Capítulo 59

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Mustafa

El palacio estaba en un total descontrol, Hurrem estaba dando a luz y yo estaba demasiado nervioso, no sabía exactamente por qué, pero estaba  complemente seguro que era por qué si Hurrem daba a luz a tres bebés de nuevo yo no viviría más, pero también estaba preocupado por saber si ella está bien, se que traer un bebé es difícil, tres debe serlo mucho más.

- ¿Quieres dejar de hacer eso? - Mihrimah me gritó - solo haces que nos pongamos nerviosos.

- Mi hermana tiene razón - dijo mehmet y todos los demás asintieron.

- Como ustedes no son los que pueden morir, no se preocupan - ellos trataron de aguantar la risa, pero Mihrimah no pudo aguantar.

- No tenemos la culpa, tú eres el que embaraza a mi madre - dijo aún riéndose.

- No se que les parece tan chistoso - los mire mal.

- Mi madre lleva mucho tiempo dentro, eso quiere decir que es más de un bebé - mire a Selim con horror - piénsalo, ¿Cuánto tiempo tardo en dar a luz la primera vez? - todos nos quedamos callados - ven, es obvio que no es solo un bebé.

- Solo cállate, haces que me ponga más nervioso - me queje.

- Yo solo digo que deberías prepararte - me dijo Selim con burla.

No pude responder por qué la partera estaba saliendo de los apocentos y yo seguía rogando que diga que solo es un bebé.

- Felicidades su majestad, la Sultana Hurrem ha dado a luz a dos hermosos príncipes - suspiré con algo de alivio.

Al menos habían sido dos y no tres.

- Te salvaste por uno - bayaceto cogió mi hombro - pero aún deberías estar atento.

- Ya puede pasar su majestad, los pequeños príncipes están dentro - entre lentamente para evitar cualquier cosa que Hurrem quisiera tirarme - la sultana está durmiendo así que no tema - la mire mal por su burla - lo siento - se disculpó y rápidamente se fue.

- Bueno al menos estarás bien por unas horas más - Mihrimah se burló

- Mihrimah - la regañe

- Yo solo decia, mejor anda a nombrar a mis hermanos - asenti y entre a la habitación con mayor confianza, Hurrem estaba dormida eso quiere decir que estaba a salvó.

Dentro habían dos criadas con dos pequeños bultos en sus brazos, me acerque a ellas.

- Este es el mayor su majestad - me extendió al bebé, era muy pequeño, lo cargue con delicadeza y lo miré por un tiempo.

- Tu nombre es bahadir, tu nombre es bahadir, tu nombre es bahadir - lo nombre y le di un pequeño beso en la frente.

La otra criada me pasó al otro bebé.

- Tu nombre es emir, tu nombre es emir, tu nombre es emir - el bebé sonrió débilmente y eso fue lo más hermoso que yo había visto.

Devolví el bebé y me acerque a hurrem.

- Ella estará dormida por un buen tiempo mi sultán- todos sabían lo que Hurrem hacía, eso no era un secreto, solo asenti

- llevense a los príncipes, me quedaré a cuidar a hurrem - ellas dieron una reverencia y se fueron.
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- Te voy a matar mustafa - eso fue lo primero que Hurrem dijo cuando despertó, comenzó a tirarme todo lo que había al rededor suyo.

- Solo fueron dos - me defendí mientras esquivaba lo que ella tiraba.

- Como si eso fuera fácil - ella estaba buscando algo más para tirarme, pero me acerque rápidamente a ella y detuve su mano.

- Me disculpo, pero no puedo hacer nada tampoco - ella respiro para calmarse.

- Agradece que eres el sultán por qué si no, no dudaría ni un momento en golpearte.

- Puedes hacerlo, si eso te ayuda a sentirte mejor - ella negó con la cabeza.

- Trae a mis hijos - Ordeno y yo asenti, mandé a que los trajeran

- Hermano, madre - Mihrimah entro en los apocentos junto con sus hermanos - ¿Como te sientes? - le pregunto a hurrem.

- Ya estoy mejor.

- Por lo visto aún vives querido hermano - bayaceto se burló de mí, lo mire mal - solo decía, no te enojes.

- Creo que ser el sultán trae más de una ventaja - ese fue mehmet.

- ¿Tu también? - le pregunté incrédulo - eres el mas maduro de todos - me queje.

- Pero es la verdad, si no fuera el sultán probablemente mi madre si te hubiera matado - trato de aguantar la risa.

- No es chistoso - les gruñi a todos.

- Eso lo dices tú - Selim volvió a burlarse - está bien, ya no nos burlaremos.

Dos criadas entraron con los bebés en brazos, Hurrem sonrió inmediatamente cuando los vio.

- Sultana, estos son los dos pequeños príncipes - le entregaron a uno y trataron de ponerle en otro bebé en el brazo contrario.

- Son muy hermosos - murmuró.

- Por supuesto, eres su madre ellos tienen que ser hermosos - todos asintieron de acuerdo con lo que dije.

- Quizás también saquen tu gusto por tirar cosas - dijo Mihrimah con burla y sentí un pequeño escalofrío - solo digo - no le preste atención y mire a hurrem.

Ella miraba a los pequeños con mucho amor, ella era la mejor mamá de todas y nadie podía negar eso, se veía tan hermosa con esa sonrisa y con dos bebés en sus brazos, lo mejor de esto es que esos bebés son nuestros hijos, de ambos, míos y de Hurrem, de nadie más, solo de nosotros.



Algo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora