Por cierto, esta semana si se actualizara Through the Years :3
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Elsa se acomodó en el asiento del copiloto tratando de conciliar el sueño, habían estado manejando ya por 11 horas consecutivas y todavía les quedaban 7 horas más hasta llegar a Mineápolis en la fría Minnesota, acababan de pasar por Chicago y la noche ya había caído. A su lado Jack Frost le daba un sorbo a su vaso de café bien cargado mientras mantenía los ojos en el camino. Él sabía lo mucho que a Elsa le aterraba viajar de noche, sobre todo después del accidente que tuvo el año pasado, en donde afortunadamente ella salió ilesa... su auto, no tanto; por eso él se ofreció este año a acompañarla a pasar las fiestas hasta Mineápolis, además, ella ya lo había invitado un par de veces con anterioridad.
El chico sonrió para sí mismo al escucharla suspirar en sueños mientras se aferraba a la chaqueta de él que usaba como manta. Habían sido amigos desde que se conocieron tomando clases en la Universidad de Pensilvania, posteriormente pasaron a ser roomies, pero últimamente las cosas habían cambiado, al menos para Jack, quien sabía que estaba perdidamente enamorado de ella.
Intentó confesárselo un par de veces, pero siempre terminaba arrepintiéndose, la amistad que ambos compartían era muy especial como para arruinarla.
Continuaron su travesía a través de la noche.
–Mierda– maldijo Jack al ver que había comenzado a nevar.
Elsa al escucharlo se movió y se quejó –¿Q-que sucede?– preguntó frotándose los ojos.
–Oh, lo lamento, no fue mi intención despertarte– Jack se puso nervioso –Comenzó a nevar, solo eso–
Esto la preocupó un poco –¿En serio?, rayos... espero no se intensifique– comentó ella mirando por las ventanas y maldiciendo al poco acertado reporte meteorológico que había consultado antes de salir.
–Tu tranquila, duerme– Él estiró su mano para volver a cubrirla.
Elsa sonrió y se volvió a acostar sobre el respaldo del asiento. Ella amaba lo mucho que él la procuraba; ella lo amaba y se preguntaba si él alguna vez sentiría lo mismo que ella.
Jack continuó manejando, pero comenzó a preocuparse al ver que la tormenta se intensificaba cada vez más, los limpiaparabrisas se la estaban viendo difícil para lidiar con toda esa nieve. Él miró a Elsa que seguía durmiendo a su lado, no iba a arriesgar lo más preciado para él en ese auto.
Se orilló y detuvo el auto poniéndolo en parking.
–Els– él la despertó sacudiéndola con suavidad.
–Uh– ella se volvió a despertar –¿Por qué nos detuvimos?– preguntó.
–La tormenta, Els– respondió –No quiero arriesgarnos–
Ella asintió –Tienes razón, lo mejor será esperar– suspiró –¿Qué tan lejos está el próximo pueblo?–
Jack sacó su celular para ubicarse en el mapa –Unas veinte millas– respondió.
–Demonios– Elsa se mordió el labio pensando.
–Hey, está bien, estamos a salvo en este arcén– Jack reclinó el asiento del conductor resignándose a esperar.
–¿Será buena idea a visarle a mis padres?– analizó ella mirando la pantalla de su celular –No quisiera preocuparlos, pero tal vez sea oportuno hacerles saber lo que sucede–
Jack se encogió de hombros –Claro, ¿Por qué no?, envíales un mensaje y diles que estamos bien–
–Listo– dijo Elsa guardando el dispositivo.

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Jelsa one-shots
RandomUn recopilatorio de historias Jelsa que rondan por mi cabeza. Un poco de todo.