Be me Valentine's

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Continuacion del one-shot Homecoming. 

Feliz día a todos, aunque ya se acabó xd espero que todos se la hayan pasado bien con sus parejas/amigos/familia/solos en este día que uso como excusa para comer chocolates a lo desgraciado.

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Jack abrió los ojos al escuchar la alarma de su celular que le indicaba que era hora de despertar. Él no solía levantarse tan temprano, pero el día lo ameritaba.

–Mhhh– gimió con voz ronca al levantar la mano para deslizar el dedo por la pantalla de su celular y así desactivar la alarma que sonaba de forma incesante. Se frotó el rostro y se sentó en su cama quedándose así por un par de minutos.

Al sentir que su cuerpo no quería reaccionar, optó por darse una pequeña cachetada –No puedes perder tiempo hoy– se dijo a si mismo tomando su celular.

5:08 am

Esto definitivamente lo hizo ponerse de pie y correr a comenzar a vestirse con su ropa deportiva y enfundar sus pies desnudos en calcetas y unos tenis. Su rutina habitual era despertarse a las 6:30 am para hacer sus ejercicios y después volver a desayunar y prepararse para ir a la escuela.

–Volveré, no te vayas a ir a ningún lado– miró al muñeco de peluche de pingüino sosteniendo un corazón en el centro de su pecho.

Mientras Jack corría esos kilómetros por su trayecto habitual viéndose en la oscuridad de la madrugada, apenas podía ver los tenues rayos del sol por el este comenzando a pintar de celeste el cielo de febrero; él repasó su plan de nuevo. Terminaría de hacer ejercicio, volvería a casa a ducharse como nunca en la vida y tomaría el peluche junto con la caja de bombones que había comprado el día anterior y pasaría a cortar las rosas del rosal de su madre que con tanto esmero había ayudado a cuidar en estos meses.

Mentiría si dijera que no se sentía genuinamente preocupado por lo que haría, este era el primer año que pasaba San Valentín al lado de Elsa después de volverse pareja oficial luego de un par de meses de lo ocurrido en el Baile de Bienvenida y quería asegurarse de que fuera perfecto. Esta era una jugada arriesgada, porque sabia que a Elsa no le gustaba ponerse en el foco de atención, pero no podía evitar querer darle todo en el mundo, porque era lo que ella se merecía.

Luego de correr todo lo que debía de, todavía se sentía como si pudiera correr un maratón de lo emocionado que estaba, tenia la adrenalina corriendo por su organismo, pero no había tiempo para perder. Al ponerse su sudadera azul favorita se recordó poner un poco más de colonia de lo usual, estar bien rasurado y su cabello... bueno, intentar ordenarlo un poco, aunque realmente no hubo mucho cambio en esto debido a que sus mechones desordenados eran implacables.

–Jack– su madre lo llamó desde la cocina al escucharlo bajar las escaleras –Tu smoothie esta listo– le avisó poniéndoselo en la barra.

–Gracias mamá– le dio un beso rápido en la mejilla.

–Le puse proteína extra, pareciera que la necesitarás hoy– dijo con una pequeña risa.

–Hey, Jack– su hermana menor bajó las escaleras llamándolo con emoción –Mira– le mostró con ilusión a su hermano mayor la tarjeta que decía "Bee my Valentine" con una tierna abeja sonriendo en la portada.

–Woah, ¿Dónde compraste esto?– preguntó aun sabiendo que era algo que ella había hecho.

Emma rio –La hice yo, pensé en dársela a Jamie Bennet, pero mamá dijo que soy muy joven para esas cosas–

Su rostro casi enrojeció al escuchar este nombre, ubicaba perfectamente al niño que tenía flechada a su hermanita adorada y le guardaba cierto resentimiento en secreto –Y tiene absoluta razón– le dijo Jack –Recuerda lo que hablamos, nada de chicos hasta los 21– le sonrió.

–Los celos son señal de baja autoestima, hermano, así que... ¿qué quiere decir eso?– bromeó con él.

Jack de inmediato arrugó el gesto –¡Hey!–

Emma se rio de inmediato –Deberías de dársela a Elsa–

–¿De verdad?– preguntó sorprendido.

La niña asintió –Dijiste que querías ser extra-romantico– abrió los ojos.

–Es un buen punto– le alborotó el pelo antes de tomar su bebida y tomársela rápidamente –Se me hace tarde– nuevamente besó la mejilla de su madre y la frente de su hermana a modo de despedida.

–Diviértanse y trata de no llegar tan tarde– le dijo su madre confiada de que su hijo tendrá un buen día –Y saludas a Elsa–

–Oh, sí, dile hola de mi parte– pidió Emma.

–Lo haré. Nos vemos– dijo Jack tomando sus cosas antes de entrar al auto y dejarlas en este, corrió al cobertizo de donde sacó un par de tijeras para podar con las cuales cortó las rosas y con el filo de este se aseguró de dejarlas sin una sola espina que pudiera lastimar los tiernos deditos de su novia –Bien, este será un buen día– tomó una respiración profunda antes de emprender su camino a la escuela.

Tan pronto llegó se dirigió rápidamente al casillero de Elsa, abrió el casillero con la clave que conocía bien porque ella había insistido en que él guardara sus libros de francés en este, ya que su casillero le quedaba lejos de la clase y solía tener que hacer malabares para llegar a tiempo.

Acomodó el peluche, la caja de bombones, la tarjeta y las rosas estratégicamente y una vez satisfecho cerró la puerta de metal para dirigirse a su propio casillero a buscar sus cosas y comenzar a hacer pendientes para matar el tiempo que restaba para que Elsa llegara.

Una vez se dio cuenta que Elsa debería de estar ya en la escuela, tomó sus pertenencias y caminó para buscarla, cosa que no fue tan difícil.

Sonrió al ver a Elsa meterse uno de los dulces a la boca con una enorme sonrisa.

–Hey, parece que alguien me ganó– fingió sorpresa al ver a Elsa.

La sonrisa de ella se borró de inmediato –¿N-no los dejaste tu?– la vio volverse blanca como una hoja de papel.

Jack soltó una carcajada –¡Si, fui yo!, ¡lo lamento!– la abrazó contra ella disculpándose al verla tan mortificada.

–Está bien, es solo que por un momento creí que si había sido alguien más– suspiró aliviada –Jack... esto es demasiado, no tenías por qué molestarte–

–¿Bromeas?, esto es solo el comienzo– le acarició la espalda –Tu y yo tendremos una cena romántica en casa, mis padres pasaran la noche fuera de casa y Emma se quedará con una amiga, así que tenemos un espacio para nosotros–

–Mhhh, no me negaré a eso, pero no eres el único con regalos– ella extendió su mano al casillero para sacar una caja blanca que tenía un sobre incluido y se la entregó a Jack.

Su primer instinto fue leer la carta, pero ella se lo impidió –No, hazlo cuando estes a solas– le pidió suplicante.

–Okay– suspiró y se enfocó en abrir la caja y deleitarse con el contenido de esta, miró a Elsa estando incrédulo –Créeme... esto no durará ni un día– tomó una de la variedad de galletas en forma de corazón para devorarla enseguida.

–Punzie me ayudó a hacerlas– acarició su mejilla quitando las migajas.

–Me encantaron– tomó otra de las galletas que tenían su nombre grabado con glaseado azul y un copo de nieve –¿Te veré mas tarde?– preguntó acercándose a ella con intenciones claras.

Ella asintió –Te veré en el almuerzo– se paró de puntitas para alcanzar sus labios y darle un pequeño pico, cosa que lo hizo muy feliz –Gracias de nuevo–

–Gracias a ti– con esto se despidieron y cada uno tomó su rumbo.

Definitivamente, este San Valentín era más que prometedor para los dos.

Jelsa one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora