Narra: Oliver.
3 meses después.
Es asombroso ver cómo Camil ah desafiado la medicina en estos tres meses, nadie creyó que pasaría del primer mes. Pero mi ángel los callo ah todos, ya que ah pesar de detener las radiaciones. Se encuentra con energías, es como si su cuerpo pudiera vivir normalmente con esa enfermedad, como si Camil pudiera vivir toda su vida de esa manera. Y eso solo me da más esperanzas.
Se que la idea de que tenga una vida larga y si dolor teniendo leucemia, no es muy inteligente. Pero se que ella es extremadamente fuerte, y es que este mes comenzará nuevamente con las radiaciones. Y tengo mucha fe, de que el tratamiento cumpla con con su objetivo. Y pueda sanar del todo ah mi preciosa Camil.
Ese es mi mayor deseo. El tiempo pasaba cada vez más rápido, y más cuando ella se encontraba ah mi lado. Nunca creí que Zuri diera ah luz tan rápidamente. Pero veanos aquí, unos tíos "políticos" para así decirlo. Ansiosos de conocer ah la hermosa bebé.
—Ella es Jazmín—la dulce enfermera, me la entrega ah los brazos. Es completamente hermosa. Su escaso cabello, es de una tonalidad algo oscura. Y posee unos grandes y preciosos ojos azules.
—Hola princesa Jazmín Dennis—su apellido sonaba como si fuese su segundo nombre—yo soy tu tío Oliver. Y este feo ah tu izquierda es tu otro tío, Elías—tenerla en mis brazos era tan irreal. Y es que no puedo mencionar si quiera, la euforia que logra hacerme sentir. Unos de mis grandes sueños, ha sido ser papá. Padre de una hermosa princesa, obviamente lo amaría si fuera un niño. Pero se podría decir, que soy más amantes de las niñas.
—Yo diría que ya es hora de que sientes cabeza y tengas la tuya—la sonrisa de Elías se elimina y rasca su cabeza.
—Puede ser que eso sea más pronto de lo que piensan—Broily lo observa con asombro. Al igual que yo. ¿Que trato decir con eso?. Elías era un completo mujeriego, y se que en sus planes. Tango en el presente, como en el futuro. Un bebé no está presente.
—¿Ah qué te refieres?—le pregunto muy confundido sinceramente.
—¿Recuerdan ah la canadiense con la que me acosté?.
—¿La de culo enorme y amante ah la navidad?—pregunta Broily curioso.
—Esa misma. Pues, al parecer está esperando un bebé mío. Tiene seis meses.
—¿Estás seguro que es tuyo?. Porqué seamos sinceros, solo te acostaste con ella una sola vez. Y no las has visto desde hace seis meses, ella pudo acostarse con alguien más y cree o desea hacerte creer. Que es tuyo el bebé—no se trataba de que defendiera lo mujeriego que es mi amigo. Pero lo justo era justo, y si ese bebé no era de el. Entonces no era para nada justo.
—Esperare que de ah luz, después de haber dado ah luz. Le are una prueba de ADN—nos explica.
—¿Y que aras mientras tanto?. Aún faltan tres meses para que de ah luz—le recuerda el novato papá.
—Ahora lo único que me queda, es quedarme con ella. Apoyarla en este procedimiento, no puedo abandonarla y después saber que abandone ah la madre de mi hijo. Cuando ella me necesitaba—Elías podía ser un completo idiota y narcisista para las mujeres. Pero hay de abandonar un posible hijo, jamás. Creo que esto se debe ah qué su padre lo abandonó cuando el solo era un niño. Desde entonces juro que no tendría una familia, pero si algún día llegará ah tener un hijo. Nunca lo abandonaria, tal y como hizo su padre con el.
—¿Y Camil?. Creí que vendría.
—Estaba un poco cansada, así que le dije que luego conocería ah la pequeña Jazmín—les mencionó a los chicos.
—¿Y como va su tratamiento?. ¿Ya lo empezará nuevamente?. O ya no lo ara más—tanto Zuri, como Broily y Elías. Se preocupaban muchísimo por ella.
—Comenzara la otra semana. O aunque es increíble lo bien que se ve, luce realmente fuerte—menciono muy emocionado por ello.
—Es bueno que se sienta bien. Pero no puedes olvidar, que algunas personas pueden dar la impresión de que estan hasta mejores que nosotros. Cuando en realidad, sus suspiros ya son pocos.
Narra: Camil.
Limpio mi rostro con un poco de agua, mi cuerpo se siente sin fuerzas. El malestar que me ha dado, no es parecido a los dolores que he sufrido antes, mis nervios se alteraron al percatarme de que no me ha llegado mi periodo, durante ya tres meses. Así que decidí salir de la casa y comprar cuatro pruebas de embarazo.
Consideraba esa opción una locura, pero ah la vez tanta emoción. Y es que sería un sueño hecho realidad, tener una hija con el amor de mi vida. Mi enfermedad impedía que pudiera sentirme tan feliz, al ver el resultado de las cuatros pruebas de embarazo.
—Camil—escucho como sube las escaleras y se adentra ah nuestra habitación. Con la mayor rapidez, oculto las pruebas con velocidad. Esto no era nada fácil de conversar, y es que no sólo yo moriría. Si no que también nuestro fruto de amor, esto era una completa mierda. Yo soñaba con tener una familia ah su lado, pero en mi posición. Debía ser completamente realista, y es que dudo mucho. Que pueda recistir seis meses más de vida, con una persona dentro de mi. Rápidamente limpio mis lágrimas y me salgo del baño—angel—el se acerca ah mi y besa mis labios con ternura—¿Como te sientes?.
—Mucho mejor. Aunque debo abmitir que mi cuerpo me suplica descanso, es como si una persona viviera dentro de mi—menciono en una forma sarcástica.
—¿Tu crees que sea la leucemia?—sus manos se encontraban temblorosas, y su semblante era completamente pálido.
—Es un decir mi amor—yo me siento en la cama con tranquilidad. Y aún en shock.
—¿Segura que te sientes bien?. Luces un poco pálida—me indica tomando mi rostro en sus manos.
—Estoy bien—aparto sus manos de mi rostro—lo digo en serio. Aunque debo decirte algo—esto era muy díficil de confesar.
—Por supuesto. Te escucho—mi corazón latía con fuerza.
—Voi ah detener por completo las radiaciones—no estaba segura de poder llegar ah estar con vida seis meses más, pero no haría algo para dañar ah mi bebé. Y las radiaciones solo lo destruiría, mi cuerpo se encontraba escaso de fuerzas. Pero lucharía hasta el final, para que esté bebé pueda tener una verdadera vida.
—¿Que?—lucia muy confundido y algo disgustado por mi decisión—crei que dentro de una semana. Volverías—me recuerda lo que le dije hace dos días.
—Se lo que te dije—yo tomo sus manos en las mías y lo observó con dulzura—pero ya no deseo sufrir más. Se que esto no te parece para nada y si fuera por ti, nunca detendría el tratamiento. Pero necesito que comprendas, que ya no deseo hacer más eso—solo me quedaba que me entendiera, aunque no lo culpo si no lo hiciera. Ya que si yo estuviera en su lugar, no lo comprendiera, y se que me apoyaría. Si solo supiera del embarazo, pero es tan díficil decir eso.
—Okay. Entiendo—su sonrisa alegro por completo mi alma—ciertamente creo. Que si duraste tanto tiempo sin someterte ah una sola radiación, puedes estar mucho más tiempo ah mi lado.
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Mi Ángel [Terminada].
RandomCamil es una hermosa joven de veintidós años. Su padre es un poderoso senador, Camil encuentra el amor en los brazos de Oliver Vega, un joven periodista de veintisiete años.