Narra: Camil.
Nada es lo que esperabas, nada dura lo que tú esperabas. O al revés, el destino tiene diferentes paradas para tu vida, paradas duras que pensaras que no podrás seguir. El camino es muy duro, seguir adelante sin importar que, es mucho más difícil de lo que piensan.
De lo que piensan todos, nadie sabe realmente lo que siente. Nadie sabe lo que llevas adentro, como una sonrisa de alegria, es de tristesa. Cuando dices que todo está perfecto pero en realidad te estas muriendo por dentro. Tus sentimientos no te ayudarán, tus pensamientos solo lo empeorará, todo será un catástrofe. Pero en medio de ese caos habrá una luz, esa luz que solo desea que te alejes de el. Pero a la misma vez desea que sigas a tu lado.
Me encontraba tan perdida en mis pensamientos, en mi música que un par de toques a mi ventana me hicieron aterrizar a la vida real. Es extraño que alguien este tocando mi ventana. Es imposible que alguien la este tocando.
Pero de igual manera me levanté del piso y me acerco a el gran ventanal que se encuentra en mi habitación, hago aún lado las cortinas y al ver el rostro de Oliver del otro lado de la ventana me preocupe. Rápidamente le quito el seguro al ventanal y la abro para que el pudiese entrar a mi habitación y no caerse y provocar una terrible tragedia, tal vez irremediable.
---¿Que es lo que haces aquí?--- le pregunto con confucion.
---Estaba pensado en lo que hablamos ese día en mi coche. ¿Recuerdas?---se refiere a la vez que quiso alejarse de mi para protegerme.
---Por supuesto---pronuncio con confusión.
---Así que le di muchas cuentas a ese asunto. Y si tu deseas conocerme mejor, yo también deseo conocerte---me dice sonriente.
Mis mejillas comenzaron arder, me sentía como una grandísima estupida. Su sonrisa podia hacer que mis mejillas se pongan rojas.
--- Me parece bien, aunque la verdad tu si sabes mucho de mi---le recuerdo---¿Esto lo incluiras en tu entrevista?---pregunto curiosa, temia. Sentía un gran temor a que me dijiera que si.
Que solamente puso una escalera y subió a mi habitación para saber mucho más de mi para esa entrevista, sabía que ese era su trabajo. Y que además, era yo justamente la que había aceptado todo esto, pero de igual manera deseaba con ansias que me dijiera que lo hizo por que realmente me quería conocer a mi. Quería conocer a fondo a Camil, y no solo a "Camil Thompson".
---¿Sabes?. Hoy no hablemos de esa entrevista, en realidad ya tengo casi el material que le daré a mi jefe terminado.
---Bueno---yo rasco un poco mi cabeza---en ese caso pasa.
---Creo que ya pase---me recuerda lo obvio.
---Ahhh..--- yo miro el ventanal, donde fue que entró. Y luego solo le doy una sonrisa nerviosa---pues si---me congele, y en ese pequeño instante no supe como no parecer una completa idiota.
---Bueno---estaba empezando a incomodarse---¿Que era lo que hacías?.
---Puesss... solo tocaba unas melodías.
Yo paso a su lado y me siento en el piso, tomo mi guitar y empiezo a tocar, supuse que el solo se quedaría hay parado y luego se casaría y se iría. Pero no fue así, el tomo asiento a mi lado.
---¿Sabías que la música es el alimento del alma?--- le confieso con una sonrisa---todos tenemos nuestra propia melodía. Nuestro propio ritmo.
---Supongo que yo tengo en mi una canción de esas que ponen para las películas se terror.
Yo dejo mi guitara aún lado.
---¿Por qué eres así?--- el me mira con confusión---¿Por qué simpre quieres creer que eres oscuridad?--- le pregunto sin poder entenderlo.
--- Es que no solo lo creo---el se acerca demasiado a mi. Puedo sentir su aliento mentolado y puedo sentir su delicioso olor varonil---se que lo soy. Soy oscuridad y eso nadie lo puede cambiar.
---¿Nadie?--- El niega. Sus ojos está viendo los míos, al igual que los míos. Están mirando los suyos---¿Ni yo?.
Él toma mi rostro en sus manos.
---Antes estava convencido que ni tu podías cambiar lo que soy, y lo que he sido hace años.
---¿Y ahora?--- yo mordisqueo un poco mi labio inferior.
---Ahora no estoy muy seguro de eso---nos fuimos acercando cada vez más y más.
Y cuando estaba apunto de juntarse nuestros labios. Unos pequeños toques en la puerta de mi habitación nos sorprende.
---¿Quien?--- no sé por que. Pero mis nervios estaban a flor de piel.
---Soy yo cariño---escucho la vos de mi padre del otro lado de la habitación. Yo me levanto en seguida.
---Ya voy---pronuncio nerviosa. Y Oliver solo me mira con confusión---me estoy vistiendo---le miento.
--- De acuerdo. Sólo venía a decirte que vamos a una fiesta.
---¿Una fiesta?.
---Si. Es una recolección de caridad---me informa.
---Okey. Ya bajo.
--- De acuerdo cariño. Entonces te espero alla abajo.
---Si---escucho el sonido de los zapatos de mi padre al pisar el piso---ya se fue---le digo en susurro---te tienes que ir---le dijo asiendo que se levante del piso.
---¿Ocurre algo?. ¿Por que estas tan nerviosa?.
--- Mi padre es muy sobre protector, y me mataría si sabe que te estoy dandole una entrevista a un periodista. Además, estas metido en mi habitación.
--- Pero eres mayor de edad. Ya tienes la edad suficiente para tomar tus propias decisiones.
---Pues eso ya lo sé---yo mordisqueo mi mejilla---pero lo adoro. Y no deseo tener problemas con el, así que te pido que salgas de mi habitación---el alza una ceja---por favor---le pido.
---Okay okay. Ya me voy---el se da la vuelta para salir por la ventana. Yo solo doy una gran suspiro de alivio---pero antes---el se da la vuelta. Y de la nada me planta un beso en los labios---ahora si me puedo ir en paz---me dice con una sonrisa. Y sin mas baja por la ventana.
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Mi Ángel [Terminada].
RandomCamil es una hermosa joven de veintidós años. Su padre es un poderoso senador, Camil encuentra el amor en los brazos de Oliver Vega, un joven periodista de veintisiete años.