Capítulo 41

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Hurrem.

Habían pasado 2 semanas desde que kaan llegó al palacio, realmente me pareció muy agradable, es un hombre muy educado y es interesante, pero al parecer mustafa estaba llegando a su límite de paciencia, ayer por poco y manda a los guardias a encerrarlo en el calabozo, pude detenerlo, pero no estoy segura de si podré la próxima vez.

- Ya basta mustafa, no puedes simplemente decirle que se valla, es un invitado importante, no es una persona cualquiera - lo regañé mientras íbamos a mis apocentos, acababa de traerme prácticamente a la fuerza por qué estaba con Kaan en el jardín y eso no le agradó ni un poco.

- Te dije que no quería que estes a solas con él - me dijo molesto.

- No estábamos solos, Emine estaba conmigo - me defendí.

- Pero nadie más, te dije que no quería que estés muy cerca de él y Emine es tu criada más fiel, incluso si haces algo con él no me dirá nada - la acusó y yo voltee a verlo indignada.

- ¿Que estás insinuando? - le pregunté.

- Exactamente lo que entendiste - no le respondí, apresuré mi paso para llegar a mis apocentos y el iba detrás mío siguiéndome - ¿No dirás nada? - me preguntó y no respondí - eso quiere decir que es verdad - me acusó mientras entrabamos a mis apocentos, voltee a verlo.

- Mustafa será mejor que no digas cosas de las que te puedas arrepentir después - le advertí sería.

- Tú no me respondes, solo puedo entender que tengo razón - volvió a acusarme.

- Kaan y yo nos llevamos bien, eso es todo - dije cortante.

- Y por eso van a dar paseos en el jardín solos - volvió acusarme, estaba perdiendo la paciencia.

- No dimos un paseo solos, Emine estaba con nosotros ya te dije, aparte ¿Crees que sería tan tonta como para engañarte dentro del palacio? - me acerque a él de manera desafiante - si lo hiciera me aseguraría de que nunca te enteres - le dije fria y él me miró de la misma manera.

- Creo que la que no debería decir cosas de las que se puede arrepentir eres tú Hurrem.

- Tu empezaste, solo estoy haciendo una suposición

- No te quiero ver cerca de Kaan hasta que se valla, solo faltan 2 semanas, si desobedeces esta orden - ahora el me desafío con la mirada - no saldrás de aquí hasta que él se valla del palacio y en todo ese tiempo, tampoco verás a los niños - me advirtió y yo lo mire furiosa.

- No puedes encerrarme aquí, ni mucho menos prohibirme ver a mis hijos - le grite

- Soy el sultán hurrem, claro que puedo.

- Si te atreves a encerrarme aquí juro que nunca te lo perdonaré y mucho menos te perdonaré que me prohibas ver a mis hijos, eso no mustafa. - lo amenacé y el me miró serio.

- Solo te estoy pidiendo que no te acerques a él ¿Tan difícil es eso? - me preguntó entre molesto y algo dolido.

- Él problema es que tú quieres que me aleje de él por qué piensas que quiero algo con él, estas pensando cosas que no son y eso me molesta mustafa, tampoco me gusta que me des órdenes como si yo fuera una sirvienta tuya, no lo soy

- Exacto, no lo eres, eres mi esposa y yo soy tu esposo, así que no deberías estar hablando con otros hombres que no sean tus hijos o sirvientes - me dijo serio.

- Eso es ridículo mustafa, no puedes prohibirme hacer eso, soy tu esposa y me comportare como tal, pero eso no quiere decir que no pueda hablar con hombres, cuando la princesa vino al palacio, no te prohibi habla con ella, si me moleste, pero no te dije que no hablaras con ella, por qué sabía que era una invitada importante.

- Cuando fui con ella al jardín te pusiste peor que yo - me acusó.

- Por qué tú habías ido solo, no había nadie a tu alrededor y ni si quiera me lo dijiste, yo mandé a que te avisarán que estaría en el jardín con Kaan, no fui a escondidas de nadie.

- Eso fue diferente, la princesa dijo que solo quería ver las flores, no fuimos a dar un paseo - se defendió.

- Paseo o no, tú no me dijiste nada, fue Mihrimah la que me lo dijo y cuando fui a verte ella estaba colgada de tu cuello, Kaan no hizo nada indebido como aquella princesa, así que esta escena que estás haciendo no tiene sentido - él se acercó a mí con una mirada sería.

- Eres mi esposa, esta escena si tiene sentido, por qué mi esposa estaba con otro hombre dando un paseo como si fuera una pareja, todos en el palacio dicen que se ven muy bien juntos.

- No tengo nada que ver con eso, ellos pueden pensar lo que quieran, también dicen que soy una bruja y tú sabes que eso no es cierto.

- No te quiero ver cerca de él o te encerrare, es mi última advertencia Hurrem - me dijo serio.

- No hagas berrinches, eres el sultán, comportate como tal - le dije burlona, recordando las palabras que él me había dicho aquella vez, solo que yo no estaba jugando, se lo decía enserio

- ¿Entonces debería tener un harem? - ahora el me miraba divertido y yo me puse sería - eso es normal en un sultán.

- Te dije que podrías tenerlo si quieres, pero a mí no me vuelves a tocar en toda tu vida - le recordé lo que dije aquella vez.

- No puedes negarte a eso Hurrem.

- Quizas tengas razón, pero si me obligas hace algo que no quiero solo harás que te odie y sienta repugnancia por ti - le dije sería y el pareció dolido, yo sabía que el punto débil de mustafa era que tenía miedo que alguna vez yo lo odiara o ya no quisiera verlo, apodovecharia eso a mi favor.

- Haz lo que quieras Hurrem - me dijo molesto, pero en realidad estaba dolido, se fue de mis apocentos.

Sabía que quizás lo había hecho a sentir mal, lo sabía por la mirada dolida que me dió mientras salía de mi habitación, pero ahora mismo no me importaba, él fue en que empezó con toda esta pelea tonta, así que al culpa era de él, no mía.

Algo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora