Jelsa one-shots

Jealous Dad

Feliz día del padre atrasado xd como estoy segura, no tendremos un padre jelsa por aquí, pero weno, es buena excusa para escribir.
Esto es algo corto, pero estoy intentando tomar fuerzas para continuar viviendo, asi que por ahora esto es lo que hay. Me inspire un poco en uno de los one-shot de HeyItsNani
(Ojalá estás mejor, tkm).

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Jack Frost se despertó al sentir los labios de su esposa en su frente -Es hora, cariño-

Él protestó un poco con un gruñido -No quiero- Elsa soltó un grito de sorpresa al sentir como tiraban de su brazo haciéndola caer sobre el cuerpo de Jack -Deberíamos quedarnos en cama hoy, faltemos a clases- le dijo abrazándola contra su cuerpo y rodeando sus piernas con las suyas.

Elsa soltó una pequeña risa -Me encantaría hacer eso... pero somos los maestros, no podemos hacer eso- le explicó con ternura y comprensión.

-Cierto...- con un quejido de fastidio liberó a Elsa permitiendo que se pusiera de pie -Vamos, hay que preparar el desayuno antes que los niños despierten-

Esto lo hizo finalmente sentarse en la cama para frotarse la cara con las manos y ponerse de pie con lentitud.

Minutos después, en la cocina, la pareja de esposos se movía con agilidad para sacar adelante el desayuno. Mientras Elsa preparaba los huevos fritos y el tocino, Jack se encargaba de hacer los sándwiches de mermelada y mantequilla de maní para los niños.

Unas rápidas pisadas se escucharon proviniendo de las escaleras y pronto aparecieron por el marco de la cocina una niña de doce años y uno de diez.

-Buenos días- saludaron al mismo tiempo.

-Buenos días- respondieron sus padres al mismo tiempo.

-¡Genial!, hoy hay tocino- dijo el más joven sentándose en la mesa.

-Solo recuerda no comer mucho, Jonathan- le dijo Elsa al niño de cabello rubio y ojos azules como los suyos, pero facciones idénticas a su padre mientras colocaba el plato de comida recién hecha delante de él.

-Si, no queremos que suceda lo del otro día en el gimnasio, ¿verdad?- se rio la chica de cabello marrón y ojos azules con facciones idénticas a las de Elsa.

-¡Hey!- su padre la amenazó con un dedo y mirada seria -No molestes a tu hermano, Emily- colocando las bolsas de papel marrón ya rotuladas que contenía su almuerzo frente a cada uno.

Emily suspiró rindiéndose -Perdón- dijo con tono de fastidio.

-Dejen de discutir, hay que desayunar, nos iremos en veinte- dijo Elsa poniendo los platos faltantes en la mesa.

-¿Qué?, pero si el autobús pasa en media hora- Emily arqueó una ceja.

Elsa y Jack se miraron sabiendo lo que venía.

-Todos vamos al mismo sitio, ¿Qué mas da si vienen con nosotros en el auto?- le dijo Jack cortando un poco de tocino y llevándoselo a la boca.

Los niños se miraron aterrorizados -Papá- renegaron al mismo tiempo.

-Ya bastante humillante es que trabajen en la escuela y nos den clases, ¿no podemos irnos en autobús como las personas normales?- cuestionó la chica, quien obviamente tenía el carácter rebelde de su padre.

-A las personas normales también los llevan sus padres a la escuela- argumentó Jack -Sobrevivirán-

-Pero...- ella intentó contradecir, pero su padre la interrumpió mirándola a los ojos.

-Espera... ¿esto es por ese chico?, ¿Tom?- preguntó arqueando la ceja y entrando en aguas peligrosas para él.

-Papááá- gimió avergonzada -No es por él-

-Jack...- Elsa lo reprendió con la mirada al verlo casi casi exhalar fuego por la boca.

-Vendrán en el auto, punto final- la señaló con el tenedor.

-¿Por qué te molesta tanto que tenga amigos?- cuestionó molesta.

Jack se rio -Ese mocoso quiere algo más que solo amistad-

Emily se cruzó de brazos -Y si así fuera... ¿Qué tendría de malo?- preguntó sonrojándose al escuchar que había la posibilidad de le gustara a Tom.

-El tipo es un idiota- exclamó Jack mas fuerte de lo que quiso.

-¡Lo dices porque su padre es Hans Westergaard!, ¿no?- gritó ella -¡Solo te molesta porque es el hijo del sujeto que fue exnovio de mamá!-

-¡Suficiente!- Jonathan fue quien detuvo la pelea -Solo quiero comer en paz- dijo llevándose un bocado a la boca.

Los demás presentes supieron que era hora de guardar silencio, porque se necesitaba de mucho esfuerzo para que Jonathan estallara de esa manera.

Al terminar el desayuno los niños se dedicaron a poner los platos sucios en el fregadero mientras Jack y Elsa terminaban de arreglarse.

-Nos vamos, esperen el autobús en la parada y recuerden no hablar con extraños- les dijo Elsa a los niños.

Los pequeños abrieron los ojos sorprendidos -¿P-pero que...?- ambos no comprendían.

-Tu padre recapacitó- explicó Elsa con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

Jack bajó las escaleras y miró a su hija con seriedad -Quiero que traigas a ese mocoso a cenar, no saldrás con él sin antes asegurarme que no es como Hans Westergaard- le dijo señalando con el dedo.

-Vamos- Elsa interrumpió su rabieta tomándolo de la corbata y tirando de él hacia la puerta principal.

En cuanto se escuchó el sonido de la puerta cerrándose los dos niños productos del matrimonio Frost se miraron victoriosos y chocaron los cinco.