Capítulo 54

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Mustafa

Me había enterado del pequeño problema que tuvo Hurrem con esa mujer llamada Dilsha, quise intervenir por qué eso hizo que Hurrem se alterará y la doctora dijo claramente que no debería tener ningún tipo de problema o correría peligro, pero Hurrem dijo que no me metiera en esto o se enojaría conmigo, aveces me parecía ridículo ser el sultán por qué ella es la que me da órdenes, se supone que soy yo el que tiene que dar órdenes, pero eso no aplica en Hurrem por qué ella me maneja a su antojo.

- Hermano - Mihrimah entro a mis apocentos me acerque a saludarla.

- ¿Paso algo Mihrimah?

- No, es solo que quería hablar de algo contigo - ella parecía nerviosa y eso me causa curiosidad, no todos los días puedes ver a la sultana Mihrimah nerviosa.

- Te escucho

- ¿Recuerdas lo de Bali bey verdad? - fruncí el ceño ante su pregunta.

- Claro, lo recuerdo perfectamente ¿Paso algo respecto a eso? ¿Te hizo algo? - pregunté algo preocupado.

- No hermano lo que pasa es que Bali bey y yo estábamos hablando y queremos comprometernos - dijo directamente, pero aún estaba nerviosa, esa idea no me agradaba, no tenía nada en contra de Bali bey, pero en mi opinión era demasiado pronto para comprometerse, comos si ella leyera mis pensamientos, volvió hablar - hemos estado saliendo por un tiempo, pero casi siempre se preguntan que somos y no podemos responder a esa pregunta por eso te pido esto hermano, también afectaría tu imagen por qué soy tu única hermana, no quiero dañar tu imagen como sultan - sonreí ante su inteligencia, había buscado una menra de intentar convercerme, pero eso no era suficiente.

- No estoy de acuerdo Mihrimah, es muy pronto para que te comprometas ¿Que dice Hurrem sobre esto?

- Ella está de acuerdo, me dijo que lo pensara durante un tiempo, pero ya lo pensé lo suficiente y mi respuesta sigue siendo la misma, quiero comprometerme con Bali bey por favor hermano - me pidió, pero yo aún no me convencía.

- No Mihrimah, eres demasiado joven para hacerlo - estaba serio.

- Hermano por favor, mi madre está de acuerdo con esto, solo falta tu autorización para empezar los preparativos, es la primera vez que te pido algo.

- Puedes pedirme lo que quiera Mihrimah, lo sabes, pero mi respuesta sigue siendo la misma - ella me miró molesta y salió de mi habitación, estaba demasiado enojada, podía notarlo.

Sabía que esto traería consecuencias, pero no estaba de acuerdo con que Mihrimah se case tan joven, Bali bey es una buena persona, pero aún así no me convence que se casen tan rápido.
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Tal y como lo pensé, Hurrem ahora mismo estaba entrando a mis apocentos, estaba con ese vestido amarillo que la hacia ver más hermosa de lo que era, su vientre aún seguia sin ningún tipo de hinchazón, resien llevaba pocos meses de embarazo así que era normal, ella se acercó a mí y se acomodo en mi regazo con ambas piernas separadas.

- ¿Por qué estás aquí? - le pregunté, sabía que ella no venía simplemente para hablar y puedo darme una idea de por qué está aquí.

- Solo quería ver a mi esposo ¿Eso está mal? - dijo con un puchero, esos que solo hacia cuando estaba embarazada.

Si su intención era convencerme de aceptar el matrimonio de Mihrimah, ella iba por un buen camino.

- Se tus intenciones Hurrem, no dejaré que Mihrimah se case tan pronto - intente sonar lo más serio posible, pero no podía pensar con claridad teniendo a hurrem encima mío.

- ¿Por qué no? Ella ya lo pensó muy bien mustafa, esta segura de lo que quiere - dijo acomodándose más en mi regazo, se sentó en mi miembro y yo sentía que ya había perdido todo tipo de cordura, pero tenía que resistir un poco más.

- Por qué ella es muy joven aún - le dije con palabras entrecortadas, ella comenzó a moverse, hecho mi cabeza para atrás buscando distraer mi mente y pensar únicamente en negarme al matrimonio de Mihrimah, pero no servía de nada.

- Ella ya es lo suficientemente grande, desde niña se ha querido casarse con Bali bey, aún sigue con esa idea, ella va enserio, solo da tu autorización y todo estará perfecto.

No se refería exactamente al matrimonio de Mihrimah, ella quizo decir que si yo no aceptaba ese matrimonio se iría ahora mismo y me dejaría así como estoy, ahora mismo solo quiero hacerle el amor y Hurrem.

- No y deja de hacer eso, puedo lastimarte si sigues haciendo eso, estás embarazada no lo olvides - en realidad no quería que parará, esas palabras eran más para mí, para tratar de controlar avalanzarme sobre y hacer algo que pueda lastimarla a ella o al bebé, o a los bebés, era una posibilidad.

Pero tenía una pregunta en mi mente ¿Cuando aprendió hacer eso? Se sentía tan bien.

- El bebé y yo estaremos bien - aseguró - Solo di que si mustafa y la tortura acabará - murmuró en mi odio, solté un pequeño gruñido al sentir su aliento rozar contras mi oreja.

- Basta Hurrem, no juegues - advertí, pero en realidad ahora mismo yo estaba en sus manos, bueno siempre lo estoy, pero esto era distinto.

- Solo un si, es una palabra chiquita, SI y acabaré con tu tortura - suspiré intentando mantener mi control, pero no podía más.

- Está bien, dejaré que se casen, pero por favor - pude sentir su sonrisa, su cara estaba en mi cuello y ella daba pequeños besos húmedos.

- Soy toda tuya - murmuró aún en mi cuello.

Todo mi autocontrol se fue cuando ella dijo esas tres simples palabras, Hurrem había encontrado otro punto débil mio, no sabía si era bueno o malo, pero esto me encanta, apesar de que sabía de su embarazo, no pude controlarme del todo, esperaba no haberla lastimado, aunque ella no se quejo ni una sola vez en toda la noche.

Algo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora