Después de cuatro partes llenas de sufrimiento pensé que sería bueno hacer algo tiernito, ya que también quería dejar en claro que esta serie (hasta este bonus) no se trataba de algo romántico, solo quería usar a ambos personajes para mostrar ambos lados de como he vivido la ansiedad y la depresión.
También hay que aclarar que las enfermedades mentales no se curan de la noche a la mañana. No es como que vas a terapia, tomas tu medicamento y un día todo termina y eres feliz para siempre.
Por último, traté un poco el tema de la dependencia a medicamentos como clonazepam, esto es algo que puede pasar, pero no por ello hay que satanizar el tratamiento o tener miedo. Tu psiquiatra está capacitado para saber que medicamentos puedes tomar, escúchalo y asegúrate de que también te escuchen si llegas a presentar efectos adversos.
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Elsa se movió entre la gente que esperaba en la línea para ser atendidos, buscó a Jack por todas partes, pero no lograba verlo ente tanta gente a pesar de su característico color de cabello blanco.
–¡Elsa!– se giró al escuchar su voz, él estaba al fondo, en una mesa junto a la ventana saludándola.
Ella suspiró aliviada de al fin encontrarse –Hola– lo saludó sintiendo como sus mejillas se sonrojaban, ¿acaso se veía más apuesto desde la última vez que lo vio?
–¿Cómo has estado?– fue recibida con un abrazo de oso.
Habían pasado dos años desde que ambos iniciaron su nueva vida universitaria en Boston y se veían cada que tenían la oportunidad. Incluso habían considerado ser compañeros de cuarto el próximo año que la compañera de Elsa, Honeymaren, se graduara.
–Muy bien– respondió sintiéndose atontada por el olor a su colonia.
–¿Te teñiste el cabello?– preguntó tomando uno de los mechones de su largo cabello rubio aun más platinado.
–Bueno, si– respondió sorprendida porque lo había notado, nadie se había dado cuenta –Quería probar algo nuevo, pero tampoco fui muy arriesgada, eres el primero en notarlo–
–Oh, ¿de verdad?, pues yo creo que te quedó muy lindo... Es decir, más lindo de lo que ya era– se corrigió a sí mismo.
–Gracias– ambos compartieron un concurso de miradas hasta que una persona se atravesó entre ellos intentando buscar lugar entre todas las personas.
–Es verdad, encontré una mesa– recorrió hacia atrás la otra silla para que ella pudiera sentarse –Y espero no te moleste, pero pedí tu café y te traje un panecillo, pero si no te gusta puedo ir a buscarte algo más– habló inusualmente rápido.
–Jack, esta perfecto– lo trató de calmar –Es un latte de vainilla es exactamente lo mismo que pido siempre que tomamos café juntos– rio
El chico le sonrió mientras se limpiaba las palmas de las manos contra su pantalón porque repentinamente le comenzaron a sudar.
–Y... ¿Cómo has estado?– le preguntó con curiosidad.
–Bueno, los exámenes han sido un dolor de cabeza, pero en general he estado bien. ¿Qué hay de ti?– ambos sabían que la pregunta "¿Cómo estás?" siempre estaba enfocada a su salud mental.
Jack asintió con una sonrisa –Muy bien, de hecho– al recordar algo se rascó el brazo derecho –Bueno, hace poco fue el aniversario de mi madre... no estuve muy bien esos días, pero la terapia ayuda bastante– explicó con calma.
Elsa asintió comprendiendo –Yo también sigo yendo, aunque la Dra. Jazmine dijo que el próximo mes comenzaremos a vernos cada cinco meses–
–Esas son muy buenas noticias– él estaba genuinamente feliz por ella y su progreso.
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Jelsa one-shots
SonstigesUn recopilatorio de historias Jelsa que rondan por mi cabeza. Un poco de todo.