la piedra...

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Hagrid apareció con aire desmañado, escondiendo algo detrás de la

espalda. Parecía muy fuera de lugar; con su abrigo de piel de topo.


-Estaba mirando -dijo con una voz evasiva que les llamó la atención-.

¿Y vosotros qué hacéis? -De pronto pareció sospechar algo-. No estaréis


buscando todavía a Nicolás Flamel, ¿no?


-Oh, lo encontramos hace siglos -dijo salazae con aire grandilocuente-. Y

también sabemos lo que custodia el perro, es la Piedra Fi...


-¡¡Shhh!! -Hagrid miró alrededor para ver si alguien los escuchaba-. No

podéis ir por ahí diciéndolo a gritos. ¿Qué os pasa?


-En realidad, hay unas pocas cosas que queremos preguntarte -dijo Harry- sobre qué cosas más custodian la Piedra, además de Fluffy...


-¡SHHHH! -dijo Hagrid otra vez-. Mirad, venid a verme más tarde, no


os prometo que os vaya a decir algo, pero no andéis por ahí hablando, los

alumnos no deben saber nada. Van a pensar que yo os lo he contado...


-Te vemos más tarde, entonces -dijo Harry


Hagrid se escabulló.


-¿Qué escondía detrás de la espalda? -dijo ___ con aire


pensativo.


-¿Creéis que tiene que ver con la Piedra?


-Voy a ver en qué sección estaba -dijo Ron, cansado de sus trabajos.


Regresó un minuto más tarde, con muchos libros en los brazos. Los


desparramó sobre la mesa.


-¡Dragones! -susurró-. ¡Hagrid estaba buscando cosas sobre


dragones! Mirad estos dos: Especies de dragones en Gran Bretaña e Irlanda y


Del huevo al infierno, guía para guardianes de dragones...


-Hagrid siempre quiso tener un dragón, nos lo dijo el día que lo conocimos -

dijo Harry


-Pero va contra nuestras leyes -dijo Ron-. Criar dragones fue prohibido

por la Convención de Magos de 1709, todos lo saben. Era difícil que los

muggles no nos detectaran si teníamos dragones en nuestros jardines. De

todos modos, no se puede domesticar un dragón, es peligroso. Tendríais que


ver las quemaduras que Charlie se hizo con esos dragones salvajes de

Rumania.
-Pero no hay dragones salvajes en Inglaterra, ¿verdad? -preguntó __
-Por supuesto que hay -respondió Ron-. Verdes en Gales y negros en

Escocia. Al ministro de Magia le ha costado trabajo silenciar ese asunto, te lo


aseguro. Los nuestros tienen que hacerles encantamientos a los muggles que

los han visto para que los olviden.


-Entonces ¿en qué está metido Hagrid? -dijo Hermione.


Cuando llamaron a la puerta de la cabaña del guardabosques, una hora más

tarde, les sorprendió ver todas las cortinas cerradas. Hagrid preguntó «¿quién

es?» antes de dejarlos entrar, y luego cerró rápidamente la puerta tras ellos.


En el interior; el calor era sofocante. Pese a que era un día cálido, en la

chimenea ardía un buen fuego. Hagrid les preparó el té y les ofreció bocadillos

de comadreja, que ellos no aceptaron.


-Entonces ¿queríais preguntarme algo?


-Sí -dijo Harry No tenía sentido dar más vueltas-. Nos preguntábamos

si podías decirnos si hay algo más que custodie a la Piedra Filosofal, además


de Fluffy.


Hagrid lo miró con aire adusto.


-Por supuesto que no puedo -dijo-. En primer lugar; no lo sé. En

segundo lugar, vosotros ya sabéis demasiado, así que tampoco os lo diría si lo supiera. Esa Piedra está aquí por un buen motivo. Casi la roban de Gringotts...

Aunque eso ya lo sabíais, ¿no? Me gustaría saber cómo averiguasteis lo de

Fluffy.


-Oh, vamos, Hagrid, puedes no querer contarnos, pero debes saberlo, tú

sabes todo lo que sucede por aquí -dijo, con voz afectuosa y

lisonjera. La barba de Hagrid se agitó y vieron que sonreía. Hermione

continuó-: Nos preguntábamos en quién más podía confiar Dumbledore lo


suficiente para pedirle ayuda, además de ti.

(Tn) en hogwarts, 1T, la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora