Este es otro cortito, pero ya es el segundo día de actualizacion al menos :v
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1910
Pittsburgh, Pensilvania
Jackson Overland resopló cuando finalmente pudo llegar a la sombra que ofrecía el enorme roble escarlata que descansaba en la sima de una colina.
El joven de cabello y ojos castaños sacó del bolsillo de su traje azul marino un pañuelo para limpiarse las gotitas de sudor que nacían en su frente, mientras deseaba con todas sus fuerzas que el verano acabara; odiaba portar ese sobrero de paja decorado con una banda de tela que lo hacia ver como un niño, deseaba volver a portar su sombrero de fieltro que le daba un aspecto mucho más varonil y adulto.
Pronto seria 15 de septiembre y podría juntarse con sus amigos para aplastar sus sombreros de paja, pronto el calor se iría y el frio lo abrazaría.
Jadeó al sentir una ráfaga de viento golpearle por detrás, fue lo suficientemente fuerte para hacer que su sombrero de paja saliera volando.
–No, no, no, no-Jackson se tambaleó corriendo tras el frágil objeto que rodaba colina abajo sintiendo que las mejillas se le coloreaban de inmediato ante tal bochornoso espectáculo que estaba dando.
Corrió tropezándose en el proceso haciendo se su impecable traje se ensuciará un poco de tierra; corrió hasta que el sombrero se detuvo.
Jack abrió ligeramente los labios al ver a la joven que vesita un hermoso vestido blanco de mangas abombadas, su cabello rubio permanecía casi oculto por el sombrero decorado en exceso con flores y otros artilugios que denotaban su estatus social. Ella se giró levemente para ver a su padre, quien estaba sentado en la manta de picnic junto a su esposa y una chica más joven, y él asintió en aprobación.
Ella con el permiso y la vigilancia adecuada, se acercó con el sombrero de paja en las manos.
–¿Se encuentra bien?– preguntó preocupada.
–Si, lo lamento mucho– Jack se apresuró a sacudirse el polvo –Es... lamentable mi estado, una falta de respeto para usted–
Elsa negó con la cabeza –Esta bien– sacudió el sombrero de paja dejándolo limpio de tierra y se lo entregó extendiendo las manos –Afortunadamente no se dañó–
Jack sonrió genuinamente –Afortunadamente– se apresuró a tomarlo y colocárselo contra su pecho para hacer una pequeña reverencia con la cabeza en señal de respeto –Gracias a usted–
–Joven, ¿le gustaría sentarse a beber algo?– preguntó el jefe de familia que permanecía en su lugar –Se ve algo sediento–
–Uh...– miró a la joven frente a ella sonreírle –Seria muy irrespetuoso negarme a su amabilidad después de salvarme de la humillación publica– respondió él.
Ambos jóvenes caminaron de regreso hacia la manta –Jackson Overland, un gusto– él extendió la mano hacia el hombre e inclinó la cabeza con respeto hacia las mujeres.
–¿Overland?– preguntó el hombre rubio –Conozco a tu padre, él y yo fuimos a la escuela juntos. Soy Agnarr Andersen, ella es mi esposa Iduna y mis hijas Elsa y Anna–
Jack sonrió nervioso –Me siento apenado, no recuerdo que él me hablara de usted–
El hombre se rio –No lo sientas; en realidad me fui una vez terminé la escuela y justo acabamos de mudarnos de regreso aquí la temporada pasada– aclaró mientras servía una copa de vino y se la ofrecía al joven –¿Cómo esta tu padre?– preguntó
La sonrisa de Jack se borró al tomar la copa –Oh... pues, falleció el año pasado–
Agnarr se atragantó con su bebida –L-lo lamento tanto, no sabía...–
Jack negó con la cabeza antes de tomar un sorbo de la copa –Esta bien, no sabía–
–¿Cómo esta tu madre?– preguntó él.
Jackson asintió –Ella esta mejor, afortunadamente mi padre se fue sin deudas–
Agnarr asintió –¿Cuántos años tienes?– preguntó.
–Diecisiete– respondió –Cumplo dieciocho en noviembre–
–¿Estas estudiando?– preguntó el hombre.
Él se volvió a reír con nerviosismo –En realidad, tuve que dejar la escuela para trabajar–
–¿Tuviste suerte?– Iduna se atrevió a preguntar.
Jackson se encogió de hombros –Tal vez suene muy codicioso de mi parte, pero no tanta como la que desearía–
Agnarr miró a su esposa –... ¿No te gustaría trabajar para mi en la fabrica de acero?, como aprendiz–
Jackson se quedó boquiabierto –¿Lo dice en serio?–
El hombre asintió –Te ves joven e inteligente, seguro serás de ayuda para el negocio–
El muchacho asintió sin dudarlo –Me encantaría, muchas gracias, señor– tomó la mano del mayor estrechándola con animosidad.
–Y si todavía te interesa seguir con tus estudios, mi hija podría ayudarte en tus tiempos libres– miró a la mayor de las hermanas –Es una excelente tutora–
Él miró a la chica sorprendido.
–Eso si no resulta ofensivo para usted– sonrió ella.
Jackson negó con la cabeza apresuradamente –En absoluto, definitivamente usted pareciera ser mucho más inteligente que yo, al menos usted si puede mantener su sombrero en donde se supone que debería estar– bromeó él.
Ella se rio –Los alfileres son de gran ayuda, avíseme si le gustaría que le prestara uno– respondió a la broma.
–Me temo que soy tan torpe que terminaría lastimándome a mi mismo o a los demás– replicó.
El resto de los presentes se miraron sintiéndoseun poco desplazados en la conversación, ya que había parecido que un invisibledomo de curiosidad y comodidad acababa de cubrir a los jóvenes en cuestión desegundos; pero no estaban molestos, después de todo, ambos combinaban a la perfeccióncon el paisaje y los sombreros.

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Jelsa one-shots
RandomUn recopilatorio de historias Jelsa que rondan por mi cabeza. Un poco de todo.