Capítulo 11

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Especial corto

Mahidevran.

Estaba tranquila en mis apocentos, tomando un té, pero alguien entra sin ser anunciado, cuando levanto mi vista para castigar al que se atrevió a tal cosa, veo a aysun con una cara llena de preocupación y decido calmarme.

- ¿Por qué entras de esa manera? ¿Paso algo? - le preguntó aunque se que probablemente si pase algo.

- La sultana Hurrem - dijo, pero aún seguia en shock y no continuo su oración.

- ¿Hurrem que? Habla - grité desesperada de su silencio.

- Está embarazada.

Todo se detuvo en ese momento ¿Ella embarazada? Eso era imposible, hace tiempo, antes de que fallezca el sultán suleiman, yo había mandado a darle un té que la haría infértil ¿Como puede estar embarazada? La mujer me dijo que si había tomado el té y no solo eso, si no que Hurrem no había quedado embarazada durante 2 años ¿Por qué quedo embarazada ahora? ¿Como era eso posible? Tenía que estar mintiendo, esto era imposible, no lo aceptaría, no aceptaría a un nieto de esa mujer, esos niños no serán mis nietos, no lo permitiré.

- Averigua quien fue la doctora que dijo eso y tráemela  - le ordené, pero ella aún seguia en shock - que vallas - le grité y ella se fue.

Esto tenía que ser una conspiración de esa bruja rusa, no podía ser verdad, se supone que era infértil, ella ya no puede tener hijos, yo me asegure de eso hace años, esto tenía que ser una de sus artimañas para que mi hijo no la dejara.

Pasaron unos minutos y la puerta de mis apocentos se volvió abrir, está vez aysun venía con una mujer de mediana edad, supuse que era la doctora que atendió a hurrem.

- ¿Es cierto? - fue lo primero que pregunte.

- ¿Ah qué se refiere madre sultana? - preguntó

- ¿Hurrem está embarazada? - le pregunté.

- Si, la sultana Hurrem está embarazada, el bebé está perfecto así que no tiene de qué preocuparse madre sultana - dijo tranquilamente.

- Mientes, esa mujer no puede estar esperando a mi nieto, no, ella no puede - la doctora me miró raro, pero no le tome importancia - salgan - les dije tratando de calmarme, pero no escucharon - salgan - grité y ellas obedecieron la orden.

Tenía que calmarme, no podía alterarme, en el pasado fue igual, siempre me alteré y por eso siempre perdía ante Hurrem, está vez sería distinto, esa mujer no puede dar a luz, me niego a tener un nieto de ella, hablaré con mustafa, soy su madre, él tiene que escucharme, yo fui la mujer que lo trajo al mundo, él tiene que obedecer lo que yo diga.

Alguien tocó la puerta de mis apocentos sacándome de mis pensamientos, me calmé y di el permiso de que pasaran.

- Madre sultana - dijo una criada - Su majestad el sultán mustafa, está organizando una fiesta por qué la sultana Hurrem está embarazada, espera contar con su presencia - dijo con una sonrisa nada sincera, ella debe ser una de las criadas de Hurrem.

- ¿Eres una de las criadas de esa mujer? - pregunté directamente.

- Eso no importa mi sultana, ahora lo que importa es que tendremos a un apuesto príncipe o a una preciosa princesa en nuestro palacio, el primogénito del sultán mustafa, debería de estar contenta, es su nieto después de todo y el sultán parece bastante contento sultana - dijo de nuevo con esa sonrisa burlona - me retiro - se despidió y salió de mi habitación.

Tire la taza de té que me habían traído ¿Como era posible que esa mujer si este embarazada? ¿Mustafa está tan contento como para hacer una gran fiesta? Tengo que pensar en algo rápidamente, no puedo atacar a hurrem directamente, sería atacar a un príncipe de la dinastía por qué ella está embarazada, de repente una idea llegó a mi mente, si aysun estuviera embarazada y Hurrem se entera ¿Le afectaría? Por supuesto que sí, las noticias fuertes aveces causan abortos involuntarios, era mi única salida, llame rápidamente a la doctora y aysun.

- Sultana ¿Nos mandó a llamar? - preguntaron ambas.

- Si, quiero que revises a aysun para ver si está embarazada - aysun me miró como si estuviera loca, pero no, era una posibilidad, muy pequeña, pero lo era - ¿Que esperas? Apresúrate.

Hicieron caso a mi orden y luego de un rato la doctora regreso a mis apocentos.

- ¿Entonces? - pregunté.

- Madre sultana ella.. - se quedó callada

- ¿Ella que? - le pregunté de nuevo, perdiendo la paciencia.

- La concubina de su majestad, está embarazada - dijo algo incómoda.

Esto era una bendición de ala, sabía que él no estaría de acuerdo con esta locura que hicieron, bendijo a aysun para que diera un principe, quizás esta noticia ayude a sacar al bebé de Hurrem del medio, ese bebé sería una molestia para mí, no podía permitir que esa serpiente tenga al primogénito.

Ese bebé no debe nacer.

Algo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora