Witzy, witzy araña

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen son de Disney y de Marvel, solamente la historias y los personajes que no reconocen me pertenecen. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Para nxtstxv 

—Lena, mi vida...tienes que abrir los ojos. Es hora de despertar.

La rubia negó con la cabeza, aferrándose al pecho de su madre. Lena Rogers había nacido en el peor momento para los Vengadores, como Natasha solía llamarlo, para enseñarle a su familia que valía la pena seguir luchando.

—No puedo creer que Banner y Stark hayan hecho eso—bufó Natasha—Como si no tuviésemos suficientes problemas con H.Y.D.R.A. y sus gemelos psicópatas.

—Muñeca, tampoco estoy de acuerdo con esto, pero somos compañeros y tenemos que ayudarnos...—dijo Steve.

Natasha se llevó las manos al rostro.

—Si continuas recordándome eso, me olvidaré que estoy casada contigo—dijo mientras se ponía el traje de combate.

Steve soltó una carcajada, pero la espía lo fulminó con la mirada. Desde la primera mirada había surgido una conexión entre ellos que era difícil de explicar. Steve había reunido todo el valor posible después de la primera misión para una cita; salieron a bailar y se sorprendieron con lo mucho que tenían en común. Después de eso, las cosas se habían dado hasta el punto en que el Capitán América tardó menos de un año en ponerse de rodillas para pedirle matrimonio.

—Hablando de matrimonio...—Steve la vio con pesar—No creas que no he notado lo mal que te has sentido en estos días.

—Es la maldita comida de S.H.I.E.L.D.—se apresuró a replicar Natasha—Extraño los beneficios de vivir en la torre Stark.

Habían pasado pocos meses después de la boda cuando se encontraron con María Hill invitándolos a trabajar directamente con la otra organización y no solo como Vengadores, cosa que ambos aceptaron, deseosos de ayudar.

—No te creo nada, corazón—sonrió el soldado—Aprovecharemos que viene la doctora Cho, para que nos revise a todos...incluida a ti.

La espía no le dijo nada a su esposo, aferrándose a su cuello. Consiguió silenciarlo con un beso apasionado que hizo que el soldado gruñera, abrazándola con posesión.

—Ten cuidado, Nat...—advirtió Steve, antes de salir en la motocicleta—Lo digo en serio.

—¡Entendido, Capitán!—se burló la Viuda Negra.

No sabían lo que los esperaba en ese momento, cuando los gemelos Maximoff los atacaron, haciéndoles ver sus peores pesadillas. Sin quererlo, la magia de Wanda consiguió explicarle a Natasha las razones de su malestar. Había un hijo del Capitán América creciendo en su vientre.

—¿Estás segura, Nat?—preguntó Laura.

—No puedo decirte más que esta estupidez—respondió la espía—Es una especie de, ¿intuición? Necesito sacarme la duda.

Mientras estaban escondidos en la granja de los Barton, fue Laura quien la acompañó a hacerse la prueba de embarazo. Cuando las dos rayitas indicaron el positivo, Natasha lloraba sin poder contenerse, una mezcla de alegría y preocupación, no podía creer que ese milagro era posible. Definitivamente, la doctora Cho necesitaba revisarla; pero había logrado cumplir un sueño que ni siquiera sabía qué tenía.

—Lena...—canturreó la espía, recostándose junto a su hija en la cama, dejando que los recuerdos se fueran para dar paso a la realidad—Tenemos que hacer algunas cosas antes de que venga papá.

El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora