Capítulo 44

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Hurrem

Estaba en el jardín dando un paseo con Mihrimah cuando la sultana shahrazad se cruza en nuestro camino, ella me mira como si quisiera matarme, aunque si quiere hacerlo.

- Hurrem - dijo mi nombre con voz molesta.

- Sultana

- ¿Que le hiciste a mustafa? - preguntó directamente, fruncí en ceño ante su pregunta.

- No se de qué me habla sultana

- ¿Crees que soy tonta? Mustafa siempre nos ha escuchado y ahora hasta mando a ejecutar a su madre solo por ti ¿Que le hiciste? - me preguntó perdiendo la paciencia.

- No le hice nada sultana, la sultana mahidevran hecho algo a las comidas del sultán y no tengo nada que ver con eso, la misma sultana mahidevran acepto su culpa - le expliqué.

- No te creo nada, siempre has sido una serpiente, tú tienes algo que ver con la muerte de mahidevran.

Bueno, ella no se equivocaba, pero no se lo diría.

- Sultana - le sonreí - no tengo la culpa de que mustafa se halla dado cuenta que ustedes solo lo manipulan y utilizan, pero estoy agradecida con que ahora lo sepa.

- Ya te lo dije antes Hurrem, no importa a quién tengas de tu lado, siempre seras una criada, eso fuiste desde que llegaste al palacio y eso serás siempre - me dijo sería, pero con cierta burla en su voz.

- Sultana, fue suficiente, he escuchado suficiente de eso - dijo Mihrimah enojada - no está hablando con una criada como usted dice, delante de usted tiene a la esposa del sultán mustafa y no puede hablarle de ese modo, ni usted, ni nadie - le dijo con una voz de advertencia.

- Siempre has sido insolente Mihrimah, nunca pudiste ser respetuosa con nadie, pero eso es culpa de tu madre - me acusó.

- No sultana, yo le doy mi respeto a la gente que se lo merece, usted no se merece el respeto de nadie, no es más que alguien oportunista - dijo Mihrimah, no me gustaba que ella se metiera en problemas, prefería mantenerla lejos de ello.

- Mihrimah ve al palacio por favor - le pedí

- No te puedo dejar sola - me dijo

- Estaré bien, obedece y ve al palacio - le volví a repetir, ella le dió una pequeña mirada de odio a la sultana shahrazad, me hizo una reverencia y se fue.

- Por lo menos sabes afrontar sola tus problemas y no te escondes tras de nadie - me dijo burlona.

- Es ironico sultana, se contradice a usted misma - le sonreí - hace un tiempo dijo que me escondia detrás de mis hijos y el sultán ¿No me dirá lo mismo está vez? - le pregunté con burla.

- Siempre has engañado a mi hermano con tus lágrimas, ahora lo traicionas y te casas con su hijo.

Sus palabras me afectaban, sabía que mi relación con mustafa era algo prohibido, si suleiman no hubiera muerto, posiblemente mustafa y yo nunca hubiéramos tenido esto, pero suleiman murió y mustafa me pidió ser su mujer ¿Por qué me negaría? Yo también quería serlo así que no me negué.

- No lo hago sultana, amé al sultán suleiman hasta el último de sus días y estuve para él siempre, sin traicinarlo, pero ahora no está.

- No está, pero debiste irte y guardarle respeto, ni si quiera pudiste esperar mucho, simplemente te metiste a los apocentos de mustafa, pero aún así dices que no lo traicionaste - me acusó de nuevo.

- Sult.....

- Fue suficiente - escuché a mustafa decir detrás mío, Mihrimah venía junto con él - Sultana shahrazad, recuerdo averle advertido que no quería ningun problema - dijo mustafa cuando llegó hasta nosotras, ella hizo una reverencia, pero yo no la hice y eso parecía molestarle.

- Su majestad, solo estábamos conversando - trato de defenderse.

- Sultana no se si la hatice se lo dijo, pero yo la mande al calabozo - dijo y shahrazad parecía totalmente sorprendida, eso quería decir que no se lo había dicho - ¿No sé lo dijo? - ella negó - La encerré en el calabozo durante 3 días por qué molesto a hurrem - ahora ella parecía horrorizada.

