Algo prohibido

Extra 3

Narrador omnisciente.

Si, lo que estaba ocurriendo ahora mismo era todo, menos normal.

¿Cómo puede haber una pelea en el cielo? Sonaba ridículo, pero ahora mismo lo había, supongo que incluso después de la muerte no puedes estar completamente tranquila.

La sultana Hurrem tenía un problema ahora mismo.

Tenía a sus dos esposos reunidos y no se sentía para nada confundida, ella sabía perfectamente a quien quería su corazón, él problema era que ella en verdad esperaba que no discutieran o se pusieran a gritar, ella estaba lo suficientemente tranquila y no quería que su paz fuera perturbada.

Su primer esposo, el sultán suleiman, fue alguien a quien amo demasiado, pero también fue la persona que más la lastimo y la hizo sentir de la peor manera muchas veces.

Su segundo esposo, el sultán mustafa, al contrario de su padre fue alguien que la amo a pesar de todo, ella no piensa que es perfecto por supuesto que no, tiene sus defectos, sin embargo él la amo con una intensidad tan grande que incluso cualquier persona puede decir que estaba obsesionado con su esposa.

Entonces, ella sabe perfectamente que ama a mustafa ahora mismo y que siempre lo va amar, respeta a suleiman por qué después de todo fue el padre de sus 5 amados hijos, pero no tiene más sentimientos que ese.

- ¿Cuál es el problema? - mustafa le pregunto a su padre.

No sé confundan, mustafa aun respetaba a su padre, pero cuando se trataba de Hurrem las cosas cambiaban.

- ¿Cuál es el problema? El problema es que te casaste con mi esposa mustafa, siendo mi hijo mayor - grito molesto.

- Tu también te casaste con mi madre - dijo con simpleza.

La sultana Hurrem quería reír y al mismo tiempo golpear por la cosa tan estúpida que dijo, desde que estaban aquí, mustafa había desarrollado un extraño sentido del humor.

- Mustafa - grito molesto.

Al sultán suleiman no le causaba ni un poco de gracia lo que estaba pasando ahora mismo.

- No entiendo a que quieres llegar con esto - dijo el sultán mustafa.

- Hurrem es mi espos..

- Era, era tu esposa, ahora es mi esposa.

- Es la madre de tus hermanos.

- Es la madre de mis hijos - respondió.

- ¿En qué cabeza cabe? ¿Cómo te atreves a casarte con la esposa de tu padre? ¿Tú no dirás nada Hurrem?

Preguntó viendo a la hermosa mujer de cabellos naranjas y vestido blanco, la mujer seguía siendo tan hermosa como lo fue en sus años dorados.

- ¿Quieres que diga algo? - preguntó.

- Te casaste con mi hijo ¿Cómo pudiste hacer semejante cosa?

- ¿Cómo lo hice? Pues solo nos casamos y ya - respondió.

- No lo puedo creer - dijo impresionado - en verdad que no están ni un poco arrepentidos.

- ¿Por qué lo estaría? Nunca me arrepentiría de hacer a hurrem mi esposa y madre de mis hijos, va en contra de mis principios - respondió el sultán mustafa.

Él no mentía, si regresara al pasado, haría exactamente lo mismo una y otra vez.

- Hurrem - llamo el sultán suleiman - yo te di ese nombre, se que quizás no te arrepientes, pero también se que no pudiste haber olvidado lo que pasamos tan fácilmente.

No, la sultana Hurrem no olvidaba nada en especial las lágrimas que derramó por culpa de ese hombre, no lo odiaba, no podría hacerlo, a pesar de todo él fue un hombre al que ella amo con intensidad alguna vez.

- Claro suleiman, no puedo olvidar nada, en especial las lágrimas - sonrió por qué a ella ya no le afectaba lo que pasó en el pasado, lo había superado gracias a mustafa.

- Hurrem... - murmuró.

Él sabía que ella había llorado muchas veces y admitía que muchas veces simplemente lo ignoro, sabía que lastimaba a hurrem, pero ¿Que podía hacer? Él estaba entre su familia y su esposa, no podía hacer más que hablar con las personas involucradas, él era un sultán, tenía que comportarse como tal, no importa que tanto amara a hurrem, él seguía siendo el sultán suleiman.

Y ahí estaba el problema, el Sultán mustafa había puesto a hurrem sobre todas las cosas y las personas, para él no había personas más importante que Hurrem en su vida, quizás por eso es qur la sultana Hurrem tiene en claro a quien ama en estos momentos.

- No importa suleiman por qué ahora tengo a alguien a quien amar con tanta intensidad - se acercó a mustafa y entrelazó sus brazos - y él me ama con la misma intensidad, aveces es un poco exagerado, pero me ama y eso es lo más importante para mí - sonrió brillantemente.

Él sultán suleiman recordaba esa sonrisa, era la misma sonrisa que ella solía darle cuando apenas se conocieron, ella había dejado de sonreir conforme el tiempo y si lo hacia, no lo hacía tan brillantemente como la primera vez, pero ahora ella sonria incluso más brillantemente que antes.

- Entiendo - murmuró.

¿Que caso tenía discutir ahora? Él se lo había buscado, esos ojos verdes que algunas vez lo miraron con tanto amor, ahora lo mira como a una persona cualquiera, esa mujer que alguna vez hubiera dado su vida sin dudarlo por él, ahora daría la vida por otra persona y él no la culpaba por qué después de todo fue culpa de él que la sultana Hurrem ya no lo quiera.

Al menos ella era feliz, le alegraba saber que aún quedaba algo de esa Hurrem a la que tanto amo.

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No estaba muy segura de hacer esto, pero algunas personas lo estuvieron pidiendo y dije ¿Por qué no? No sé si me quedo bien realmente, pero espero les hay gustado.

Besitos.