—Debería haberlo sabido.
Encontró en su bolsillo interior lo que estaba buscando. Parecía un
encendedor de plata. Lo abrió, lo sostuvo alto en el aire y lo encendió. La luz
más cercana de la calle se apagó con un leve estallido. Lo encendió otra vez y
la siguiente lámpara quedó a oscuras. Doce veces hizo funcionar el Apagador,
hasta que las únicas luces que quedaron en toda la calle fueron dos alfileres
lejanos: los ojos del gato que lo observaba. Si alguien hubiera mirado por la
ventana en aquel momento, aunque fuera la señora Dursley con sus ojos como
cuentas, pequeños y brillantes, no habría podido ver lo que sucedía en la calle.
Dumbledore volvió a guardar el Apagador dentro de su capa y fue hacia el
número 4 de la calle, donde se sentó en la pared, cerca del gato. No lo miró,
pero después de un momento le dirigió la palabra.
—Me alegro de verla aquí, profesora McGonagall.
Se volvió para sonreír al gato, pero éste ya no estaba. En su lugar, le
dirigía la sonrisa a una mujer de aspecto severo que llevaba gafas de montura
cuadrada, que recordaban las líneas que había alrededor de los ojos del gato.
La mujer también llevaba una capa, de color esmeralda. Su cabello negro
estaba recogido en un moño. Parecía claramente disgustada.
—¿Cómo ha sabido que era yo? —preguntó.
—Mi querida profesora, nunca he visto a un gato tan tieso.
—Usted también estaría tieso si llevara todo el día sentado sobre una
pared de ladrillo —respondió la profesora McGonagall.
—¿Todo el día? ¿Cuando podría haber estado de fiesta? Debo de haber
pasado por una docena de celebraciones y fiestas en mi camino hasta aquí.
La profesora McGonagall resopló enfadada.
—Oh, sí, todos estaban de fiesta, de acuerdo —dijo con impaciencia—. Yo creía que serían un poquito más prudentes, pero no... ¡Hasta los muggles se
han dado cuenta de que algo sucede! Salió en las noticias. —Terció la cabeza
en dirección a la ventana del oscuro salón de los Dursley—. Lo he oído, no son totalmente
estúpidos. Tenían que darse cuenta de algo. Estrellas fugaces cayendo en
Kent... Seguro que fue Dedalus Diggle. Nunca tuvo mucho sentido común.
—No puede reprochárselo —dijo Dumbledore con tono afable—. Hemos
tenido tan poco que celebrar durante once años...
—Ya lo sé —respondió irritada la profesora McGonagall—. Pero ésa no es
una razón para perder la cabeza. La gente se ha vuelto completamente
descuidada, sale a las calles a plena luz del día, ni siquiera se pone la ropa de
los muggles, intercambia rumores...
Lanzó una mirada cortante y de soslayo hacia Dumbledore, como si
esperara que éste le contestara algo.
En un momento creyó escuchar que alguien venia caminando en dirección a ellos, pero no le tomo atención y espero a que dumbledore hablara, Pero como no lo hizo, continuó hablando
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(Tn) en hogwarts, 1T, la piedra filosofal
FanfictionQue pasaría si nuestro Harry potter se hubiera enamorado de una amiga de su primo? Que pasara cuando el se entere de que ella también pertenece al mundo mágico? Habrá un triángulo amoroso entre ella y algún otro amigo? ____(tn) rowena Sheffield, t...