Las varitas

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-Mmm -dijo el señor Ollivander, lanzando una mirada inquisidora a
Hagrid-. Bueno, ahora, niños Déjenme ver. -Sacó de su bolsillo una cintamétrica, con marcas plateadas-. ¿Con qué brazo cogen la varita?
-Eh... bien, somos diestro -respondieron los tres
-Extiendan su brazo. Eso es. -Midió primero a Harry, enseguida a salazar y a ___ del hombro al dedo, luego de la muñeca al codo, del hombro al suelo, de la rodilla a la axila y alrededor de su cabeza. Mientras medía, dijo-: Cada varita Ollivander tiene un núcleo central
de una poderosa sustancia mágica, Harry. Utilizamos pelos de unicornio, plumas de cola de fénix, pelo de Veela, e incluso, pelo de cola de Thestral y nervios de corazón de dragón. No hay dos varitas Ollivander iguales, como no hay dos unicornios, veelas, thestrales, dragones o aves fénix iguales.
Y, por supuesto, nunca obtendrás tan buenos resultados con la varita de otromago.
De pronto, Harry se dio cuenta de que la cinta métrica, que en aquel
momento le medía entre las fosas nasales, lo hacía sola. El señor Ollivanderestaba revoloteando entre los estantes, sacando cajas.
-Esto ya está -dijo, y la cinta métrica se enrolló en el suelo-. Bien,Harry Prueba ésta. Madera de haya y nervios de corazón de dragón. Veintitrés centímetros. Bonita y flexible. Cógela y agítala.
Harry cogió la varita y (sintiéndose tonto) la agitó a su alrededor, pero el señor Ollivander se la quitó casi de inmediato.
Esa se la dio a ___, pero apenas la tocó, esta salió disparada de su mano.
Esa en cambio se la dio a Salazar quien al momento de tomarla emitió un brillo cegador y chispas blancas, esa era su varita, pago 6 galeones por ella y siguio viendo el espectáculo.
-Arce y pluma de fénix. Diecisiete centímetros y cuarto. Muy elástica.Prueba...
Harry probó, pero tan pronto como levantó el brazo el señor Ollivander se la quitó.
-No, no... Ésta. Ébano y pelo de unicornio, veintiún centímetros y medio. Elástica. Vamos, vamos, inténtalo.
Harry lo intentó. No tenía ni idea de lo que estaba buscando el señor Ollivander. Las varitas ya probadas, que estaban sobre la silla, aumentaban por momentos, pero cuantas más varitas sacaba el señor Ollivander, más contento
parecía estar.
Sacó una varita al tiempo que miraba a ____, se acercó a ella y le tendió la varita.
-- Pelo de cola de Thestral y Veela, Endrino, de Veinticinco centímetros, rígida y temperamental, Vamos, prueba pequeña.
Esta varita la tomo ______, al momento en que la tomo esta emitió un brillo y enseguida arreglo el poco de desastre que habia en el local, en ese momento supo que era esa, pago 9 galeones por ella y la guardó.
-Qué cliente tan difícil, ¿no? No te preocupes, encontraremos a tu pareja
perfecta por aquí, en algún lado. Me pregunto... sí, por qué no, una
combinación poco usual, acebo y pluma de fénix, veintiocho centímetros, bonita y flexible.

Harry tocó la varita. Sintió un súbito calor en los dedos. Levantó la varita
sobre su cabeza, la hizo bajar por el aire polvoriento, y una corriente de chispas
rojas y doradas estallaron en la punta como fuegos artificiales, arrojando
manchas de luz que bailaban en las paredes. Hagrid lo vitoreó y aplaudió y el
señor Ollivander dijo:
-¡Oh, bravo! Oh, sí, oh, muy bien. Bien, bien, bien... Qué curioso...
Realmente qué curioso...
Puso la varita de Harry en su caja y la envolvió en papel de embalar
todavía murmurando: «Curioso... muy curioso».

(Tn) en hogwarts, 1T, la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora