Capitulo cincuenta y cuatro: Boda

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Narra: Camil.

El amor se sentía en el aire. Nunca imaginé que estaría en este lugar, jamás imaginé estar con todas estas personas increíbles. Ser una de las demás de honor y ver en frente mío, aún muy guapo hombre de cabello negro. Ojos penetrantes y sonrisa de ángel, estuviera con migo.

Siempre espere menos. Lo había tenido todo, todo lo que deseaba lo podía tener a mis pies. Era sólo cuestión de llamarle a mi padre y el me lo daría con una enorme sonrisa, por que me adora. Desea verme feliz, siempre tuve a mi alcance todas las posibilidades de ser lo que yo deseaba.

Pero sólo una cosa era lo que en realidad quería. Y eso era tener salud, saber que el día de mañana podría despertar con tranquilidad. Y no tendría que preocuparme por los tontos medicamentos, si.

Lo tuve casi todo. Pero ciertamente, no era feliz. Eran demasiadas emociones, recuerdos y posibilidades. Mi cerebro jugaba con migo, mis pensamientos me consumían cada día que pasaba. Las personas cuando te conocen lo único que te dicen es, lucha.

Se fuerte. Hay personas que lo están pasando peor que ti. Y si, ya se que mi caso no es el más lamentable de todos, pero con decir esas palabras. Sólo nos hieren aún más, ya que no sólo se trata del dolor físico, si no también del emocional.

Aunque no lo crean. Nuestros sentimientos, nuestros recuerdos. Nos hace más daño que cualquier enfermedad, en mi se allaba un hueco en mi corazón. Me dolía a diario, y no importaba cuanto llorara, cuanto gritaba.

Ese enorme y tan incomparable dolor, nunca se marchaba. Las personas sólo me miraban y me jugaban, creía que había algo peor que lo que me pasaba. Si, sabían cual era mi expediente médico, pero no sabía que la leucemia no era lo que realmente me estaba matando. Era la rabia, la impotencia. La disolución de no poder ser normal como todas las personas, de que cuando la gente te mira. Lo único que puedes allar en su mirada, es la lastima misma.

Ese dolor me estába consumiendo cada día más. Ni la música me podía llenar, ni siquiera las cosas materiales que mi padre me podría dar. Nada llenaba el enorme vacío que sentía mi corazón, me estaba consumiendo ah mi misma cada día que pasaba. Luche por mucho tiempo con ese horrible sentimiento.

Y cuento ya estaba apunto de rendirme. Lo conocí.

*Flash*

2 años atrás.

---Mucho gusto. Oliver Vega---me dice con una sonrisa.

---Camil. Camil Thomson---digo tomando su mano.

*Flash*

Nunca imaginé que ese precioso hombre de melena oscura. Podría llenar ese enorme vacío, que había durado años en llenar. Jamás pensé que sería el, el que me deria está paz que siempre anhele. Y está inexplicable felicidades, que siempre decir. Pero que creía que nunca la iba alcanzar.

Los novios dijeron sus votos, me avia hecho una verdadera fanática de las bodas. Sus palabras de amor fueron realmente únicas, y sólo sellaron su pacto de amor. En un magnífico beso.

................

Broily se levanta de su asiento. Toma una copa de champán y la hace sonar, así llamando nuestra atención.

---Principalmente. Deseo agradecerles ah todos por acompañarnos el día de hoy---nos regala una amplia sonrisa. En su mirada no podías ayar nada más que felicidad---no me alcanza las palabras para describir lo feliz que me siento por estar aquí. Con todos ustedes, pero principalmente. Con mi esposa---el mira a Zuri con dulzura y tanto amor---la primera vez que te vi. Creía que una mujer tan hermosa como tu, sería incapaz de fijarse en un sujeto como yo---el da un gran suspiro---pero fue Oliver---el pelinegro a mi lado la da una enorme sonrisa y sube su copa con champán adentro---fue gracias a él. Que tuve el valor suficiente para acercarme ha está hermosa mujer, y invitarle una bebida.

--- Creo que sete paso la mano con la bebida---todos reimos a escuchar el comentario de Elías.

La noche paso de lo más plancetera. Llenos de risas, abnetotas y tanto amor.

Era tan admirable la amistad de esos tres. Son amigos desde hace años, y por todo lo que escuche está noche. Era más que inseparables, eran como hermanos. Al acabar la noche, todos nos despedimos de la hermosa pareja de recién casados. Hubo muchas lágrimas, y tantos sentimientos encontrados. Ellos sólo se subieron en la limo.

Y sin más, se marcharon.

¿Como un simple desconocido puede hacerte tan feliz?. Cuidarte de una manera tan única, amarte como nadie lo ha hecho. Y hacerte feliz a lo máximo, creo que la respuesta es obvia. Todos emos sido desconocidos en un punto de nuestras vidas, lo que realmente importa. Es saber en quien debes confiar.

---¿Estas bien?--- el me mira con atención.

---Si. Sólo pensaba---el abre la puerta del auto un tanto curiosa---en que todos emos llegado hacer desconocidos en un punto de nuestras vidas. Ósea, antes de nacer. No conocíamos ha nuestros padres, y así sucede con todas las personas que rodean nuestras vidas---le confieso mi pensamiento.

--- Creo que nunca lo había pensado---yo le doy una sonrisa con los labios cerrados. Para así adentrarme al auto---creo que lo único que nos queda ah nosotros. Es saber en quien confiar, y en quien no.

---¿Y que sucede si te equivocas?. Si la persona que confiabas no es como esperaba.

---Camil. Mi ángel, hasta la vida misma tiene sus secretos. Hay tantas cosas por descubrir, y cosas que probablemente nunca podrás descifrar. Y no importa cuanto tiempo llevas conociendo ah esa persona, nunca sabrás por completo lo que su corazón guarda. Nunca podrás saber todos sus secretos---se encontraba ido en sus propios pensamientos. Y eso sólo me hacía pensar. ¿Será que Oliver me lo ha dicho todo?---aúnque una persona con un pequeño secreto. No lo hace malvado---el me da una risita algo nerviosa.

---Bueno. Eso depende de cuál sea el "pequeño" secreto---crei que diría algo. Pero no fue asi, hubiese preferido que esa noche me dijiera algo. Pero en vez de eso, sólo asintió. Cerró la puerta del auto y sólo se sentó en el asiento del piloto.

Mi Ángel [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora