vacaciones de navidad

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-Entonces tendremos que descubrirlo nosotros -dijo Ron. Dejaron a

Hagrid malhumorado y fueron rápidamente a la biblioteca.


Habían estado buscando el nombre de Flamel desde que a Hagrid se le


escapó, porque ¿de qué otra manera podían averiguar lo que quería robar

Snape? El problema era la dificultad de buscar; sin saber qué podía haber

hecho Flamel para figurar en un libro. No estaba en Grandes magos del siglo

XX, ni en Notables nombres de la magia de nuestro tiempo; tampoco figuraba

en Importantes descubrimientos en la magia moderna ni en Un estudio del


reciente desarrollo de la hechicería. Y además, por supuesto, estaba el tamaño

de la biblioteca, miles y miles de libros, miles de estantes, cientos de estrechas

filas...


Hermione sacó una lista de títulos y temas que había decidido investigar;

mientras Ron y salazar se paseaba entre una fila de libros y los sacaba al azar. Harry y ___se


acercaron a la Sección Prohibida. Se habían preguntado si Flamel no estaría allí.


Pero por desgracia, hacía falta un permiso especial, firmado por un profesor, para mirar alguno de los libros de aquella sección, y sabía que no iba a

conseguirlo. Allí estaban los libros con la poderosa Magia del Lado Oscuro, que


nunca se enseñaba en Hogwarts y que sólo leían los alumnos mayores, que

estudiaban cursos avanzados de Defensa Contra las Artes Oscuras.


-¿Qué estan buscando, muchachos?


-Nada -respondió Harry.


La señora Pince, la bibliotecaria, empuñó un plumero ante su cara.


-Entonces, mejor que se vayan ¡Vamos, fuera!


Harry y ___ salieron de la biblioteca, deseando haber sido más rápido en inventarse

algo. Él, Ron Hermione, ____ y salazar se habían puesto de acuerdo en que era mejor no consultar a la señora Pince sobre Flamel. Estaban seguros de que ella podría


decírselo, pero no podían arriesgarse a que Snape se enterara de lo que

estaban buscando.


Harry los esperó en el pasillo, para ver si los otros habían encontrado algo, pero no tenía muchas esperanzas. Después de todo, buscaban sólo desde

hacía quince días y en los pocos momentos libres, así que no era raro que no


encontraran nada. Lo que realmente necesitaban era una buena investigación, sin la señora Pince pegada a sus nucas.

Cinco minutos más tarde, los cuatro amigos aparecieron negando con la

cabeza. Se marcharon a almorzar.


-Vais a seguir buscando cuando yo no esté, ¿verdad? -dijo Hermione y ____ ala vez-. Si encontráis algo, enviadme una lechuza.


-Y tú ustedes podran preguntarle a sus padres si saben quién es Flamel -dijo Ron-. Preguntarle a ellos no tendrá riesgos.


-Ningún riesgo, ya que ambos son dentistas -respondió Hermione.


Cuando comenzaron las vacaciones, Ron y Harry tuvieron mucho tiempo para

pensar en Flamel. Tenían el dormitorio para ellos y la sala común estaba


mucho más vacía que de costumbre, así que podían elegir los mejores sillones frente al fuego. Se quedaban comiendo todo lo que podían pinchar en un

tenedor de tostar (pan, buñuelos, melcochas) y planeaban formas de hacer que


expulsaran a Malfoy, muy divertidas, pero imposibles de llevar a cabo.


Ron también comenzó a enseñar a Harry a jugar al ajedrez mágico. Era

igual que el de los muggles, salvo que las piezas estaban vivas, lo que lo hacía muy parecido a dirigir un ejército en una batalla. El juego de Ron era muy

antiguo y estaba gastado. Como todo lo que tenía, había pertenecido a alguien


de su familia, en este caso a su abuelo. Sin embargo, las piezas de ajedrez viejas no eran una desventaja. Ron las conocía tan bien que nunca tenía

problemas en hacerles hacer lo que quería.


Harry jugó con el ajedrez que Seamus Finnigan le había prestado, y las

piezas no confiaron en él. Él todavía no era muy buen jugador, y las piezas le daban distintos consejos y lo confundían, diciendo, por ejemplo: «No me envíes

a mí. ¿No ves el caballo? Muévelo a él, podemos permitirnos perderlo».


Mientras tanto, los gemelos Sheffield en su casa se la pasaban en la biblioteca muggle, en casa de los Malfoy, en esas vacaciones ella se había logrado perdonar con el, y ya habían decidido comenzar a ser amigos de nuevo, salazar y Malfoy se volvieron mejores amigos, los tres se volvieron los mejores los unos con los otros, Malfoy les contaba las contraseñas de su casa y ellos le contaban las de "su casa" aunque en realidad las inventaban, Malfoy se la pasaba con ___ todo el tiempo, a ____ incluso comenzaba a gustarle, incluso se besaban una que otra vez.

(Tn) en hogwarts, 1T, la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora