Séptimo mes de embarazo.
Un grupo de criadas estaba discutiendo en la puerta de los apocentos de la sultana Hurrem.
- ¿Quién entrara a llevarle la comida? - hablo una de las criadas.
- Tu eres su criada de confianza Emine deberías ir tú - se quejó una criada.
- No, la sultana Mihrimah dijo que yo no debería ir - se defendió la criada.
- Yo tampoco quiero ir - dijo otra de las criadas.
- Entonces ¿Que haremos? No podemos dejar a la sultana Hurrem sin comer, por ala, el sultán mandaría inmediatamente nuestra ejecución - dijo una criada con temor.
- ¿Por qué están afuera? - preguntó sumbul que resien llegaba.
Todas las criadas pusieron cara de alivio cuando vieron a sumbul, él no sabía que la sultana Hurrem estaba especialmente de mal humor, así que entraría son problemas.
- Verás sumbul, queremos llevarle su comida a la sultana, pero estamos ocupadas y si no hacemos nuestro trabajo rápido el sultán nos ejecutará ¿Podrías dárselas tu? Por favor, te debemos este favor.
Sumbul miró cuidadosamente a cada una de las criadas, todas parecían angustiadas así que decidió que las ayudaría por esta vez
- Está bien, no hagan un escándalo las ayudaré - dijo de mala gana mientras cogía los alimentos
**Mucha suerte** pensaron todas las criadas mientras se retiraban y se sentían ligeramente culpables.
Sumbul entro con toda normalidad a los apocentos, pero cuando vio a la sultana Hurrem entendió por qué todas las criadas tenían esa cara.
- ¿Que haces aquí? Dije que no comería nada - gritó la sultana, él decidió mantener la calma, había lidiado con la sultana en sus momentos de mal humor, puede hacerlo.
- Sultana, tiene que comer ¿Hay algo que le moleste? - preguntó suavemente.
La sultana se paró de su mueble y tenía un semblante furioso.
- ¿Que me molesta? Mi barriga está tan grande que me duele la espalda cada vez que me levanto o camino - comenzó a gritar, pero debido a que su barriga le pesaba tuvo que sentarse de nuevo, eso solo hizo que ella enfureciera más - soy inútil ahora, ni si quiera puedo ir a dar una vuelta al palacio y me faltan 2 meses para dar a luz, con mis anteriores embarazos esto pasaba en el último mes, pero ahora paso antes y no quiero quedarme encerrada durante dos meses - lloriqueaba la sultana.
Sumbul no sabía que hacer, su sultana se veía tierna quejándose como una niña, pero sabía que no debería jugar con su carácter y tampoco reírse.
- ¿Quiere que llame a su majestad? - preguntó sumbul.
- No, no quiero que esté aquí hoy, ¿Puedes creer que ayer dijo era exagerada? Como el no tiene a su bebé dentro de él dice puras tonterías, si lo traes juro que lo voy a golpear y me importara muy poco que sea el maldito sultán del imperio otomano - se quejó la sultana cambiando drásticamente su estado de ánimo.
- Sultana, no puede decir esas cosas pueden acusarla de traición - dijo sumbul aún con tono suave, no quería irritar a la sultana.
- Como si mustafa se atreviera a hacerme algo - dijo con aires de superioridad.
Sumbul comenzaba a darse cuenta que este embarazo era muy distinto a los anteriores, con sus anteriores embarazos no habia tenido tantos cambios de humor, ni se había quejado tanto y ahora su sultana se quejaba como una niña y actuaba como una de vez en cuando, tenía que aceptarlo se veía tierna, pero era peligrosa.
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Algo prohibido
Short Story¿que pasaría su mustafa hubiera estado enamorado de Hurrem, tanto así que llegó a ser una pequeña obsesión? sin duda haría todo por tenerla a su lado, quizás eso no sea tan difícil, pero Hurrem es una mujer que ha Sido lastimada infinidad de veces n...