---¿Que?. ¿Pero por que?---pregunto desconcertada---acaso he hecho algo malo.
--- No eres tu. Si no yo, yo siempre he sido el problema. Y no quiero ser un problema para ti.
---¿Tu un problema?---suelto una pequeña carcajada---¿Si sabes que tu jamás podrías llegar hacer un problema para mi?.
--- Pero si podrías llegar hacerte daño.
---¿Entonces te alejas de mi para no hacerme daño?.
---Exaptamente---el da una gran bocada de aire---se supone que cuando sabes que algo te ara daño, te alejas lo más rápido que puedes---su mirada se apodera de la mia---solo trato de protegerte.
---¿Protegerme?.
---Así es.
---¿Te puedo pedir un favor?--- el asiente---no trates de protegerme de algo que yo no quiero alejarme.
--- Es queee....--- Ni siquiera permiti que procejiera con sus absurdas palabras, no lo quería escuchar. Sólo deseaba ser escuchada por una ocacion en la vida.
--- No trates de decir algo---le advirto---ahora sere yo la que hablare---no se opuso a esa idea. Y sólo me hizo saber que estaba dispuesto a escuchar todo lo que tenía para decir---se lo que ares. Y te prometo que tu jamás lograrias causame un dolor tan grande como lo he sentido.
---Estas jugando con fuego---me advierte una vez más.
---Ya lo sé---le demuestro una enorme sonrisa---y déjame decirte que no tengo miedo a quemarme. No estoy dispuesta a estar lejos de ti---le digo con firmeza.
---Eso no depende de ti.
La hira se hizo presento y se comenzó ha poderar de cada aria de mi cuerpo.
---Ya basta. Ya estoy arta de que siempre estés intentando alejarte de mi. ¿Es que no vez que no vez que cada vez que intentas alejarme de ti lado si me haces daño?---trate de controlar mis sentimientos, para no explotar en un mar de lágrimas aquí mismo.
--- Yo no te hago bien. ¿Es que no lo ves?. No le hago bien a nadie, además---el se acerca a mi. Mi corazón comienza a latir con gran velocidad, y por un solo segundo llegue a pensar que mi corazón saldría de mi pecho---tu eres luz---el vuelve a recuperar su postura recta---y yo soy oscuridad---el desvía su mirada de la mia.
---Fabuloso. Por que ya me estaba cansando de ser solo luz---el me mira con una mirada penetrante---todos saben que las combinaciones de dos cosas totalmente diferente, siempre suele salir bien.
---Pues no en este caso. Esa combinación jamas se a hecho, y no seria muy buena idea que nosotros la hagamos. No sabemos los riesgo que pueda llegar a ocasionar eso.
---¿Y en serio piensas que cambiaré mi forma de pensar solo por que esa combinación no sé ha visto aún?. Pues no---mis ojos se cristaliza y solo puedo darle una amplia sonrisa---tu y yo nacimos para hacer una nueva mezcla, y por los riesgos. No te preocupes, los gastos corren por mi cuenta---el suelta una muy pequeña carcajada.
---Lamento decirte que no todo se resuelve con el dinero---me recuerda lo que siempre he sabido a la perfección. Me recuerda lo que tengo tatuado mentalmente en mi cerebro.
---Ya lo sé. Y yo lamento decirte que aunque intentes escaparte de mi, jamas te desaras de mi. Y eso es por que necesito terminar de comprenderte del todo.
---Nadie a logrado comprenderme. Ni mucho menos del todo.
---Pues mucho mejor---yo me acerco a el---ya que en ese caso. Yo seré la primera en lograr saber quien es en realidad Oliver Vega.
---¿Quien eres?.
---¿Quien soy?---pregunto con una sonrisa.
---Si Camil Thompson. ¿Quien eres?.
--- La pregunta aquí es no es quien soy yo, si no. ¿Quien eres tú?.
--- Yo pregunté primero.
---¿Te comportaras como un niño ahora?.
---Eres tu la que querías conocer todas mis facetas.
---Pues eso sí---yo me acomodo en mi lugar y me cruzo de brazos---y por lo que he visto. El chico arrogante en realidad no existe.
---En eso te equivocas.
---¿Por qué deseas confundirme?--- no comprendía su empeño por separarme de el---eras tú el que deseaba pasar tiempo con mi.
---¿Que?. Haber haber, en primer lugar---el se acerca a mi---solo pasando tiempo con tigo podría conseguir todas las respuestas que necesitaba para mi entrevista---me recuerda como paso todo.
---¿Y en segúndo lugar?--- el solo me mira confundido.
---¿Que?.
---Tu dijiste. En primer lugar, y pues supuse que abria un segundo lugar---le digo con una sonrisa.
---¿Alguna vez alguien te avia dicho que eres irritante?.
---Umm.... ¿Te estoy irritando?.
---Por que no solo te proteges de mi.
---Pues por que no quiero y punto---le doy una mirada de tristesa---ademas. Pensé que éramos amigos.
---Si lo somos. Por esa razón trato de protegerte.
---¿Y haces esto por "amistad?. ¿O hay algo más que necesito saber?---sentía que algo más pasaba. Oliver se convirtió en el hombre que revuelve todos mis sentimientos.
--- No lo sé---en su mirada podía ver tantas cosas inexplicables---te necesito lejos para no hacerte daño. Pero a la misma vez te necesito a mi lado.
---¿A tu lado?. ¿Me quieres a tu lado?---necesitaba que lo dijiera.
---Asi es Camil. Pero hay tantas cosas que aún no sabes---le cuesta decirlo. Y yo no deseo forzarlo para que diga algo que le duele tanto---y siento que me estoy volviendo loco.
---Uno se vuelve esclavo de su pasado. De sus recuerdos, un reen en su propio huracán de emociones.
--- Es mucho más que eso, por que hasta donde se todo estava perfecto---el acarisia con suma delicadeza mi rostro con las llenas de sus dedos---tu eres mi huracán. Eres ese huracán que revolvió por completo mis pensamientos y emociones---su mirada me da una tranquilidad que amo. Y me pierdo en sus rojos labios entre abiertos y cerrados---no quiero que sufras. Necesito que comprendas que dañar es mi naturaleza.
--- Yo no lo veo así.
---Pues eso es por que deseas ver las cosas con otros ojos---el remoja con su lengua sus labios---pero con migo no te puedes dar el lujo de equivocarte.
---Perfecto. Una razón más por la cual tengo que quedarme.
---Si te quedas a la guerra. Es hasta el final---me advierte.
--- No te preocupes. No soy una de las que tiran la toalla.
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Mi Ángel [Terminada].
RandomCamil es una hermosa joven de veintidós años. Su padre es un poderoso senador, Camil encuentra el amor en los brazos de Oliver Vega, un joven periodista de veintisiete años.