Capítulo 38

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Mustafa.

Habia pasado unos días desde la "pequeña pelea" que tuve con Hurrem, hoy llegaba Kaan, vendría de nuevo al palacio por unos asuntos, realmente no me agradaba esa idea, a Kaan le había gustado Hurrem ¿Como su supone que lo deje venir? No, esa vez no pudo ver a hurrem, pero ahora se quedará por un mes, era obvio que en ese mes por lo menos se verían una vez y eso no me agradaba para nada, Kaan era unos años mayor que yo, era menor que Hurrem, pero no por mucho, ese era otro de los motivos por lo que no lo quería cerca de Hurrem, solo de pensarlo me daban ganas de no dejar a hurrem salir de sus apocentos por un mes, pero incluso si lo hago, Hurrem no me obedeceria, así que no tiene sentido decírselo, solo haré que se enoje conmigo.

- Sultan, El gobernador Kaan ya debe estar por llegar debería ir a recibirlo - me dijo sumbul.

- Bien, vamos entonces - antes de salir le pregunté algo más - ¿La sultana Hurrem? - le pregunté y el me miró sonriendo.

- La sultana aún no está lista, ha estado arreglándose, pero todavía le falta un poco supongo que vendrá luego - me dijo con una sonrisa, él quería molestarme y lo estaba logrando.

- ¿Mihrimah? - pregunté

- La sultana Mihrimah ya está lista hace rato, pero dijo que esperaría a su madre para que vallan juntos.

- ¿Los niños? - pregunté por último

- Los niños estarán a cargo de la señorita Emine y la señorita nurbanu - respondió y yo asenti de mala gana.

¿Por qué tenía que arreglarse tanto? Entiendo el punto en que es una sultana y que tiene que verse presentable, pero ella y Mihrimah habían comenzado a alistarse juntas y Mihrimah ya había acabado hace rato ¿Por qué Hurrem no? Eso solo hacia que mi molestia aumentará.

Nos dirigimos a las afueras del palacio, el carruaje de Kaan ya estaba fuera, pero él aún no había salido de su carruaje.

- Mi gran amigo mustafa - dijo cuando bajo de su carruaje y vino a darme un abrazo fraternal.

- Kaan - lo saludé de forma simple.

- Must.. - no terminó su oración por qué se quedó viendo detrás mío, con curiosidad voltee a ver qué era lo que estaba mirando.

Hurrem y Mihrimah venían juntas, muy sonrientes, Hurrem estaba con una hermoso vestido amarillo, tenía ganas de quitárselo ahora mismo, me aseguraré de que la próxima vez que valla a mis apocentos utilize ese vestido, llevaba su cabello suelto con unas pequeñas hondas, ella era hermosa con lo que se pusiera, pero eso se le veía demasiado bien, Mihrimah tenía un vestido azul, también se le veía bien, pero Hurrem sin duda había dejado claro de quién heredo esa belleza Mihrimah.

- Wao - escuché detrás mío, había olvidado que kaan estaba conmigo, lo mire mal, pero el parecía demasiado ocupado observando a hurrem como para darse cuenta de mi mirada.

- Su majestad - me saludaron ambas cuando llegaron, pero no hicieron ninguna reverencia, solo un pequeño reconocimiento con la cabeza.

- Mis dos hermosas Sultanas - dije fuerte y claro, Kaan pareció reaccionar con eso, presto toda su atención a lo mis siguientes movimientos.

Me acerque a hurrem y le di un pequeño beso en la frente, al igual que Mihrimah, Kaan me miraba impaciente, supongo que queria saber quién era Hurrem, por qué él ya conocía a Mihrimah.

- Kaan - lo llamé y el me prestó total atención.

- Ella es Hurrem, es mi esposa, madre de mis hijos y a Mihrimah ya lo conocías - le dije con una enorme sonrisa, resaltando las palabras "esposa" y "madre de mis hijo" él pareció confundido.

- ¿Ella no es la bailarina que quería aquella vez? - me preguntó confundido y yo tuve que usar todo mi auto control para no matarlo.

- Si era yo, solo quería molestar a mi esposo, tuvimos un pequeño desacuerdo, pero nada que no pudiéramos solucionar después - le respondió Hurrem con una sonrisa, me molestaba, pero sabía que ella lo hacía para ser amable.

- Entiendo, bueno déjeme decirle que usted baila muy bien y que hoy se ve demasiado hermosa - la halagó descaradamente delante mío.

- ¿Ellas son? - preguntó, supuse que se refería a cual era la relación entre ambas.

- Hurrem es la madre de Mihrimah - le dije y el me miró confundido, supongo que fue por qué yo le dije que Mihrimah era mi hermana - es una larga historia - fue todo lo que dije y el asintió.

Se acercó a hurrem e intento tomar su mano para darle un beso, pero lo detuve.

- No me gusta que otras personas toquen a mi esposa, le pido de forma amable que no haga ese tipo de cosas - le dije fríamente y el levanto las manos en signo de rendición, se acercó a Mihrimah, pero antes de que pudiera tocar su mano, Bali bey apareció.

- Sultanas, sultán, disculpen la demora - dijo ubicándose al lado de Mihrimah quien inmediatamente sonrió al ver a Bali bey.

- No te preocupes - le dije y Kaan lo miro curioso.

- El es Bali bey, es un comandante y es una persona de confianza para mi - le dije, pero el parecía querer saber cuál era la relación entre Mihrimah y Bali bey, pero nadie dijo nada por qué no sabíamos que decir, Mihrimah no quería aceptar que le gustaba Bali bey y él solo hace lo que Mihrimah quiera.

- Bueno, pacemos al palacio - dijo Hurrem rompiendo el silencio que se había formado cuando nadie respondió a la pregunta silenciosa que hizo Kaan.

Mientras entrabamos, Kaan había estado hablándole a hurrem, parece que mi advertencia no fue clara, no dije nada por qué Hurrem me miraba con una ligera advertencia en sus ojos, supongo que sabía que ahora mismo quería matar a Kaan, pero también sabía que no podía hacer eso y salir sin ningún problema, él era un gobernador, no una persona cualquiera, pero si pasa los límites eso no me importara, mi paciencia tiene un límite, pero cuando se trata de Hurrem pierdo la calma con demasiada facilidad.

Algo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora