Capítulo 30

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                         Especial corto
Este especial se basará en un anectoda de cuando Hurrem tenía 4 meses de embarazo, en realidad es por qué sentí que el capítulo anterior no estuvo muy interesante así que les dejo esto(:
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Mihrimah.

Estaba caminando por los jardines por qué mi madre estaba de mal humor y no quería ver a nadie, eso me incluía a mi, juro que la próxima vez que se embarace me iré a otro palacio y solo vendre a verla de vez en cuando.

Estaba por regresar al palacio cuando escucha la voz de mustafa, la cuestión era que no estaba solo, se escuchaba una voz de mujer así que me acerqué sigilosamente ah escuchar de que hablaban.

- Esa flor es muy bonita - dijo la voz de mujer y la reconocí, era la princesa que había venido de visita, no le preste mucha atención la tema por qué no .e importaba, pero mi madre había está loca con el tema de la princesa, no dejaba que mustafa este a solas con la princesa, por eso me resultaba extraño que ellos estén aquí, mustafa no hace cosas que sabe que molestaran a mi madre.

- Si, bueno ¿Que le parece si ya entramos? - le pregunto mustafa con impaciencia.

- Cualquiera diría que no le agrado - dijo ella con falsa tristeza en su voz.

- No es eso, es que no quiero ten...

- Si, ya lo sé parece que a esa concubina suya que está embarazada no le caigo bien - dijo con burla en su voz, use todo mi autocontrol para no ir a golpear a esa princesa ¿Quien se creía? Mi madre era una sultana, no una simple concubina.

- No es una concubina - le gruño mustafa - es mi mujer y la madre de mi bebé - dijo mi hermano, sonreí por escucharlo defender a mi madre.

- Mustafa - lo llamo con una voz sensual - no entiendo por qué está con esa mujer, parece mayor que tú, es bonita, lo acepto, pero si belleza se acabará muy pronto

- Prefiero que me llame sultán princesa, sobre lo otro no es de su incumbencia y Hurrem siempre será hermosa ante mis ojos.

Había decidido algo, voy a ir a decirle a mi madre sobre esto, así que salí de ahí y me fui rápidamente al palacio, cuando llegue me dirigí rápidamente a los apocentos de mi madre.

- Madre - grité cuando llegue a sus apocentos.

- Mihrimah dije claro que no quiero que me mol...

- Mi hermano está en el jardín con la princesa y esa princesa parece no solo querer dar un paseo - le dije rápidamente y mi madre se paró con mucha rapidez.

Cuando la ví parada delante mío, me arrepentí de haberle dicho eso, había olvidado por completo que estaba embarazada y que estaba de mal humor, esto sería un problema.

- ¿Que dijiste? - me preguntó alterada.

- N-nada madre - le dije nerviosa, pero no me escucho.

Me ignoro completamente y comenzó a caminar lo más rápido que pudo hacia la puerta, tenía ganas de reír, mi madre tenía 4 meses pero su barriga parecía una de 6 meses, cuando trataba de correr parecía un pingüino y no pude evitar botar una pequeña risita, un grave error por qué mi madre volteo rápidamente a mi dirección.

- ¿Crees que es chistoso Mihrimah? - me preguntó molesta.

- No madre, es solo que - estaba evitando con todas mis fuerzas reírme, ella estaba con ambas manos en su barriga intentado cargar el peso de su abultado vientre - es solo que...

- Mejor cállate y llévame a dónde están - yo la quedé mirando un rato más, tratando de controlar mi risa - camina Mihrimah, cada minuto que tardamos es una ventaja para esa princesa ojos de mosca - ahora sí que no pude aguantar mi risa, me rei con todas mis fuerzas lo que provocó que mi madre se pusiera roja como un tomate y cruzará los brazos molesta, esa imagen era tierna - lo siento madre, es solo que ese apodo aún me resulta muy chistoso - le dije y ella pareció calmarse, ella le puso ese apodo a la princesa y si le va bien, pero aún no se lo había dicho, estaba segura que hoy se lo diría.

- Está bien, te llevaré, pero no corras, puedes lastimarte - le advertí y ella asintió.

Cuando llegamos al lugar donde estábamos, la princesa estaba colgada del cuello de mi hermano, cuando mi madre vio eso rápidamente grito.

- Mustafa - le gritó y él la miro asustado - quita tus asquerosas manos de mi hombre ojos de mosca - le dijo mi madre a la princesa, ella parecía ofendida por el apodo, lo soltó para enfrentar a mi madre.

- ¿Como me llamaste? ¿No tienes respeto? Soy una princesa, tu eres una simple concubina, que vallas a darle un hijo a mustafa no te hace más que yo ¿Entendiste?

Ella lo llamó por su nombre, eso pareció enfurecer más a mi mamá.

- Soy una sultana, no una concubina, tú no sabes nada, no eres más que una forastera en este palacio así que cierra la boca - le gruño mi mamá.

- No es mi culpa que no puedes satisfacer las necesidades de mustafa ahora que estás con esa barriga tan fea - eso pareció enfurecer a mi hermano.

- ¿Como te atreves? - le habló mustafa y la princesa pareció darse cuenta de su error - no eres nada aquí, cuida tu boca o haré que no puedas hablar durante lo que te quede de vida ¿Entendiste? - mi hermano se dirigió a mi madre y le dió un beso en la frente, mi madre no lo rechazó, ella solo sonrió con arrogancia cuando vio que mustafa se estaba enfrentando a la princesa, pero aún parecía molesta.

- No quise decir eso musta...

- Ya te dije que no me llames así, no eres cercana a mi, no puedes llamarme así.

- No entiendo cómo puedes estar tan ciego, esa mujer te manipula con su embarazo - miró a mi madre - mustafa solo te quiere por qué puedes darle hijos, cuando ya no puedas, el te dej..

- Silencio - gritó mustafa completamente enojado, a él no le gustaba que le dijeran esas cosas a mi madre por qué esa era la inseguridad más grande que tenía, no poder darle hijos a mustafa - guardias - volvió a gritar y yo ya sabía que haría - lleven a la princesa a los calabozos, se mantendrá ahí hasta que se disculpe con la sultana.

- ¿Que haces mustafa? No pueden llevarme al calabozo ¿Así es como tratas a una invitada? - preguntó con horror.

- Así es como trato a las personas que se atreven si quiera a pensar mal de Hurrem - dijo mi hermano de forma fría y yo sonreí orgullosa de él.

Se llevaron a la princesa, mi hermano y mi madre tuvieron una pequeña charla en la que mustafa termino por disculparse durante horas, para que mi madre lo perdonara, luego de 2 días la princesa no se disculpaba, así que mustafa mando a qué no le dieran agua, ni comida, ella no pudo aguantar más de dos días y luego eso le pidió disculpas a mi madre de rodillas.

Esa imagen siempre quedaría grabada en mi mente, el poder que puede tener una mujer si logras obsesionar tanto a un hombre como mi madre pudo obsesionar a Mustafa.

Algo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora