El guardian de las llaves

1.4K 116 6
                                    


-¿Te das cuenta? -dijo Hagrid-. Conque Harry Potter no es un mago...


Ya verás, serás muy famoso en Hogwarts.

Pero tío Vernon no iba a rendirse sin luchar.


-¿No le hemos dicho que no irá? -dijo con desagrado-. Irá a la escuela

secundaria Stonewall y nos dará las gracias por ello. Ya he leído esas cartas y necesitará toda clase de porquerías: libros de hechizos, varitas y...


-Si él quiere ir, un gran muggle como usted no lo detendrá -gruñó
Hagrid-. ¡Detener al hijo de Lily y James Potter para que no vaya a Hogwarts!

Está loco. Su nombre está apuntado casi desde que nació. Irá al mejor colegio

de magia del mundo. Siete años allí y no se conocerá a sí mismo. Estará con

jóvenes de su misma clase, lo que será un cambio. Y estará con el más grande

director que Hogwarts haya tenido: Albus Dumbled...


-¡NO VOY A PAGAR PARA QUE ALGÚN CHIFLADO VIEJO TONTO LE

ENSEÑE TRUCOS DE MAGIA! -gritó tío Vernon.

Pero aquella vez había ido demasiado lejos. Hagrid empuñó su paraguas y

lo agitó sobre su cabeza.
-¡NUNCA... -bramó- INSULTE-A-ALBUS-DUMBLEDORE-EN-MI-


PRESENCIA!


Agitó el paraguas en el aire para apuntar a Dudley. Se produjo un


relámpago de luz violeta, un sonido como de un petardo, un agudo chillido y, al momento siguiente, Dudley saltaba, con las manos sobre su gordo trasero,

mientras gemía de dolor. Cuando les dio la espalda, Harry vio una rizada cola


de cerdo que salía a través de un agujero en los pantalones.


Tío Vernon rugió. Empujó a tía Petunia y a Dudley a la otra habitación,

lanzó una última mirada aterrorizada a Hagrid y cerró con fuerza la puerta


detrás de ellos.

Hagrid miró su paraguas y se tiró de la barba.


-No debería enfadarme -dijo con pesar-, pero a lo mejor no ha


funcionado. Quise convertirlo en un cerdo, pero supongo que ya se parece

mucho a un cerdo y no había mucho por hacer.

Miró de reojo a Harry, bajo sus cejas pobladas.


-Te agradecería que no le mencionaras esto a nadie de Hogwarts -

dijo-. Yo... bien, no me está permitido hacer magia, hablando estrictamente.


Conseguí permiso para hacer un poquito, para que te llegaran las cartas y todo

eso... Era una de las razones por las que quería este trabajo...


-¿Por qué no le está permitido hacer magia? -preguntó Harry.


-Bueno... yo fui también a Hogwarts y, si he de ser franco, me expulsaron.

En el tercer año. Me rompieron la varita en dos. Pero Dumbledore dejó que me

quedara como guardabosques. Es un gran hombre.


-¿Por qué lo expulsaron?


-Se está haciendo tarde y tenemos muchas cosas que hacer mañana -

dijo Hagrid en voz alta-. Tenemos que ir a la ciudad y conseguirte los libros y

todo lo demás.

Se quitó su grueso abrigo negro y se lo entregó a Harry


-Puedes taparte con esto -dijo-. No te preocupes si algo se agita. Creo

que todavía tengo lirones en un bolsillo.

Al día siguiente la familia dursley llego a su casa y se encontraron con que su casa estaba repleta de cartas, las cuales, al abrir salieron disparadas y luego desaparecieron, dejando adentro un poco menos de 500 cartas, las cuales el señor dursley uso para encender el fuego, sus vecinos sheffield sabían que algo había ocurrido y querían saber todo lo ocurrido así que la señora sheffield fue a la casa dursley con el pretexto de que le faltaba aceite, ya adentro, el tema salió por si solo, la señora dursley le dijo que harry había sido transferido muy lejos y no volvería, que ayer por la noche lo habían llevado al aeropuerto a que lo recogieran.
Así fue como la señora sheffield se entero, aunque sabía que no era del todo cierto, le siguió el juego, al llegar a casa decidió que esa misma tarde irían al callejón diagonal a encontrarse con el, y así fue.

(Tn) en hogwarts, 1T, la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora