Bitacora del día 6: Me estoy quedando sin ideas, además, ya estoy agotando las actualizaciones que tenia preparadas previamente y no he contestado un monton de comentarios pendientes. Estoy empezando a creer que Dios me ha abandonado.
Lograré salir con vida de esto? Si es así, nada será igual...
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Elsa brincó para bajar de Nokk, le acarició la cabeza al espíritu con forma animal para despedirse de él –Gracias por traerme– le dijo antes de que este desapareciera brincando entre la nieve y las rocas de la Montaña del Norte.
Elsa suspiró viendo su castillo de hielo, su fortaleza de soledad ahora se había convertido en un refugio de amor desde que conoció a Jack Frost. Solían encontrarse en ese sitio para pasar el tiempo juntos sin que nadie, más que los Snowgies, los molestara.
Elsa llamó a la puerta principal en donde fue recibida por Malvavisco, quien la saludó.
–Hola Grandote, ¿Jack está aquí?– preguntó.
Su gigante creación asintió con una sonrisa.
Elsa se mordió los labios y corrió escaleras arriba ansiosa por ver a su chico, al llegar a la habitación principal abrió la puerta y se encontró con lo que menos esperaba.
Los Snowgies se encontraban reunidos en circulo alrededor de Jack.
–Let it go, let it go
I am one with the wind and sky–
Puso cara de fastidio al ver a su novio cantando y bailando mientras hacia movimientos exagerados con la capa de su antiguo vestido azul.
–Let it go, let it go
You'll never see me cry
Here I stand and here I...– frenó en seco en cuanto se percató de la presencia de Elsa haciendo que resbalara con la falda y cayera al suelo.
–¡Elsa!– fingió demencia acomodándose en una pose seductora todavía en el suelo –Viniste antes de lo que creí–
Ella lo miró sin inmutarse, con la misma expresión.
–Ah... esto...– la sonrisa nerviosa de Jack se ensanchó y comenzó a reír –Esto es solo-solo... yo solo estaba...–
–Fuera todos– les ordenó ella a los Snowgies quienes huyeron despavoridos.
Jack aprovechó para ponerse de pie –Elsa, esto no es lo que piensas, no me estaba burlando de ti...– hizo una pausa para pensar –No tanto– corrigió.
–Jack– ella caminó hacia él con una mirada amenazante haciéndolo retroceder.
–Se veía muy bonito y brillante, quería ver como se sentía– explicó con voz temblorosa.
Ella finalmente se detuvo frente a él sin ceder con la mirada penetrante –¡Mira lo que hiciste!– le reclamó golpeándolo con el dorso de su mano en el pecho –¡Lo agrandaste!–
Jack la miró confundida, =estaba enojada por haber estirado su vestido y no por la parodia –Perdón– se disculpó el sintiéndose confundido.
Elsa hizo un puchero y se cruzó de brazos pensando en que hacer –Te perdonaré... solo con una condición...– le advirtió.
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Anna y Kristoff se reían sin parar ante tal escena frente a ellos. Su hermana había aparecido frente a ellos para presentarles formalmente a su novio, de quien habían escuchado hablar mucho, sin embargo, no habían tenido la oportunidad de conocerlo. El pequeño detalle era que estaba usando el antiguo vestido de Elsa.
–Es un placer conocerte, Jack– lo saludó Anna y luego Kristoff.
–Me alegro de que finalmente puedas conocer a mi familia– Elsa apoyó su mano en el pecho del chico sintiéndose extremadamente cómoda mientras usaba la sudadera azul y pantalones de Jack.
Jack suspiró y se resignó –Yo también... yo también–
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Jelsa one-shots
RandomUn recopilatorio de historias Jelsa que rondan por mi cabeza. Un poco de todo.