Stratosphere

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Advertencia! Esto tiene contenido sexual explicito, leer bajo su propia responsabilidad.

Esto es parte de mi otra historia Waht is Growing UP, por si quieren contexto, tienen que leerla xd pero es entendible sin saber que onda.

P.D.: Me sentí bien puerca escribiendo esto hahahahaha perdón por no responder a comentarios aun, he tenido muy poco tiempo libre.

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Tan pronto como la cabeza del peliblanco tocó la almohada tomó una respiración profunda y cerró los ojos dejándose a merced de la voluntad de su novia. Sus pequeñas manos recorrieron gentilmente su pecho, estas caricias eran muy agradables a pesar de tener su ropa puesta.

–¿Puedo?– le preguntó en voz muy baja al llegar a su cinturón.

Los nervios entraron en el chico y por instinto la frenó tomándola de la muñeca sin ser brusco.

–Lo siento– gruñó regañándose a sí mismo y soltando la muñeca de ella.

–No te disculpes– abrió los ojos al sentir como su mano se alejaba de su hebilla –Probemos otra cosa. Vuelve a cerrar los ojos– le indicó con voz llena de paciencia y él obedeció.

Tan pronto sintió los suaves labios que tanto amaba sobre los suyos se relajó y dejó sus instintos fluir al incremental el ritmo e intensidad del beso.

–¿Te gustan los besos?– le cuestionó ella al separarse un segundo de él.

Jack sonrió –Me gustan tus besos– le aclaró atrayéndola nuevamente a él sintiéndose hambriento de más.

–Mhhh, ¿y qué tal los besos aquí?– preguntó ella besando su cuello en diversos puntos.

Él acarició su espalda y suspiró –Si, también ahí–

–¿Qué te hacen sentir?– inquirió Elsa separándose para permitirle pensar.

–Uh... no sé cómo explicarlo, pero se siente bien– no encontró palabras para ese cosquilleo que recorría su cerebro causándole un sentimiento inexplicable.

–Hagamos algo... piensa en mí y en lo que te hacen sentir esos besos, ¿okey?–

–Okey– asintió estando de acuerdo.

Ella volvió a besarle el cuello y las clavículas mientras desabrochaba el nudo del fajín que rodeaba la cintura de él y escabulló sus manos por su ropa acariciando su abdomen definido.

–Els– lo escuchó reprimir el gemido al llamarla.

–Eso te gustó, ¿verdad?– al verlo asentir con timidez no esperó más y levantó la tela de su camisa lo suficiente para alcanzar a dejar un camino de besos por todo el abdomen hasta llegar a la línea bien marcada de su pelvis.

Jack abrió los ojos de golpe –Algo está mal, para–

Elsa de inmediato se detuvo y lo miró con preocupación –¿Qué?, ¿qué sucede?, ¿te duele algo?– ella lo vio juntar sus rodillas contra su pecho y cubrirse con almohadas –A guarda, déjame ver–

–No, no, no– él jadeó asustado.

Cuando Elsa finalmente pudo quitarle la almohada se dio cuenta de lo que sucedía –Tranquilo, todo está bien– intentó calmarlo –Estas teniendo una erección, eso sucede cuando un hombre esta excitado–

–¿Está mal?– preguntó temeroso y avergonzado.

–Por supuesto que no, es perfectamente normal– tomó sus hombros –Es solo tu cuerpo reaccionando–

Al explicarle esto sus hombros se relajaron un poco y su respiración se desaceleró.

–Esto se sentirá mejor– finalmente pudo desabrochar el cinturón y liberar su erección un poco de la incomodidad de sus pantalones apretados –Voy a bajar esto y te sentirás más cómodo– dijo refiriéndose a su ropa interior.

–Está bien– aceptó un poco inseguro, pero ella tenía razón, al bajar la ropa interior se sintió de cierta manera aliviado. Aunque, el hecho de que esta era la primera vez que se veía a si mismo de esta manera se sentía irreal. En el pasado ya había tenido estas erecciones de forma involuntaria, sobre todo cuando despertaba, sin explicación aparente; lo único que hacía era no mirar y comenzar a pensar en cosas como su padre gritándole y eso era suficiente para que todo pasara.

Comenzó a preguntarse qué pensaba Elsa de él en este estado, ¿le parecería asqueroso o raro?, ¿se sentiría incomoda?.

Ella pudo leer esto en sus expresiones y le sonrió –Me gusta– le dijo con honestidad –Es perfecto para mí, como el resto de ti– aseguró antes de volver a hacer que se recostara en las almohadas.

–¿Qué harás?– preguntó con curiosidad.

Ella sonrió y sin decir mucho solo llevó su mano hacia su glande y comenzó a acariciarlo con pequeños círculos haciéndolo soltar un gemido involuntario el cual se cubrió se inmediato con la mano.

–No tienes por que callarte– ella le apartó la mano con gentileza antes de besar sus labios y proseguir con el movimiento rítmico de su mano, esta vez acariciando desde la base hasta la punta con su mano.

–¿Qué rayos estas haciéndome?– preguntó echando la cabeza hacia atrás contrayendo sus músculos ante la oleada de placer que nunca había experimentado.

–No es la gran cosa, esto hacen las personas para conocerse a ellos y a su cuerpo– explicó –Puedes hacer esto cada que lo necesites o desees, te ayudará a saber lo que te gusta–

Los ojos de Jack se abrieron –Aguarda... eso significa que... ¿Tú-tú también haces esto?–

Elsa rio –Bueno, no exactamente de esta manera, pero...– apartó un poco la mirada sonrojándose –sí, a veces sí. Incluso, a veces pienso en ti– admitió con vergüenza y en voz muy baja.

–Dios, esta es mucho para mi– gimió cubriéndose los ojos con su brazo.

Elsa desaceleró el movimiento –¿Quieres que pare?–

–¡No!– de inmediato se arrepintió de alzar la voz de esa manera –Quiero decir... No quiero que pares–

La sonrisa de Elsa se volvió un poco traviesa y sintiéndose osada inclinó su cabeza sobre su miembro antes de comenzar a complacerlo con su boca.

–Diablos– los dedos de Jack se cerraron sobre el cuello cabelludo de ella alentándola a seguir –Elsa... Espera, creo que debemos hacer una pausa–

Ella se detuvo para mirarlo confundida –¿Por qué?–

–N-no lo sé, siento como si...– él no sabía cómo decirlo.

–¿Vas a terminar?– Jack asintió –Tranquilo, hazlo– volvió al movimiento de vaivén de su mano sobre alrededor de su miembro.

Supo que él estaba a punto de alcanzar su clímax cuando las contracciones aumentaron a tal grado que los dedos de sus pies se apretaban con fuerza y su espalda se arqueaba ligeramente, mientras que en su miembro se sintieron los movimientos internos antes de liberarse con un gemido.

Jack jadeaba permitiéndose disfrutar por primera vez de esta sensación que lo hacia sentir en la estratosfera. Una sonrisa de placer se dibujó en su rostro antes de abrir los ojos y darse cuenta de que Elsa se limpiaba el rostro.

–¡Perdón!– se apresuró de inmediato a ayudarla a limpiarse el desastre que había ocasionado.

Jelsa one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora