Ultimamente tengo mucha flojera para escribir hahahahahaha así que no me gustó mucho como quedó este.
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Jack y Elsa permanecían sentados en la banca de madera del campus mientras la tarde caía, cada uno tenia su bebida caliente, ella bebía chocolate caliente mientras él optó por café. Ambos se habían vuelto muy cercanos desde la finalización de su proyecto, viéndose varias veces desde entonces.
–Wow– exclamó Jack mirándola fijamente.
–¿Que?, ¿Tengo algo en la cara?– preguntó ella confundida.
–No, es solo que tus ojos son muy hermosos– le dijo con una sonrisa dulce en su rostro.
Ella se sonrojó de inmediato y rio nerviosa –T-tu tienes un cabello muy lindo, huele bien, ¿te bañas muy seguido?– preguntó sin pensarlo.
Jack se aguantó la risa lo mejor que pudo –Sí, todos los días, de hecho–
Elsa giró la cabeza para que él no pudiera ver como se regañaba a si misma por haber dicho semejante estupidez.
–Tu cabello también es bonito– él aprovechó para pasar sus dedos por los mechones desde cerca de la raíz hasta detrás de su oreja –Me gusta–
¿Era posible sonrojarse aun más de lo que ya estaba?, se preguntó Elsa ante el delicado y frio toque del muchacho.
–¿Sabes que otra cosa me gusta?– preguntó él con sonrisa traviesa.
Ella no respondió, solo tragó salvia nerviosa al verlo fijar sus ojos en sus labios.
–¿Mi lápiz labial?– preguntó aclarándose la garganta al sentir como la voz le fallaba.
Jack esta vez no pudo evitar soltar una pequeña risa, Elsa nerviosa era muy adorable –Sí, ¿es de los que tienen buen sabor?– preguntó con dobles intenciones.
–Uh, no lo sé– respondió sin ver las mañas de Jack.
–Mh, tal vez podría averiguarlo por ti– se acercó a ella con esa sonrisa galante y juguetona propia de él y Elsa solo pudo quedarse muy inmóvil con la respiración agitada cuando sintió que sus narices iban a rozar –Puedes detenerme si eso quieres– ofreció al sentirla tan asustada.
–Lo siento, es que no soy buena en estas cosas– ella confesó apenada.
Él sonrió se apartó solo un poco –Esta bien, no quisiera presionarte–
–¡No!– ella lo detuvo al ver que se alejaba y eso no era lo que quería –Quiero decir... Sí quiero– dijo ahora siendo ella la que se acercó a él.
La sonrisa de Jack se ensanchó feliz de saber que ella correspondía a sus sentimientos –Así que... ¿puedo besarte?–
Elsa soltó una pequeña risa –Cariño, tu puedes probar mi labial las veces que quieras–
Los ojos de Jack se abrieron con sorpresa al escucharla decir esto.
–¿Yo dije eso en voz alta?– se preguntó ella.
Jack se carcajeó antes de juntar sus labios con los de ella. Ese día descubrió que no solo le gustaba coquetear, sino que también se sentía bien que le siguieran el juego de vez en cuando.

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Jelsa one-shots
RandomUn recopilatorio de historias Jelsa que rondan por mi cabeza. Un poco de todo.