Jelsa one-shots

The Queen's Affection

Amigos, hoy tuve una idea decente para al fin escribir un corto no tan corto. Aleluya.

P.D.: Nunca tuve oportunidad de ver El afecto del rey, pero mi mamá si y dijo que estaba muy buena. Esto reafirma mi teoria de que los Kdramas son las novelas koreanas para las mamás

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La reina permanecía de pie con sus nudillos sobre la superficie de madera blanqueándose por la fuerza que ejercía sobre estos y sus mejillas sonrojadas eran prueba de la ira que contenía. Frente a ella se encontraban en sus respectivos asientos los miembros de su consejo.

–¿Cómo pueden hacerme esto?– cuestionó intentando no sonar tan agresiva.

–Su Majestad...– Kai, su mano derecha, fue quien intentó calmar las aguas.

–No– negó con el entrecejo fruncido –He reinado desde que cumplí la mayoría de edad y lo he hecho bien hasta ahora sin la necesidad de un hombre. ¿Por qué ahora?–

El hombre más anciano del grupo se aclaró la garganta –Su Majestad, no se está cuestionando su impecable labor como reina– aclaró –Lo único que tratamos de decir es que por el bien del reino necesita conseguir un esposo–

–No entiendo– respondió ella.

–Solo le pedimos que considere que si le llegara a suceder algo a usted el reino quedaría desprotegido, debido a que es usted la única que queda de la familia– explicó Kai.

–Mi hermana...– Elsa intentó hablar.

El anciano se aclaró la garganta –Su hermana renunció voluntariamente a sus títulos para casarse con el muchacho del hielo–

Ella suspiró.

–Al no haber nadie más en la línea de sucesión caeremos en desgracia si algo llegase a sucederle, por eso le pedimos que contraiga matrimonio lo más pronto posible, de esa manera sus hijos asumirán el trono– terminó de hablar el hombre canoso.

–¿A quién tienen en mente?– preguntó la rubia de ojos azules.

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El príncipe más joven del Reino del Norte suspiró al bajar del barco y observar su nuevo hogar, cuando le dijeron que debía contraer matrimonio por los problemas económicos de su reino no solo le pidieron que renunciara a su libertad y juventud, también tuvo que dejar todo atrás, su familia, amigos, sus pertenecías e incluso su ropa.

El traje que usaba le picaba como el infierno, pero seria solo por un rato o eso esperaba.

–Su Alteza– Jack sonrió porque al menos tenia a Hipo y Bocon a su lado... por lo menos este día –Le dije que todavía no terminábamos con usted– dijo el hombre de bigote largo y brazo metálico que sostenía un peine.

–Debe lucir impecable– Hipo le acomodó la banda de medallas relucientes que colgaba en su pecho.

–¿Ustedes la conocen?– preguntó el príncipe de cabello castaño y piel pálida.

–¿A quien?– preguntó el hombre rubio.

–A la reina– aclaró él.

Ambos negaron con la cabeza.

–¿Creen... que sea agradable?– preguntó temeroso.

Bocon se rio –He escuchado que es muy bella... mayor que usted, pero eso podría ser un beneficio– él movió de forma sugerente las cejas.

Jack suspiró –¿En serio no nos veremos antes de la boda?–

Hipo negó con la cabeza –Se había programado un encuentro ayer, pero esa tormenta nos retrasó, así que será mejor que nos pongamos en marcha rumbo a la iglesia– el joven lo hizo caminar hasta donde los esperaban con el carruaje.