Capítulo 34

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Hurrem

Había pasado dos mes desde que mustafa decidió no llevarse a su hija con otra familia, había estado tratando de llevarse bien con ella, lo hacía bien, pero no le gusta demostrar mucho interés por la niña, aveces actuaba desinteresado, pero luego me preguntaba las cosas, era muy chistoso verlo de ese modo así que no le dije nada y solo me reía de él.

- Madre - entro Mihrimah en mis apocentos.

- Hija - la saludé - ¿Que tarde a la sultana Mihrimah por aquí?

- Vine a verte por qué escuché que la sultana Sha vendrá al palacio dentro de unas semanas - me dijo.

- ¿La sultana Sha? ¿Por qué vendría? - pregunté.

- La sultana hatice la mando a llamar y la sultana Sha dijo que si vendría - me explicó.

- Ya veo, con que ese será su primer movimiento, suena interesante - dije divertida.

- ¿Que harás? - me preguntó.

- Nada, me causa gracia ver cómo necesita llamar a su otra hermana para intentar acabar conmigo, será entretenido - le dije burlona, pero luego me puse sería - Mihrimah - la llamé y ella me presto atención - Tu hermano me dijo que Bali bey vendrá al palacio dentro de una semana - le dije y ella se sorprendió, no reaccionó durante unos minutos.

- Y-ya veo madre - dijo nerviosa - pero no entiendo por qué me lo dices.

- Bueno decias que querías casarte con él cuando eras niña - le dije y ella desvió la mirada.

- Eran cosas de niña madre, ahora ya soy una sultana - me dijo.

- Si tú lo dices - dije despacio - ¿Como va nurbanu? - le pregunté cambiando de tema.

- Me parece alguien buena, Selim me ha preguntado por qué la trajiste aqui con nosotras, le dije que fue por qué era la primera criada que vimos - me explicó.

- Por eso el no me preguntó a mi, quería preguntarte a ti

- Supongo que si madre, pero aún sigue intentando acercarse a nurbanu.

- ¿Nurbanu no quiere? - le pregunté confundida.

- No es eso, es que Selim solo se le queda mirando como si fuera un tonto y no le habla para nada ¿Como se supone que Nurbanu haga algo? - me preguntó

- ¿Deberías darle un empujón? - bromeé

- No suena como una mala idea - me dijo, mientras tomaba una tasa de te que yo había pedido

- Mihrimah ¿Quieres casarte con Bali bey? - le pregunté y ella casi se atora con su té.

- N-no madre, no lo he visto hace mucho tiempo asi que nose - me dijo sinceramente.

- Hija, cuando eras más chica te prometí que te casarías con el que amarás, pero también quiero que te cases con una persona que te ame por qué si tú amas a una persona, pero ella no te ama, nunca podrás ser feliz de verdad - ella me miro confundida - Quizás te guste Bali bey, pero quiero que me prometas que si a él no le gustas renunciaras a él por tu propio bien - le pedí y ella asintió dudosa.

- Por cierto madre ¿Como va él asunto entre mi hermano y su hija? - me preguntó.

- Deberías verlo, quiere hacerse el desinteresado, pero cuando le digo algo sobre la bebé presta toda la atención del mundo, es muy divertido verlo en esa situación - le dije sonriendo.

- Espero que siempre sonrías así madre - me dijo

- Claro que siempre voy a sonreír así - le dije segura.

- Los últimos años con padre, ya no sonreias así, te fuiste apagando, pero mi hermano está volviendo hacer que brilles como antes estoy muy contenta con eso y apuesto a que mis hermanos también - me dijo con una sonrisa.

Ella tenía razón, suleiman estaba apagandome de a pocos, pero nunca lo quise aceptar, supongo que era por qué le quería, en todos esos años que compartí con él, estaba dispuesta a dar mi vida si él me lo pedía, pero estoy segura que el abría preferido su vida por encima de la mía, pero ahora es distinto, tengo a un hombre que daría la vida por mi y también el imperio, estar con mustafa no era para nada malo, dejando de lado los problemas que tuvimos claro.

- Madre - Mihrimah me saco de mis pensamientos - escuché que mi hermano te dijo que dentro de dos días se casarían.

- ¿Me has estado espiando sultana Mihrimah? - le pregunté sería.

- No madre, no me atrevo, es solo lo que dicen - me dijo nerviosa y yo me reí.

- No te preocupes y si, tu hermano me dijo que iríamos a que nos casen - le dije contenta.

- Haci que volverás hacer Haseki sultán - me dijo y yo asentí - Supongo que por fin podré descansar de los deberes del harem - me dijo aliviada.

- Supongo que si - le sonreí.

Mustafa me había dicho que nos casaríamos dentro de dos días, el día en que me lo dijo estuve todo el día con una sonrisa en mi rostro, estaba feliz aunque no se lo demostré mucho a mustafa, pero en realidad estaba muy feliz con ser su esposa, aunque se que no necesito serlo para estar con mustafa, pero el puesto de esposa me hace sentir más segura de todo, aunque mustafa me ame, yo soy mayor que él, esa siempre será mi más grande inseguridad, por mucho que me demuestre que me adora aún tengo miedo de que en algún momento quiera a alguien más joven que yo más adelante y me olvidé para siempre.

Algo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora