Algo prohibido

Capítulo 29

Mustafa

Hoy era la ejecución de la sultana mahidevran, por fin ya no sería un problema para mí, ni para Hurrem.

- Sultán, la sultana mahidevran pidió hablar con usted - me dijo un aga.

¿Hablar conmigo? ¿Para que? De todas maneras la voy a ejecutar, pero tenía curiosidad de saber lo que me quería decir.

- Traiganla - le dije.

Después de unos minutos trajeron a mi madre, ahora estaba delante mío, ya no parecía esa mujer altanera que me causó muchos problemas, su problema era que ella pensaba que podía manipular a cualquier persona, primero a mi padre y ahora a mi.

- Querida madre - le dije con algo de burla y ella me miró mal.

- No te atrevas a decir que soy tu madre cuando estás a solo unas horas de ejecutarme, te di la vida mustafa, pero tú arrebatas la mía.

- ¿Que puedo decirte madre? Te convertiste en una molestia, si hubieras estado tranquila sin molestar hubieras vivido una vida cómoda, pero ahora vas a morir.

- Esa mujer será tu ruina mustafa, recuerda estás palabras, la mujer que tanto adoras será tu destrucción - me gritó.

- No me importa - le sonreí y ella pareció ligeramente sorprendida, supongo que aún esperaba alguna signo de que no esté completamente loco por Hurrem, pero no iba a encontrar eso por qué yo estoy loco por Hurrem - incluso si lo que dices se cumple, no me importara, sería un privilegio ser arruinado por Hurrem.

- Estás loco, ¿En qué momento cambio todo esto mustafa? ¿En qué momento dejaste de ser mi adorado hijo? - me preguntó algo dolida, pero sabía que solo estaba fingiendo.

- Madre - me acerque a ella - esos tiempo se acabaron - suspiré - supongo que puedo decirte cómo empezó todo, después de todo vas a morir de todas maneras.

- ¿Como empezó todo? ¿A qué te refieres? ¿Esto no empezó desde que tú padre murió? - me preguntó confundida.

- Lo que tengo con Hurrem si, pero mi amor por ella no, ella me ayudó abrir los ojos, Hurrem me hizo ver qué tú solo me veías como una de tus cartas, la más valiosa de tus cartas, pero eso era lo único que significaba para ti, una carta que te llevaría directo al poder - ella estaba atenta a cada cosa que decía - Hurrem me había pedido hablar con ella, fuimos a dar un paseo por el jardín, fue cuando por fin puede ver sus hermosos ojos color verde con tanta lentitud y sin odiarlos por qué tú - le señalé - me hiciste odiar a hurrem por un tiempo, pero ella me hizo ver qué solo querías utilizarme sultana.

- Eso no es cierto mustafa ¿Como podría hacer eso? Eres mi hijo, eres valioso para mí.

- Si, era valioso para tí, pero por qué yo te llevaría al poder, por eso lo era - ella no dijo nada, yo tenía razón - Ella y yo hablamos a pesar de que debería estar molesta conmigo por todo las cosas que le dije antes, ella me sonrió, me sonrió tan brillantemente que quise que me sonriera siempre así y solo a mi, no a mí padre, a mi, esa vez ella solo me dijo una cosa - ella presto mucha atención a esta parte - ella dijo "se bueno conmigo" fue lo único que dijo, pero lo hizo con una sonrisa, una sonrisa que solo le daba a mi padre, entonces supe que yo era importante para ella, por qué me sonreía de la misma forma que le sonreia a mi padre - le expliqué.

- Ella mintió mustafa, eres importante para mí, eres mi único hijo - lloró, pero yo sabía que esas lágrimas eran falsas, lo supe hace mucho tiempo.

- Te lo dije sultana, esas lágrimas ya no funcionan conmigo - ahora parecía enojada.

- ¿Las de Hurrem si? - preguntó molesta - esa serpiente también te ve como una carta - dijo, aceptando que me veía como una carta de victoria, pero no me dolía, no me importaba, ahora no, solo me importaba Hurrem y mis hijos con ella.

- Quizás si, quizás solo está conmigo por qué eso significa estar en el poder - ella pareció calmarse cuando acepte eso - pero - ella me miró atentamente - no me importa, yo conseguí el sultanato para estar con ella, así que no importa si me quiere utilizar, ella es la única que puede hacerlo - le dije tranquilo y ella se comenzó a reír.

- Esa maldita criada, cuando llegó aquí fue una criada y morirá como una criada mustafa, no importa lo que hagas ella morirá antes que tú, no pienses que por qué me mates, no tendrán problemas esa maldi....

- Silencio - le grité - creo que ya hablamos lo suficiente sultana, agas - llamé - llevense a la sultana y preparenla para su ejecución - dije serio y ellos obedecieron.

Por fin me liberaría de ese problema, ahora solo quedaba hatice, esperaba que no causará problemas, pero si lo hacia definitivamente no esperaría para ejecutarla.
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La sultana mahidevran había sido ejecutada esa tarde, pero nadie le lloró, ella misma se había encargado de recibir el odio de las personas, incluso de sus criadas de confianza, ella parecían aliviadas de por fin librarse de mahidevran, la sultana Hurrem las había cogido bajo su cuidado y servicios, ellas estaba agradecida con ella, la veían como un "angel" lo era, pero si eras su enemiga ella no sería un ángel y la sultana mahidevran era un gran ejemplo de que con la sultana Hurrem no se juega y que si no pudiste antes con ella, no podrás más adelante, no importa cuando poder tengas y que tanto te esfuerces.