Capitulo cincuenta y nueve: Un accidente

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Narra: Oliver.

Y llegas aún punto donde tu vida se paraliza. Se detiene en ese viejo recuerdo, ese recuerdo que te atormenta cada segundo de tu vida.

Nunca espere que este sucediera. Las cosas acontecieron tan rápido, que no me avía percatado del daño que le estaba causando a todos. Mi corazón se encuentra destrozado, nunca quise hacerle daño.

La mirada llena de rabia de Broily me hace caer en cuenta de que esto era real. Y que posiblemente le había ocacionado un daño inevitable.

Y era mi culpa. Era culpable de que mi vida se estuviera destruyendo ahora mismo.

Narra: Elías.

–Esto es mi culpa–Oliver camina de un lugar a otro–soy una mierda de persona.

–Hey.

–Soy una escoria humana.

–Trata de tranquilizarte por favor.

–Soy una basura.

–Oliver. Ya basta–yo lo tomo de la camisa y lo obligó a que me mire a los ojos.

–La e matado. ¿No es asi?–verlo de esta manera me da tanta tristeza–la e matado y eso es culpa mía–no sabía cómo había ocurrido las cosas. Pero conozco a Oliver, y se que sería incapaz de hacerle algo a Zuri o a otra mujer.

–Te necesito sobrio. Con la mente en la vida real. Se que todo esto te hace mal, pero debes intentar ser fuerte. ¿Tu crees que a Camil le gustaría verte de esta manera?.

–Ella se fue–el me empuja y cae de rodillas. Nunca había visto tan mal a mi amigo, yo me arodillo y lo observó a los ojos–ella se ha ido y se a llevado mi alma con sigo–su voz se encontraba rota. ¿Adónde había quedado el hombre egocéntrico y sin sentimiento?. Camil habia hecho cosas en el tan maravillosas, pero en este momento. Me gustaría tanto que fuera como el Oliver insensible de antes, por lo menos. Ese Oliver no estaría sufriendo–lo e arruinado todo. ¿No es así?–su triste mirada me destrozaba el corazón. Oliver era como un hermano para mi, había hecho lo imposible para encontrar a Camil. Que se halla ido así como si nada, no esta nada bien.

–Escuchame–yo lo tomo del cuello y lo obligó a que me observe directamente a los ojos–¿Que fue lo que sucedió?.

–No lo se.

–¿Como que no lo sabes?.

–No lo se. Las cosas pasaron demasiado rápido. Ella intento quitarme la botella, pero no lo logro. Cayó un poco en el piso, o eso creo. Ya no lo se, lo único que recuerdo es que estábamos discutiendo. Ella dio un paso asia atrás y cuando la vi, su cuerpo ya se encontraba callendo por las escaleras–no sabía cómo reaccionar delante de esto. Broily era mi amigo, como otro hermano para mi. Y Zuri, pues ella es como una hermanita menor. esto no siquiera se trata de ponerme de parte de alguien, ya que como yo lo veo. Es un accidente, un accidente que nadie espero que sucediera pero la verdad es que aconteció–lo e arruinado todo. ¿No es así?–en sus ojos se podía ver el arrepentimiento. Esto no era su culpa, no debía sentirse culpable.

–Ella estara bien. Te diré lo que aremos, ahora mismo te darás una ducha para así ir a la clínica. ¿De acuerdo?.

–Broily me debe estar odiando ahora mismo.

–El lo entenderá. Ya lo veras.

................

–No sabes cuanto lamento lo que ocurrió. Mi intención nunca fue que se cayera.

–Descuida. Todo está bien. Ella está bien.

–Me alegra escuchar eso–digo con una sonrisa.

–Si. Y a mi. De verdad lo lamento.

–No tengo nada que perdonarte. Fue un accidente, ella está bien. Mañana la dan de alta–nos confiesa.

–Que bueno escuchar eso–por fin buenas noticias en esta tormenta de sufrimiento de nunca parar.

–Si. Los doctores se preocuparon mucho por su estado, pero ya se aseguraron de que estuvieran bien.

–¿Su estado?. ¿Acaso le ocurre algo?–pregunta el pelinegro con preocupación.

–Esta embarazada.

Narra: Camil.

–Lo lamento mucho....–ni siquiera lo dejo terminar. Había crecido en este mundo, sabía lo que diría. Al parecer el tratamiento no estaba funcionando como ello esperaban, sabía que esto ocurriría. Lo siento cada día que pasa, mi cuerpo es cada vez más débil. Mi vida se corta casa vez más por cada segundo que pasa. No tengo tiempo para escuchar lo que yo ya se. Lo único que deseo es que sea lo más directo posible.

–¿Cuanto tiempo?–voy al grano.

–Camil–mi padre me llama por mi nombre. Pero no estaba dispuesto a mirarlo, quería una respuesta y no me iría del consultorio sin tenerla.

–¿Cuanto tiempo?.

–Veras Camil. Es complicado decirlo...–ya estaba cansada de todo esto.

–Ya dejemonos de rodeos y dígame cuánto tiempo me queda.

–Camil–mi padre se encontraba enojado.

–Lamento tanto si estoy siendo descortés. Pero debe entender mi posición, cada segundo que pasa. Es un segundo más que una pequeña pero poderosa, parte de mi muere. Así que le vuelvo a preguntar. ¿Cuanto tiempo?.

–Tres–y llega ese momento en el que te dicen que en tres meses, posiblemente ya no podrás tener una vida. Que todo mi mundo se ara senizas y ya no podré soñar un futuro con Oliver–provablemente cuatro–sus palabras no podían causarme daño alguno. Mi corazón se encuentra hecho pedazos, ha este punto. Solo sentia que ya no tenía nada, el día que decidí marcharme. Que decidí alejarme de Oliver para que pudiera tener una vida con una mujer que no se valla a morir en un par de meses–quizas puedas llegar a los cinco meses. Pero esa posibilidad la voy imposible–imposible. Esa es justamente la palabra que a indentificado toda mi vida. Ya que para mí es imposible tener una vida, es imposible estar alado de Oliver. Crear un futuro y envejecer a su lado. En un par de meses, no tendré ni siquiera un presente. Toda mi lucha, habrá sido en vano. Y los momentos que viví con Oliver a su lado, serán lo mejor que me llevare con migo–cuanto lo siento.

Mi Ángel [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora