Perfect love story

1K 92 107
                                    

Elsa de Arendelle conoció por primera vez a Jackson Overland por allá en el año de 1900 en Noruega, el chico acababa de quedar huérfano y su padre había decidido acogerlo porque sabia que en el futuro el chico sería útil como servidumbre. Ambos chicos apenas y tenían 14 años, pero desde el momento en que se conocieron supieron que serian grandes amigos, y dicho y hecho así fue.

La compañía de Jack en la enorme y solitaria casa de los Arendelle le benefició a ella, porque era el único cercano a su edad y se sentía que podía ser ella misma con él. Ambos solían tomar largos paseos por el jardín o incluso más de una vez se aventuraron a fugarse e ir al pueblo a escondidas de los padres de Elsa, solo para regocijarse con los festivales.

Para cuando cumplieron los 18 ambos se encontraban en la cúspide de su belleza, el rostro infantil de ella se había tornado en el de una joven con porte y elegancia, sus caderas resaltaban del resto de su cuerpo y había comenzado a usar corsé junto con esos hermosos vestidos. Él se había estirado hasta tener 1.80 de altura, sobrepasándola a ella por 10 centímetros, su cuerpo se notaba bien trabajado por las labores diarias y su voz era profunda y encantadora, tanto que este detalle no pasaba desapercibido por las jóvenes del pueblo. Pero a pesar de todos los coqueteos que cada uno recibía por su parte, su corazón solo latía por el otro.

La primera vez que se besaron fue mientras paseaban por las montañas admirando el fiordo, era primavera y todo brillaba enverdecido. Ambos estaban sentados sobre unas rocas charlando sobre lo bella que se veía las aguas relucientes, cuando ella no lo pudo soportar mas y tomó su rostro para besarlo, al principió el se sintió asustado, pero después se dejó llevar acariciando la suavidad de su piel de porcelana.

Mantuvieron sus pequeños momentos de privacidad en secreto por un año hasta que la cosa fue a más. Cuando los padres de Elsa salieron a un viaje largo, y se quedaron ellos solos junto con Gerda y Anna, sus criadas; ellos aprovecharon para entregarse el uno al otro, porque sabían que ese viaje que había hecho sus padres era solo para terminar de hacer los arreglos para que Elsa se casara con el pudiente Hans Westergaard.

Disfrutaron esos días como si no hubiera un mañana, se amaron, se juraron y lloraron todo lo que tenían que llorar.

Dos semanas después de que sus padres llegaron, él tan temido sujeto apareció para llevársela lejos. Jack tuvo que aguantarse las lagrimas mientras ayudaba a Elsa a subir al carruaje, le tendió por ultima vez su mano temblorosa y ella la tomó mientras recogía la falda de su vestido de novia, ambos se despidieron brevemente con la mirada antes de que él tuviera que cerrar la puerta porque ella tenia que llegar a la iglesia pronto. Después del banquete y de despedirse de su familia ella desapareció por el camino de terracería dentro de ese carruaje rumbo a un destino que les era desconocido a ella y a Jack.

Meses angustiosos pasaron sin saber nada de Elsa, por más que Jack intentaba escuchar los chismes de los sirvientes o las conversaciones de Agnarr e Iduna, no pudo saber nada, sabia que ella estaba viva porque de lo contrario ambos padres no estarían tan tranquilos, pero él no tenia ni idea del infierno por el que ella estaba pasando. Hasta que un día llegó una carta...

–Jackson, Anna– ambos jóvenes permanecían de pie frente al escritorio de Agnarr sin saber porque les había pedido que se reunieran con él –Los he llamado porque hoy recibí una carta del esposo de mi hija–

El corazón de Jack se detuvo al escuchar esto.

–Al parecer Elsa no se encuentra muy bien– dijo finalmente.

–¿E-esta enferma?– preguntó Jack sintiendo que en cualquier momento se volvería loco.

Agnarr lo miró extrañado ante el comportamiento del chico –Eh... sí, Jackson, aunque la carta dice que su enfermedad es algo más... emocional– explicó con calma –Al parecer extraña mucho su hogar y allá no tiene mucha compañía de conocidos, así que se me ocurrió que tal vez sería una buena idea rodearla de gente en la que ella confié, tu has sido su criada favorita y tú... incluso un amigo. Se que tal vez es mucho pedir, pero quisiera que fueran a trabajar para ellos–

Jelsa one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora