Jelsa one-shots

Day 29: Doing Something Sweet

Ayer fuí al Waltmart y había cosas de otoño ya... a principios de agosto... así que al demonio, hagamos un one-shot navideño porque al parecer a la mayoria de las personas les encanta la navidad... puaj.

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En una agradable noche decembrina, a pocos días de la víspera de Navidad, la tarde era tranquila en el hogar del señor y la señora Frost. Afuera la nieve caía con suavidad cubriéndolo todo con aquel manto blanco, mientras que adentro, el cálido fuego de la chimenea calentaba la sala del hogar recién decorado con luces navideñas, botas, esferas y otros ornamentos de la temática. Los colores resplandecían al ritmo de la suave música instrumental de fondo.

Bajo el árbol ya se habían colocado los regalos, dos bolsas, una para Jack y otra para Elsa, y en adición una caja envuelta en papel decorado con ositos y un listón rojo con una etiqueta que decía

Para: Emma

Sobre la chimenea estaban colocadas tres calcetas navideñas, dos para adulto y una pequeña y sobre estas permanencia colgado un cuadro con la postal navideña de ese año de la familia; en la fotografía aparecía una pareja joven, él usando traje y ella un vestido rojo holgado que dejaba ver su enorme vientre redondo, ambos usaban gorros navideños y en sus manos sostenían la imagen de un ultrasonido que tenía la inscripción.

Es una niña

Jack regresó de la cocina con un par de tazas navideñas humeantes para sentarse al lado de su esposa, quien estaba sentada en el sillón frente a la chimenea leyendo un libro.

–Cuidado, está caliente– le dijo él.

Ella sonrió ante lo mucho que su esposo se preocupaba por ella y su futuro bebé, con ternura le acarició la mejilla antes de tomar la tasa y soplarle un poco al brebaje antes de tomar un sorbo.

–Está perfecto, gracias– dijo ella al saborear el chocolate caliente mezclado con un poco de la capa de los bombones derretidos.

–Me alegro– dijo él antes de tomar un sorbo de su tasa y dejarlo sobre la mesita para luego recostarse sobre el vientre de su esposa esperando sentir las pataditas que tanto le gustaba sentir –¿Tú qué opinas, linda?– le preguntó con un susurró.

Elsa se rio –Ella lo ama, estoy segura– dijo sintiendo ternura.

En ese momento Jack sintió el vientre de su esposa moverse un poco.

Ambos se miraron con miradas relucientes –¡Dijo que sí!– Jack sonrió con mucha emoción –Te amo– le dijo de nuevo al vientre antes de levantar la cabeza y mirar a su esposa.

–A ambas– corrigió.

Elsa se inclinó para besarle los labios y suspirar por estar viviendo uno de los mejores momentos de su vida y seguro que de la de Jack también.