Capítulo 8

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MUSTAFA

2 Días, llevaba dos días siendo ignorado por Hurrem, sentía que podría morir ¿Saben lo difícil que es verla y no poder tocarla? No la he visto sonreír desde que pasó lo de la concubina Aysun, ese era el nombre que mi madre le dió, no la he vuelto a ver y tampoco quiero verla.

- Su majestad - entro un aga a mis apocentos - la sultana madre está aquí - me informó.

Lo pensé un rato, ¿Debería dejar que entrara? No tenía ánimos de pelear con ella, pero era mi madre así que no podía negarle la entrada.

- Puede pasar - le dije mientras me paraba de mi asiento.

- Mustafa hijo - vino hacia mi a penas entro.

- Madre - la saludé.

- Hijo escuché que no has visto a hurrem estos dos días así que hoy mandaré a aysun de nuevo - me dijo y yo la mire mal.

- Madre, ya hemos hablado de esto, no necesito concubinas - le dije cortante.

- Las necesitas, mustafa Hurrem ya es una persona mayor y tú necesitas hijos lo más pronto posible, una jovencita podra darte un hijo rápidamente y aysun está dispuesta a eso, es una buena chica - trato de convencerme.

Era cierto, Hurrem era una persona mayor que yo, pero simplemente no podía imaginar a mis hijos con otra mujer que no fuera ella, me era imposible hacer eso aunque al paso que voy quizás ni tenga hijos con Hurrem, quizás mi madre teng...

Alejé esos pensamientos rápidamente, si seguía pensando de esa manera Hurrem nunca me perdonaría y si esa concubina quedara embarazada, sería como mandarme al olvido por qué Hurrem no perdonaría eso, incluso mi padre no tuvo otros hijos después de Hurrem.

- Madre retirate por favor - suspiré - si vas a venir a tratar de convencerme de meter a mi cama a otra mujer que no sea Hurrem, entonces te pido que no vuelvas a mis apocentos.

- Mustafa, soy tu madre no puedes hablar....

- Hurrem será mi esposa y no voy a dejar que trates de convencerme de que la engañe con alguien más.

- Mustafa, son la reglas, todos los sultanes han cumplido con la regla de tener concubinas.

- Soy el sultán, hago las reglas - le dije serio.

- Esa mujer será tu perdición te lo aseguro mustafa - dijo furiosa mientras salía de mi habitación.

Hurrem ya estaba siento mi perdición, si ella no me perdonaba pronto definitivamente moriría, estaba planteando la idea de pedirle disculpas de rodillas, pero ¿Eso funcionaria? Quizás si, quizás con eso le demuestre a hurrem que en verdad estoy arrepentido, pero al mismo tiempo siento como si no tuviera que hacer eso por qué yo no engañe a hurrem por qué quise, simplemente fue un error que tuve por el vino.

Estaba llendo a sus apocentos después de pensarlo decidí que si es necesario ponerme de rodillas para que me perdonara lo haría, yo tenía la culpa por meter a otra mujer a mi cama, estaba algo tomado, pero eso no justifica nada, me pongo en su lugar, si ella hiciera lo mismo y me dijera "te confundí por qué estaba tomada" definitivamente reaccionaria como ella, quizás debí ponerme en su lugar desde un inicio, solo esperaba que no fuera tarde para disculparme.

Cuando entre a sus apocentos ella estaba sentada leyendo un libro y yo me quedé observándola un tiempo sin hacer ruido, se veía tan hermosa, era perfecta.

- Hurrem - la llame luego de un rato.

Cuando ella me miró, su rostro automáticamente se volvió uno serio y distante, suspiré, definitivamente tenía que pedirle perdón, no me gustaba para nada esa mirada que me daba.

Algo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora