Narra: Camil.
---Mis padres murieron cuando yo tenis unos quince años, mi hermana tenía dieciocho y nuestra abuela se iso cargo de nosotros hasta que ambos cumplimos la mayoría de edad---me cuenta Oliver.
---Lamento mucho la muerte de tus padres.
--- No te disculpes---el me mira a los ojos---de todas maneras tu no eres la culpable.
---¿A qué le temes?---le pregunto con una sonrisa.
---A la muerte. ¿Y Tu?.
---Pues yo si no le temo a la muerte---le digo con una sonrisa---lo que si me aterra son las alturas---le confieso.
---Espera un momento---me dice interrumpiendome completamente---¿Le temes a las alturas y deseas subirte a la montaña rusa?--- me pregunta sorprendido y como aún procesando lo que le acabo de decir.
Recuerdo perfectamente que a los diez años. Lola y yo nos fugamos de la clínica solo para ir a un parque de diversiones.
Recuerdo perfectamente el miedo que recorrien en todo mi cuerpo aquel día.
Ese dieciocho de noviembre del 2008.
*Flash*
12 años atrás.
---Ya vamonos. Ya son las diez---digo miedosa---nos van a cachar---le digo aún más miedosa a Lola.
---De acuerdo---me dice con una sonrisa---pero antes subamonos a la montaña rusa---me dice con una sonrisa aún más grande que la que tenía hace unos minutos.
Yo solo la miro con horror. Mi cuerpo tiembla como si fuese una gelatina.
---Lola---le digo con la voz temblorosa. Yo miro a la montaña del horror esa y solo me causa mucho más escalofríos---tu sabes muy bien que me dan miedo las alturas---le recuerdo.
Pero ella solo me toma de la muñeca y me arrastra adonde hay una fila. Dónde forman personas para poder montarse a esa montaña del terror.
---Lola---intento comberserla de que nos vallamos nuevamente a la clínica.
---Ya basta Camil---me dice con firmeza.
--- Es que me da miedo---digo cubriendo mi rostro con mis pequeñas y delicadas manos.
---Cami---ella se acerca a mi. Y hace aún lado mis manos de mi rostro---no por que le temas a algo siginifa que no puedas hacerlo. En contrario, mientras más miedo te da. Más drenalina sentirás.
*Flash*
---Así es---le digo con una sonrisa---una vez una muy buena amiga me dijo---yo intento hacer la voz que tenía Lola en ese entonces---mientras más miedo te de. Más adrenalina sentirás---le relató lo que dijo en aquel día Lola.
---Tu amiga se olle muy raro---me dice cruzado de brazos y con una sonrisa.
Yo solo le doy una risita.
---Lo sé---digo recordando todas las locuras que e hecho con Lola---pero eso no le quita el hecho de que sabe divertirse---le digo con una sonrisa.
Ya nos toco nuestro turno. Los dos solo nos sentamos en unos de los asientos que tiene la montaña rusa.
O como yo solia decirle a los diez años. La montaña del terror.
En ese entonces le temia mucho más a las alturas. Es increíble como pude superar tantos miedos en unas increíbles y muy alocadas maneras.
Mi destino siempre me puso a personas en mi camino. Esas diferentes y increíbles personas me enseñaron increíbles cosas.
Cosas que jamás olvidaré, y que les estaré agradecida por el resto de toda mi vida.
Esas personas que me isieron sentir bien con migo misma. Esas personas que me ayudaron hacer la Camil Thompson que soy hoy en día.
La montaña rusa comienza a subir. Hasta parar en lo más alto, los asientos pararon.
El miedo se comienza apodera de mi. Y miles de recuerdo vienen a mi, como un fuerte viento en las frías noches de invierno.
Mi cuerpo comienza a temblar, y solo intentó no pensar adonde estoy ahora mismo.
De la nada. Una grande, masculina y fuerte mano se posa sobre mi temblorosa y ahora sudada mano.
Yo miro a mi lado y hay se encuentra el, con esa linda sonrisa que me pareció tan exquisita desde un inicio.
Sus oscuros y brillosos ojos me destrozan por completo. Y solo me hace pensar que esos oscuros ojos solo ocultan de la realidad.
Quizás es solo su manera de auto protegerse a si mismo. Por que si no le demuestras a las otras personas que tienes sentimientos, núnca sentiran el deseo de lastimarte.
Nuestras miradas se mezclan. Y solo nos fuimos acercando cada vez más y más.
Mis latidos se comenzaron acelerar. Mi corazón pareciera que sólo quisiera explotar, involuntariamente mordisqueo sin parar mi labio inferior.
Mis bellos se arízan de tal manera que mi miedo a las alturas se va por completo. Y en ese pequeño instante todo solo fue totalmente perfecto.
En ese instante solo existiamos él y yo, o por lo menos esi era justamente como el me asia sentir. Que mis temores se esfumaran de la nada.
Y es como si fuera otra Camil. Otra Camil Thompson muy diferente a la que todos conocen, una mucho más fuerte y una muy mejor versión de mi misma.
Nuestros labios se rozan. Ese lindo rose de labios solo ocasionó que mi cuerpo volviera a temblar nuevamente.
Pero esta vez no era temor a las alturas. Esta vez era por el.
Y una vez más me iso perder completamente el control. Y es como si mi alma saliera de mi cuerpo y mi anatomía solo se hubiese quedado hay.
Paralizada por completa, el termina de unir nuestros labios en un perfecto y muy dulce sueño. Y me sentí en las nubes.
Sentí como mi alma de elevaba a un lugar nuevo y desconocido. Un lugar donde solo existe amor y paz, y no solo infelicidad y dolor.
Las sillas comienzan a guitar nuevamente. Ustedes pensarían que comenzaron a guirar en un muy mal momento. Pero lo cierto es que no es así.
Ya que mi paraíso solo se elevó un poco más. Sus labios son dulce y me da una calidad que sólo me pone el vello de punta.
El separa nuestros labios. Y solo me porposiona una perfecta y muy preciosa sonrisa.
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Mi Ángel [Terminada].
RandomCamil es una hermosa joven de veintidós años. Su padre es un poderoso senador, Camil encuentra el amor en los brazos de Oliver Vega, un joven periodista de veintisiete años.