- No puedes hacer eso por una simple cri..

- No sultana, no lo diga, fue exactamente eso por lo que encerré a hatice, Hurrem no es ninguna criada, es mi esposa y no hay mujer más importante para mí que ella, una falta de respeto hacia ella, es como si me lo dijieran a mi y si no aprenden a respetarla por las buenas lo harán por las malas.

- ¿Es una amenaza mustafa? - le preguntó dudosa.

- Lo es - dijo sin titubiar - si me causa problemas tendrá un castigo.

- Soy tu tía, hermana del anterior s...

- Si, hermana de mi padre, hatice me dijo lo mismo pero aun así la encerré, solo les pido dos cosas, no hagan problemas y ni si quiera piensen en molestar a hurrem - le advirtió.

- ¿Que tartas de decir? ¿Por qué le haría algo a Hurrem? - preguntó como si no supiera la respuesta.

- Sultana para nadie es un secreto el hecho de que odia a mi esposa, pero yo no soy como mi padre, no las creo unas santas palomas, se de lo que son capaz y si algo le pasa a hurrem inmediatamente las culpare a ustedes.

- Mustafa n...

- Fue suficiente sultana, no tengo nada más que decir y tampoco me interesa escucharla, se lo vuelvo a repetir por si no le quedó claro - se acercó a ella de forma intimidante - ni si quiera piensen en molestar a hurrem por qué no solo las encerrare si no que también las mataré ¿Esta claro? - preguntó.

- Mus...

- Pregunté si estaba claro - alzó su tono de voz y la sultana solo asintio, tenía los labios apretados supongo que estaba aguantando para no gritar, sabía que eso no serviría de nada, solo la hundiria más - Ahora retirese - le dijo, ella hizo una reverencia y se fue - ¿Estás bien? - me preguntó.

- Si estoy bien - mire a Mihrimah - te dije que vallas al palacio, no que llamaras a tu hermano - la regañé.

- No lo hice madre, él se cruzó en mi camino y preguntó por ti, no puedo mentirle al sultán ¿Verdad? - dijo de forma inocente, aunque de inocente no tenía un pelo, ella lo había hecho a propósito.

- Mihrimah tiene razón, no puede mentirme, ni ocultarme cosas.

- No tenías que venir, podía encargarme de esto yo sola - le dije.

- No te voy a dejar sola Hurrem, te voy a proteger de todos - dijo de forma cariñosa.

- Si se van a poner de melosos, yo me voy - dijo Mihrimah, se fue del lugar y yo no pude evitar reír.

- Me recordó a Selim - mustafa me miró Confundido - cuando ellos despertaron les dije todo esto y les dije que me llamarías esa noche - me puse algo triste al recordar por qué no pasamos juntos esa noche, pero decidí ignorarlo y seguir relatando la historia - el puso una mueca de asco al entender mi referencia y se quejó de mi imprudencia - le dije con una sonrisa forzada, el me miró apenado, bueno al menos tenía un poco de vergüenza.

- Lo siento - me dijo - nunca me cansaré de decirte cuánto siento Aver hecho eso, quizás no me creas, pero de verdad lo lamento - dijo mientras agarraba mi mano derecha y besaba mi palma, eso era lago que había estado haciendo últimamente.

- Ya no tiene caso recordarlo - le dije y el me sonrió.

No mentía, no tenía caso recordarlo, pero eso no quiere decir que no me duele, me duele como la primera vez y quizás más, pero ¿Que puedo hacer? Ya es pasado, ella solo fue algo se una noche y al menos eso trajo algo bonito, Meryem, aunque no fuera mi hija, esa niña había robado mi corazón, era tan igual a mustafa, sus gestos, su sonrisa, sus ojos, todo era una copia exacta de mustafa, aveces me dolía pensar que ella no era mi hija, pero no podía odiarla, ella no tenía la culpa, nunca la culpe, si me puse triste por su existencia en algún momento y nunca lo voy a negar, pero jamás pude culparla de lo que hizo su madre y mahidevran, la niña era la más inocente de todos los involucrados en esa pelea.

Algo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora