Mustafa
Hatice había llegado al palacio hace una semana, no había hecho nada, aún, sabía que ella había venido a molestar, pero sigue siendo una sultana, no puedo simplemente botarla y ahora las cosas se complicaban por qué aysun daría a luz dentro de una semana, eso dijo la doctora, tenía que mandar a llamar a mi madre y si ella se junta con hatice, serán un maldito dolor de cabeza.
- ¿Por qué estás tan estresado? - me preguntó Hurrem, mientras se acercaba a mi.
- Sabes que tengo que mandar a llamar a mi madre y ahora hatice está aquí, serán un dolor de cabeza - me quejé.
- Mustafa, está bien, puedo cuidarme sola, no necesito que estés detrás mío, no hice nada contra aysun por qué estaba embarazada y por qué estaba algo afectado por lo que dijieron de que no podría darte hijos, pero ya estoy bien - me aseguró y yo me acerqué a ella.
- No se trata de eso, se que puedes defenderte, pero prefiero que te ocupes de nuestros hijos - le expliqué.
- Lo haré, no voy a descuidar a los niños, además Mihrimah y los chicos están aquí, ellos van a ayudarme, aman a sus hermanos - me dijo con una sonrisa.
- ¿Como no amarlos? Son perfectos - le dije también con una sonrisa
- Si, tienes razón voy a ir a verlos, ya deben de tener hambre - me dió un beso y se fue.
Ahora tenía que mandarle la carta a mi madre, solo de pensar en volver a verla hacía que mi cabeza doliera, pero tenía que mandar a llamarla.
- Aga - grité desde mi habitación y uno de ellos entro - envía esta carta al palacio viejo con la sultana mahidevran - le ordené y el acato la orden.
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Amaba estos momentos con Hurrem, donde podíamos comer juntos en el jardín, podía verla sonreír y se veía aún más hermosa cuando el sol la iluminaba.
- Su majestad, sultana - dijo una voz que me era muy conocida.
- Sultana hatice - le dije serio.
- ¿Interrumpo algo? - dijo con inocencia fingida.
Ella sabía que interrumpía, pero le daba igual, siempre había sido así con Hurrem y mi padre muchas veces se lo permitió, pero yo no.
- Si sultana, ahora mismo estaba almorzando con Hurrem, pero usted vino a interrumpir - le dije con una falsa sonrisa, pude escuchar una pequeña risita de Hurrem y al parecer hatice también la escucho.
- ¿Que te resulta tan chistoso Hurrem? No me saludaste, ni me diste una reverencia cuando llegue, pero aún así no te dije nada, pero ¿Te atreves a reírte de mi? - le dijo molesta, iba a responderle, pero Hurrem apretó ligeramente mi mano, dándome a entender que ella se encargaría.
- Sultana, no me burló de usted está muy equivocada - le dijo sonriendo - es solo que recordé un chiste que mustafa me dijo justo cuando usted nos interrumpió - era mentira, no había dicho nada, la mayor parte del tiempo que estamos juntos, me la paso viéndola o escuchando lo que ella me dice, me encanta hacer eso - y sobre el saludo, no ví la necesidad de hacerle un reverencia - dijo con simpleza.
- ¿No viste la necesidad? Te recuerdo que yo soy una sultana de sangre y tú no eres más que una cr...
- Sultana - le grité antes de que terminara de decirlo - cuide sus palabras - le advertí.
- Mustafa, no se cómo ella logro enredarte, pero esto estaba mal, ella era la esposa de tu padre, si eso no es suficiente para ti, no olvides cuántas veces hizo llorar a tu madre, por ala, mustafa recapacita - su voz era de súplica y enojo.
- No tengo nada que recapacitar sultana, Hurrem era la esposa de mi padre, eso es cierto, pero ahora será mi esposa a penas tenga la oportunidad de casarme con ella, le seguro que ese día no está muy lejos y sobre lo de mi madre, siempre he pensado que sus reacciones eran exageradas, lo del harem era complemente normal, pero ella hacia escándalos - le expliqué desinteresadamente.
- En todo caso tu también tienes que tener un harem, son las costumbres y Hurrem tiene que aprender a vivir con eso, si de verdad quiere ser tu esposa, incluso tu padre estuvo con otras mujeres a pesar de estar casado con Hurrem - dijo con burla hacía Hurrem, sentí como se tensó a mi lado, hice una leve caricia en la mano que yo sostenía y la sentí relajarse.
- Sultana, es mi última advertencia, cuide esa lengua suya si no la quiere perder - dije cortante.
- ¿Es una amenaza? Mira a lo que estás llegando mustafa, soy tu tía, hermana del anterior sultán, no puedes hablarme así y menos si es por una simple cri...
- Fue suficiente - grité mientras me paraba y me acercaba a ella - guardias - grité y aparecieron 2 guardias - lleven a la sultana al calabozo - les ordené.
- Mustafa no puedes hacer eso, soy una sultana, no puedes mandarme al calabozo, soy tu tía - gritó mientras intentaba soltarse de los guardias.
- No me importa quien seas, si te atreves a molestar a hurrem, no solo te mandaré al calabozo, tú no eres nada comparada con Hurrem, no me importa tu sangre, ni de quién hallas sido hermana, incluso si eres mi tía, no dejaré que molestes a hurrem - mire a los guardias - estará 3 días en el calabozo - ellos asintieron y se la llevaron mientras aún gritaba.
- No era necesario mustafa - dijo Hurrem abrazándome por la espalda, eso logro que me tranquilize un poco.
- No puedo dejar que nadie te humille - voltee a verla - Hurrem, eres mi mujer, la madre de mis tres hijos y serás mi esposa, por lo tanto, no hay mujer más importante y poderosa que tú, ni si quiera mi madre, ella no es nada - le dije y ella me sonrió.
- Te amo - murmuró bajo, pero la escuché.
Mi corazón latía rápidamente por escuchar su confesión.
- ¿Me amas? - le pregunté dudoso, ella sonrió.
- Claro, te amo - dijo segura y lo único que pude hacer fue besarla.
Ella me ama, quizá aún no sabe la importancia que tuvieron esas palabras para mí, pero yo sabía que ella no me amaba con la misma intensidad que yo la amo a ella, la amo tanto que puedo asegurar que mi amor por Hurrem se convirtió en una obsesión poco sana, aunque creo que eso está muy claro, ella podría solo pedirme que acabe con el imperio y yo lo haría, no me importa nada más que ella, ni si quiera el sultanato significaba tanto para mí, como la hermosa mujer que acaba de decirme que me ama, Hurrem ya no podía escapar de mi, no la dejaría, la mantendría a mi lado cueste lo que cueste.
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Algo prohibido
Short Story¿que pasaría su mustafa hubiera estado enamorado de Hurrem, tanto así que llegó a ser una pequeña obsesión? sin duda haría todo por tenerla a su lado, quizás eso no sea tan difícil, pero Hurrem es una mujer que ha Sido lastimada infinidad de veces n...