El soldado y la espía // ONE SHOTS ROMANOGERS.

En esta mesa // At this table

DISCLAIMER: Ni los vengadores, ni la canción me pertencen. Solo la historia.

¡FANFIC ESPECIAL DE NAVIDAD!

En esta mesa, todos son bienvenidos. En esta mesa, todos se preocupan. En esta mesa, todos son importantes. Así que ven y pon tu asiento en la mesa. Así que ven sólo como tu eres. Recuerda que nuestras puertas siempre estarán abiertas, así que ven como eres, el regalo perfecto que puedes traer es tu corazón. No hay lugar donde preferiría estar.

Estaba segurísima de que no debería estar allí. Volver fue la peor idea de todas, debía haber pretextado una misión en Dubai o en Nueva Zelanda o en Timbuctú para no aparecerse en la cena navideña de Tony Stark. Las cosas no estaban nada bien con el equipo debido a los acuerdos de Sokovia y Natasha Romanoff no quería quedarse en el medio del conflicto creado por los dos lideres del equipo. Ella había tratado por todos los medios de jugar como mediadora y terminó siendo una doble espía, tratando de ayudarle a todos y quedándose con nadie, completamente sola, como siempre. Después de eso la vida se le fue pasando entre decepciones y huidas, cuando el rey T'Challa la delato y la convirtió en una prófuga de la justicia, dejándola sin salida hasta que encontró abrigo en Steve Rogers.

Junto al Capitán América las cosas fueron cambiando, se unieron Sam Wilson y Wanda Maximoff a su equipo, mientras que el Soldado del Invierno seguía su recuperación en Wakanda. No importaba que estuvieran divididos, Natasha no había perdido a su familia. Hasta que Thanos llegó. El titán y sus gemas del infinito llegaron como un desgarrador recordatorio de que separados todos son vulnerables, no importa que sean los héroes más fuertes de la tierra. Pelearon contra él sin dejar de lado sus diferencias y fueron vencidos, perdiendo todo aquello que daban por sentado con un chasquido de dedos. Así, la familia por la que la Viuda Negra trabajó tanto en volverse buena y borrar sus números en rojo se había perdido. Pero ella no se daría por vencida. Luchó dándolo todo, incluso su propia vida, para devolverle al mundo la felicidad que había perdido.

No sabía cómo había logrado regresar del corazón de la gema del alma. Sabía que había sido su siempre incondicional, su Steve, quien la salvó, pero no había querido decirle cómo. Steve Rogers era otra de las razones por las que no quería volver a ver al resto de los Vengadores. Ella sabía que cuando él la regresó a su tiempo se iba a quedar a tener su baile, y seguramente una vida, con el amor de su vida Peggy Carter. Y eso le rompió el corazón. Nunca fue lo suficientemente valiente para nada en la vida, simplemente se escudaba en la fuerza que todos le decían tener, y por eso nunca le dijo cuándo lo amaba. Apenas volver y comprobar qué Steve no venía detrás de ella se fue.

Habló con Phil Coulson, que seguía siendo el director de S.H.I.E.L.D. y pidió su trabajo de regreso, enfrascándose en misiones en solitario para asegurarse que el mundo fuera seguro, porque la desaparición de Thanos no implicaba que todo estaría bien. Y ella solo quería que su familia estuviera bien. Llevaba meses trabajando sin parar, pretendiendo una felicidad que no sentía, aunque había dejado de lado todo aquello que la apasionaba. Estaba decidida a pasar las fiestas decembrinas trabajando cuando Morgan Stark la llamó, la chiquilla había logrado sonsacarle su número a Nick Fury y le rogaba que cenará con ellos esa navidad. Natasha terminó de ser convencida cuando los niños Barton se unieron a la petición. Y ella no podía decir que no a sus sobrinos. Por eso se encontraba en el embrollo en el que estaba ahora.

En esta mesa, todos sin bienvenidos

En esta mesa, todos son vistos

En esta mesa, todos importan

Nadie se esconde en la oscuridad